Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1687

Capítulo 1687:

“¿No me enteré de esto hace tres meses?”.

A Jared le tembló el labio.

“¿Por qué lo dices de nuevo?”.

Se preguntó si lo había llamado de manera intencional para bromear con él y que su abuela y los demás rieran.

“Bueno, eso fue hace tres meses; deberíamos enfocarnos en el presente, cariño. Lo que estoy diciendo es que serás el padre de otro bebé”.

Amber rio.

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”.

Jared no podía comprender y la confusión se reflejó en su rostro. Pensó que era extraño.

“Muy bien, cariño. No jugaré más contigo. Solo quería informarte que no tengo uno, sino dos bebés en mi barriga”.

A Amber le temblaba el cuerpo de tanto reírse.

“¿Qué? ¿Dos bebés?”.

Jared quedó pasmado y pensó que había escuchado mal.

“Si, cariño, estoy embarazada de gemelos. ¿Estás feliz?”, preguntó, entusiasmada.

Jared se quedó sin palabras. Entonces, se quedó sentado, pasmado por un largo tiempo. Volvió en sí después de un rato cuando escuchó que Amber lo llamaba. Su voz era temblorosa.

“¿Q-quieres decir que tendremos gemelos, cariño? ¿Es verdad que estás embarazada con dos bebés?”.

“Eso es exactamente lo que estoy diciendo. Estoy embarazada de gemelos”.

Amber asintió.

“¿Cómo puede ser?”.

Jared frunció el ceño, confundido.

“¿No era un solo niño? ¿Cómo se volvieron gemelos? ¿El bebé se separó por la mitad?”

Tuvo ese pensamiento. Rosa y las demás podían escucharlo porque la llamada estaba en altavoz. María y Rosa intercambiaron miradas. Todas las demás rieron excepto Rosa, que estaba disgustada.

“¿Qué tonterías dices, muchacho? ¿No entiendes de biología a pesar de tener varios doctorados?”.

A Jared le tembló la comisura de los labios cuando escuchó el comentario enojado de su abuela.

“Abuela, solo estaba bromeando. No te enojes”.

“No es que el primer bebé se haya dividido en dos, sino que ya había dos bebés. Solo que un embrión comenzó a crecer primero y el segundo seguía incubándose. El desarrollo del segundo embrión está retrasado por dos meses. Solo ahora comenzó a crecer y por eso lo detectaron en el ultrasonido”, dijo Rosa en tono de burla, Jared entendió al final después de escuchar la explicación de su abuela y asintió.

“Ya veo. Ahora entiendo”.

Rosa se rio, deleitada.

“La Familia Farrell nunca tuvo gemelos. Amb es la primera mujer de la familia en dar tan buenas noticias. Es, en definitiva, nuestra estrella”.

“Me halagas, abuela”.

Amber se ruborizó de la vergüenza al escuchar a Rosa.

“Oh, Amb. Es la verdad. ¡Estamos agradecidos de tenerte!”.

La anciana le sonrió con amor.

Jared, del otro lado del teléfono, se sintió extraño.

‘Oye, yo hice esos dos bebés. ¿Por qué no me da crédito la abuela? Hojita no podría haber concebido gemelos sin mí. ¡Guau! No puedo creer que tendré gemelos. ¡Hice que Hojita tenga dos bebés!’.

Saltó de la cama y fue al baño, donde se paró frente al espejo y se examinó con cuidado. Vio asomarse una sonrisa en su rostro que reflejaba su orgullo y felicidad.

“¡Eres fenomenal!”.

Jared apoyó ambas manos en el lavatorio y comenzó a mirarse con atención, halagándose.

“No solo embarazaste a Amber, sino que la embarazaste con dos niños. ¿Cuántos hombres pueden hacer eso?”.

Se observó a si mismo con orgullo en el espejo por un rato antes de regresar a la habitación y tomar el teléfono que seguía con la llamada activa.

“Cariño, ¿Sigues ahí?”.

Amber estaba hablando con Rosa y las demás cuando escuchó la voz del hombre desde el otro lado de la línea, por lo que tomó el teléfono:

“Si, estoy aquí. Me preguntaba a dónde fuiste. ¿Qué hacías?”.

Después del silencio repentino de Jared, Rosa lo llamó varias veces en vano. No lo habría esperado si supiera que la llamada había finalizado. Su mirada se posó sobre su ridículo reflejo en el baño; entonces tosió:

“Estaba enviando un documento importante. Lamento haberte hecho esperar”.

“Ya veo”.

Creyó lo que dijo ya que era un hombre ocupado.

Rosa fue la única persona que hizo una mueca.

‘¿Enviar un documento a esta hora? ¡Mentira! Acabamos de despertarlo y ¿Está enviando un documento de pronto? Solo Amber, que es inocente, creería eso. No puede engañar a los mayores’.

María y Rosa se dieron cuenta de que mentía y se reían.

“¿Cómo te sientes, cariño? Estar embarazada de gemelos debe ser difícil”.

Jared estaba preocupado de que el cuerpo de Amber no fuera capaz de soportarlo, por ende, existía la posibilidad de tener una reducción de fetos.

Según un libro de embarazo que había leído, había casos en que las mujeres tenían múltiples embriones y se les realizaba una reducción para salvar a la madre y los bebes. De esa manera, el cuerpo de la madre no tendría complicaciones ni problemas de salud.

De más estaba decir que había decidido mantener esta información oculta de Amber ya que estaba muy feliz con los gemelos.

No quería arruinar su buen humor.

“Estoy muy bien”.

Se acarició la barriga.

“Me siento con energía como siempre. Quizá se debe a que los bebés siguen formándose. No siento nada todavía”.

Tranquilo, asintió.

“Muy bien, cuídate. Regresaré en dos días”.

“Muy bien. Estaré esperando. Se hace tarde y deberías dormir. Eres un hombre ocupado. Será malo si no descansas lo suficiente esta noche. Hablamos mañana”.

“Muy bien”.

Mientras Amber apoyaba el teléfono, Rosa rio.

“¿No puedes soportar estar lejos de tu esposo? Son tan tiernos”.

Amber se ruborizó, haciendo que Rosa sonriera.

“Bueno, no te molestaré más. Sigues siendo tan tímida como siempre”.

“Abuela”.

Amber le frunció el ceño a Rosa, que comenzó a reír de alegría.

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