Un matrimonio de conveniencia -
Capítulo 172
Capítulo 172:
“¡Amiga, me parece que vamos a tener otra fiesta este fin de semana», exclamó Lola, muy emocionada, mientras se tiraba en el sofá de la otra, y al ver que no le prestaba atención, preguntó: «¿Amiga? ¡SERENA!».
Esta última se había quedado sumida en sus pensamientos y se sobresaltó por el grito de su amiga.
“¿Eh? ¿Qué es lo que pasa?».
Entonces, Lola la miró fijamente y levantó la ceja.
“Estás así por ese tipo, ¿No? Estás pensando en él ahora”, dijo Lola, sonriendo. “La verdad es que no te juzgo, ¡Es muy guapo! Y, además, creo que a él le gustas…”, agregó la chica.
Tras ello, hizo una mueca traviesa y Serena puso los ojos en blanco.
«¡No, no es nada de eso!», respondió ella y tomó una respiración profunda para continuar: “Es solo que… creo que es ese mismo tipo”.
Al escuchar eso, Lola abrió los ojos de par en par y se sentó derecha en el sofa.
«¿Estás hablando de ese hombre que salvaste?” preguntó ella.
«Ese hombre que salvó mi padre, en realidad», dijo la otra, mientras cerraba los ojos, reviviendo esa noche, «Mi padre dio su vida por él, Lola”.
Al instante, la rubia colocó su mano sobre la de Serena.
«No lo pienses de esa manera… tu padre vio que le disparaban a un hombre… ¿Qué esperabas que hiciera?”, indicó Lola, y luego sonrió un poco.
“La realidad es que tu padre fue un gran hombre. Y, bueno, si ese dios griego que viste en la fiesta resulta ser el mismo que él salvó, todo lo que podemos hacer es alegrarnos de que tu padre no se haya ido en vano”.
Ante eso, Serena asintió y se acostó en el regazo de su amiga.
«Tan solo desearía que papá estuviera aquí, Lola.
Puede sonar algo egoísta, pero… yo hubiese preferido que él no hubiera hecho nada esa noche”.
«No digas eso. El Señor Alfonso nunca se habría podido quedar tranquilo viendo que ocurriera una injusticia frente a él. ¿Un hombre ya en el piso, sangrando, y otro que lo iba a atacar?” al decir eso, Lola acarició el cabello castaño de su amiga y continuó: «Y yo sé muy bien que tú tampoco crees lo que acabas de decir. Todos tenemos un día marcado en nuestros destinos. Honestamente, yo creo en eso. Tu padre se fue de aquí salvando una vida».
Después de eso, las dos se quedaron en silencio, y cuando llegó la noche, Lola se fue, ya que tenía que ir a ayudar a sus padres con el puesto de tacos que tenía la familia.
Serena, por su parte, se sintió asfixiada allí, así que después de darse una ducha, decidió salir a caminar. Tal vez incluso podría ir al quiosco de Barbosa.
Cuando ya estaba a dos cuadras de su casa, la chica vio un perrito en una esquina. El animal parecía estar muy asustado. Entonces, ella miró a su alrededor y se acercó.
“Ay, pequeño… ¿Dónde está tu mami?», preguntó y le tendió la mano al animal, quien se estremeció y g!mio. No te haré daño” indicó la joven.
Así, dejó que el cachorro se acercara a su mano, oliéndola.
“Así que eres buena con los animales», de repente, una voz masculina resonó detrás de Serena, quien se puso de pie y se giró rápidamente.
“¡Us… usted!», exclamó ella y tragó saliva pesadamente.
“Tranquila, no debes tener miedo. Mi nombre es Antonio, pero puedes llamarme Tonny».
“Ehm… yo, en realidad tengo que irme», pronunció ella, luego miró al cachorro y lo levantó. El animal no ofreció resistencia alguna, por el contrario, se suavizó en los brazos de la chica, «Con permiso», dijo la mujer.
En ese momento, Tonny se paró frente a ella.
«¿Podemos hablar, por favor? Yo sé que fuiste tú».
«¿A qué se refiere?”
«Tú fuiste quien me salvo, ese día hace dos años», explicó el joven suspirando. La verdad es que siempre quise agradecerte.
Seguidamente, el hombre se dio cuenta de que los ojos de la chica se llenaban de lágrimas.
«En realidad no fui yo, fue mi padre Él lo salvó. Yo simplemente llamé a la ambulancia. Ahora….”, de inmediato, la chica apretó la mandíbula, tratando de contener las lágrimas.
“Ahora tengo que irme”.
“Serena, por favor…”.
“¿Cómo…? Ah, claro”, ella sonrió con tristeza y continuó: “Usted escuchó mi nombre en la fiesta”.
