Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1626
Capítulo 1626:
“¿Es por eso qué puedes ignorar mis deseos y ocultarme la verdad? ¿Es por eso qué puedes darle mi identidad a otra persona y dejar que me reemplace?”.
Amber lo miró con sorna.
Jared frunció el ceño.
“No tenía intención de permitir que nadie te sustituyera. Para mí, eres Amber Reyes, no Rita García. Aunque fueras la hija de Tadeo, no creí que te convertirías en Rita, por eso hice esto. No habrías sido capaz de mantener la calma y vengarte si te hubiera contado todo desde el principio. Confía en mí, Hojita. Hice esto por tu bien”.
“No quiero oírlo”.
Amber cerró los ojos.
“Todo lo que sé es que ayudaste a mi enemiga y me ocultaste la verdad, así que por favor vete ahora mismo. Quiero estar sola”.
“Hojita…”.
“¡Lárgate!”.
Señaló la puerta.
Preocupado de que se pusiera aún más emocional, Jared suspiró impotente y la miró por última vez antes de darse vuelta para marcharse.
“De acuerdo. Me iré y dejaré que te calmes sola. Sé que te darás cuenta de por qué he hecho esto y, cuando eso ocurra, sabrás que lo hice por tu bien.
Al principio, quería decirle directamente que no había podido decírselo antes porque tenía miedo de que ella no pudiera soportarlo y acabara haciendo alguna tontería.
No obstante, él sabía que todavía estaba confundida por la revelación de ese día. Si le decía eso, sería un golpe aún mayor para ella.
‘Ten paciencia’.
Jared se tocó la frente y salió de la habitación.
Cole y María oyeron que la puerta se abrió, así que comprobaron enseguida qué ocurría.
Cuando la mujer vio salir al Señor Farrell, preguntó de inmediato: “¿Cómo le fue, Joven Amo Jared? ¿Lo perdonó?”.
Él negó con la cabeza.
“No. Ahora mismo sobre analiza la situación y se negó a escuchar mi explicación. Me echó de la habitación. Pensé que sería mejor dejarla sola por ahora, quizás entrará en razón”.
María asintió, entretanto pensó que era lo mejor que podían hacer en ese momento.
Por otro lado, Cole expresó su desacuerdo: “Aunque Amb acabe recapacitando, ¿Quién sabe cuánto tardará? No será bueno ni para ella ni para el bebé que siga alterada. Creo que es mejor que hables con ella cuanto antes; de lo contrario, se enfocaría de manera obstinada en el hecho de que ayudaste a su enemiga y no sería capaz de superar los altibajos emocionales. No podría darse cuenta de que lo que hiciste fue por su propio bien”.
“El Señor Lara tiene razón”, comentó María.
Jared entrecerró los ojos.
“¿Estás diciendo que debería entrar y contarle la verdadera razón por la que le oculté su identidad?”.
Cole puso los ojos en blanco.
“Amb te echó, así que es evidente que no quiere verte por ahora. No tiene sentido que entres, solo conseguirás que te echen otra vez. Debería entrar otra persona”.
“¿Te refieres a ti?”.
Jared frunció el ceño.
Cole se puso derecho.
“¿Quién más está aquí ahora mismo? Sí, la Señora María podría entrar, pero no sabe mucho y no sabrá que decir para consolar a Amb. No funcionará tan bien”.
María asintió con la cabeza; Cole, a su vez, continuó: “Mi madre también podría hacerlo, pero me puse en contacto con ella y me dijo que mi padre se cayó esta tarde. Se lastimó la espalda, así que mi madre tiene que atenderlo; solo podrá venir mañana. Esto significa que ahora soy la única persona aquí que puede consolar a Amb, ¿Verdad?”.
Jared no pudo replicar y, al final, aceptó que Cole hablara con Amber. Después de todo, el análisis de este le tocó un punto sensible. Solo pensó en dejar que su esposa se calmara.
Sabía que ella era inteligente y que solo lo culpaba por lo que había hecho porque estaba furiosa; además, no tenía la claridad mental para reflexionar sobre la razón de su accionar. Por eso pensó que darle un tiempo a solas sería suficiente para que reflexionara por sí misma.
Sin embargo, no se planteó el tiempo que tardaría en hacerlo. Estaría bien que lo hiciera cuanto antes, pero si se obsesionaba con el hecho de que él había ayudado a Tamara, no podría superar la situación pronto.
Si sus emociones negativas continuaban intensificándose, tanto ella como el bebé sufrirían.
“Voy a entrar entonces”, dijo Cole mientras se acomodaba la ropa.
Jared lo miró.
“Si eres capaz de ayudarme a aconsejarla, entonces te debo una”.
“Ya me debes mucho por alejar a XXXX de mí. Nunca podrás pagármelo, así que ¿Qué sentido tiene decir esto ahora? La única forma que tienes de compensármelo es cuidando bien de Amb, protegiéndola y queriéndola”, resopló.
“Seguiría haciendo todo eso sin que tú me lo dijeras”, replicó Jared con seriedad.
Cole se burló y entró a la habitación. Una vez que la puerta se cerró tras él, María sonrió.
“El Señor Lara tiene buen corazón”.
Jared no discrepó. Aunque Cole le resultaba bastante molesto, sabía que él era una persona confiable cuando la situación involucraba a Amber.
“Tendremos que esperar a ver qué sucede ahora”.
Jared se masajeó la sien y se sentó en la silla que estaba cerca.
“Espero que Cole pueda convencer a Hojita”.
“Así es. No tiene sentido que nos preocupemos por eso ahora. Tendremos que confiar en el Señor Lara”.
María asintió.
Adentro de la habitación, Amber oyó ruido de pasos y supuso que era Jared quien había entrado, así que cerró los ojos y gritó:
“Te dije que salieras, ¿No? ¿Por qué volviste a entrar?”.
“Cielos, suenas tan feroz”, se burló Cole.
Amber se sobresaltó, entonces abrió los ojos y parpadeó sorprendida un par de veces al verlo.
“¿Cole?”.
“Soy yo”.
Se acercó a la cama y se sentó en una silla.
Amber ladeó la cabeza confundida.
“¿Qué haces aquí?”.
“¿Por qué no iba a venir a visitarte cuando ha ocurrido algo tan grave como esto?”.
Cole la examinó y frunció el ceño al ver su rostro demacrado y pálido.
“¿Por qué adelgazaste tanto?”, preguntó frunciendo el ceño.
“No tengo apetito, así que perdí un poco de peso”.
Amber se tocó el rostro y forzó una sonrisa.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar