Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1698
Capítulo 1698:
“¿Cuánto tiempo lleva dormida?”, preguntó mientras le entregaba el vaso a María.
“Ha estado dormida por un rato”.
Apoyó el vaso.
“Seguía un poco anestesiada después de la cirugía ayer y todavía prevalece la droga en su cuerpo. Es por eso que está durmiendo tanto”.
Jared asintió ya que entendía; después, tomó la mano de Amber y la presionó contra su mejilla. Al notar lo cansado que se veía y las ojeras bajo sus ojos, María se sintió apenada por él.
“Joven Amo Jared, no ha dormido suficiente estos últimos días, ¿No?”.
Jared no lo negó. ¿Cómo podía dormir cuando no solo estaba muy ocupado con el trabajo, sino que también estaba preocupado por Amber? En consecuencia, solo dormía dos o tres horas por día últimamente. María suspiró.
“Eso no servirá. Todavía no se recuperó por completo, así que podría sucederle algo si se agota de esa forma. ¿Quién protegerá y cuidará a la Señorita Amber si se enferma? Así que. Joven Amo Jared, ¿Por qué no se recuesta por un rato? La joven ama sigue dormida en este momento, así que puede descansar con ella para que tenga energía y charle con ella cuando ambos despierten”.
Su sugerencia le pareció bien, así que asintió.
“Bueno, Joven Amo Jared, entonces duerma un poco. No los molestaré”, dijo María antes de salir.
Estaba lista para regresar a la Residencia Farrell a buscar algunas cosas que Rosa le había pedido el día anterior por teléfono.
Después de que María se fue, Jared se quitó los zapatos y el saco de vestir; entonces, levantó las mantas y se recostó al lado de Amber en silencio y la abrazó.
Mientras la sujetaba, no olvidó tocarle la barriga.
La barriga de Amber no se veía casi en ese momento, pero se podía sentir una protuberancia si se la tocaba. Lo que indicaba que los bebés estaban creciendo cada día. Faltaba tiempo para que los bebés comenzaran a moverse o nacieran, pero Jared tenía el tiempo y la paciencia para esperarlos.
“Buenas noches, queridos”, susurró a la barriga de Amber.
Después de presionarla contra su pecho, cerró los ojos y se durmió.
Cuando se despertó, había pasado un día.
Amber abrió los ojos y se percató de que alguien la abrazaba con fuerza; no solo eso, sino que también escuchó su respiración. Se giró para ver quien era, pero no podía ver nada ya que tenía una gasa cubriéndole el rostro; sin embargo, podía sentir el perfume y aliento familiar.
Después de sorprenderse por un momento, se sintió complacida.
‘¡Es Jared! ¿Cuándo regresó?’.
Estiró la mano para tocar su rostro y cejas.
‘¡Es verdad! No me lo imagine. ¡Regresó!’.
“Muchacha traviesa”, murmuró Jared sin abrir los ojos.
Sorprendida, Amber intentó sacarlas manos; sin embargo, el hombre las tomo como si hubiera predicho su comportamiento. Después, abrió los ojos negros, que se entornaron debido a que sonreía de manera afectuosa.
“Bromeando conmigo tan pronto como despiertas, ¿No?”, dijo en tono grave, Amber movió la cabeza mientras sonrojaba.
“No. ¡No estaba haciendo eso! Solo sentí que había alguien a mi lado y quería saber si eras tú. ¿Cuándo despertaste?”.
‘Pensé que seguía dormido’, pensó.
“Desperté cuando me tocaste”.
Jared llevó su mano hacia su boca y la besó.
Amber lo golpeó levemente.
“Pensé que despertaste hace mucho y estabas pretendiendo estar dormido a propósito para asustarme”.
“No, no haría eso”.
Jared sacudió la cabeza antes de sentarse con ella en brazos.
“Estás embarazada y no puedes asustarte, así que no lo haría”.
“Mmm…”, murmuró mientras se apoyaba en su pecho.
“Por cierto, ¿Cuándo regresaste? ¿Por qué no me dijiste?”.
No le había contado que volvería ni a ella ni a María.
Al entender lo que estaba pensando, le acomodó el cabello detrás de las orejas con cuidado.
Después, respondió: “Fue una decisión de último momento, así que no le conté a nadie; ni siquiera María sabia. Solo quería sorprenderte, pero ya estabas dormida cuando llegué. Esa es la razón por la que me metí en la cama y dormí contigo hasta que despertaste”.
“Ya veo”.
Amber entendió.
“Entonces, ¿Qué te pareció? ¿Estás sorprendida?”, preguntó.
“Sí”. Sonrió.
“Muy sorprendida. Pensé que regresarías en unos días”.
“Acabas de tener la operación de la vista, ¿No? Me preocupé así que vine lo antes posible”.
“¿De qué te preocupaste? Solo es una cirugía ocular, no una operación importante. No es peligrosa ni nada similar”.
“Lo sé, pero cualquier cirugía que te realicen es importante para mí, así que quería regresar y hacerte compañía lo antes posible”.
Jared tocó la gasa que le cubría los ojos.
“¿Cómo te sientes ahora?”.
“No siento nada”.
Movió un poco la cabeza.
“Es bueno escucharlo”.
La abrazó.
“Si te sientes mal, debes decirme. No te calles”.
“Entiendo”.
Amber respondió.
“Oh, Joven Amo Jared y Señorita Amber, ¡Los dos están despiertos!”.
María entró feliz de ver a la pareja amorosa sentada y abrazada mientras hablaban.
“Hola, Señora María”.
La saludó Amber.
“Hola, Señorita Amber. Deben tener hambre después de una buena noche de descanso. Acabo de traer vegetales frescos de la Residencia Farrell, así que ¿Qué les parece si preparo gachas saladas con vegetales? Es bueno comer algo liviano por la mañana”.
“Solo haga lo que tengamos”, respondió Amber.
No le importaba la comida; no podía comer demasiados platillos en ese momento porque vomitaba lo que consumiera a no ser que se lo preparara María, así que nunca interfería con la dieta que esta le proponía.
Jared se sentía de la misma forma. No le importaba mucho qué comer siempre y cuando fuera sabroso.
“Muy bien. Lo traeré en un momento así pueden asearse antes. Joven Amo Jared, por favor, cuide a la señorita ahora que no puede ver”.
Le urgió.
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