«Vamos a comprar algo de comer o…”, ofreció él, luego miró al perro y sonrió para agregar: “Mejor, podemos ir a una tienda de mascotas y compremos algunas cosas para nuestro amiguito aquí”.
«Señor Antonio…”, comenzó ella.
“Tonny”, la corrigió él de inmediato.
«Señor Antonio”, repitió ella. Se lo agradezco, pero no es necesario.
«Serena, quiero hablar contigo, conocerte mejor”, a decir verdad, el joven se sentía incómodo con la mujer. De hecho estaba emocionado de una manera completamente nueva. «He estado esperando mucho esta situación a lo largo de los años”.
Por otro lado, Serena entrecerró los ojos hacia él.
«Con todo respeto, ¿Su novia sabe de esto?».
De inmediato, la expresión de Tony cayó.
«Sí, ella lo sabe”, en realidad, esa no era una mentira total. Clara sabía que él quería encontrar a la persona que lo salvó y agradecerle. La chica simplemente no sabía que él la había encontrado y que en ese momento se encontraban allí.
Bueno, no es que estemos realmente juntos.
Además, ella estaba con mi hermano, pensó Tonny, apretando los labios.
Por otro lado, Serena notó el cambio en él y por muy guapo que fuera el hombre, con una sonrisa amistosa, en ese instante ella vio aparecer una sombra negra detrás de su semblante. Sin embargo, tan rápido como apareció, desapareció, pero fue suficiente para que la chica sintiera que el joven misterioso era peligroso.
“Quizás en otro momento. Por cierto, yo cuidaré del cachorro. Con su permiso».
“Yo… dame tu número de teléfono, por favor. De ese modo podemos mantenernos en contacto».
Al escucha esas palabras, Serena estuvo a punto de negarlo, pero entonces, algo se rompió dentro de ella.
Este hombre ciertamente no vive por aquí, además, tampoco tiene negocios en la región. Es millonario… sabe dónde vivo.
«Oh, está bien”, ella estuvo de acuerdo, ya que sintió que el otro no se daría por vencido con tanta facilidad, y temía que fuera a aparecer en su puerta.
Tras ello, Serena desbloqueó el celular y permitió que Tonny escaneara el código QR.
“Buenas noches, Señor Antonio”.
En seguida, la chica se marchó, sin esperar una respuesta, – pero escuchando a Tonny diciéndole: «Buenas noches, ángel». De hecho, ella pensó que era su imaginación.
Tan pronto como la chica llegó a casa, después de comprar los artículos para el nuevo perro y programar una visita al veterinario, sintió que su celular estaba vibrando.
Cuando Serena miró el dispositivo, no se sorprendió al ver un mensaje de Tonny.
Oh, Dios… ¿En qué problema me metí?
Luego, el perro ladró y la joven sonrió, dejó el teléfono y fue a cuidar al animal. Fue mucho más tarde, cuando ella ya estaba en la cama, que decidió responder el mensaje del hombre.
Hola, Serena. ¡Soy Tonny!.
Hola. Ya guardó su número.
Después de responder, la chica abrió la conversación con Lola, pero Tonny escribió una vez más:
Podemos cenar el domingo, ¿Qué dices?
Lo siento, no puedo, tengo que trabajar.
Ah, bueno, te puedo ir a buscar y podemos comer algo.
Mejor no, probablemente termine en la madrugada.
En ese momento, Tonny estaba acostado, con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.
Bien, entonces te iré a buscar. De ese modo, por lo menos no irás a casa en taxi o autobús de madrugada.
No estaré sola. Ahora iré a dormir. Buenas noches.
En seguida, el hombre apretó los labios.
¿Cómo que no estará sola? ¿Quién estará con ella?.
Buenas noches. Cualquier cosa, me avisas, dijo él finalmente.
En realidad, pensó en enviar un beso al final, pero, no podía ser más atrevido de lo que ya era.
Aquella fue una de las mejores noches de sueño que el joven tuvo en años, sin embargo, por la mañana, se despertó cuando alguien tocó la puerta.
Cuando Tonny se levantó y fue a abrir, Osvaldo, Michael y Lucas, su hermano menor de doce años, estaban de pie en la entrada.
“Ah… ¿Buenos días?».
“¡Nos aseguraremos de que estés más que listo para la fiesta de compromiso más adelante!», explicó Osvaldo alegremente y entró, seguido de Lucas.
Michael, por su parte, se burló de Tonny antes de entrar, pero este último lo agarró del brazo.
«Tú y yo todavía no hemos hablado bien”.
«¿Acerca de qué? Quítame la mano de encima”.
«Sobre Clara”.
En seguida, los dos se enfrentaron.
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