Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1616
Capítulo 1616:
Ya no tenía una expresión de burla y permaneció inmóvil, sentada en la cama del hospital; sentía que la había alcanzado un rayo. También sentía un fuerte zumbido en la cabeza y tenía la mente en blanco, Rita no había terminado y repitió lo que había dicho de manera más enfática:
“Amber, soy un fraude, pero tú no. Eres la hija biológica de Tadeo García y su esposa. ¡Eres la verdadera Rita García!”.
“¡Imposible!”.
Amber recobró los sentidos. Juntó las manos con fuerza, negó con la cabeza con vigor y empalideció.
“¡Es imposible! ¡No puede ser verdad! ¡Estás mintiendo! ¡Eso no es cierto!”.
‘¿Soy Rita García? ¡Vaya broma! ¿Cómo podría serlo? Esta mujer debe estar tratando de engañarme. No le creo. ¡No lo creeré!’.
Era evidente que Amber estaba nerviosa. En respuesta, la sonrisa de Rita se volvió más despiadada.
“Señorita Reyes, sé que no me cree, pero es la verdad. Tengo evidencia, ¿Sabe por qué le quité el lunar rojo de la muñeca?”.
En cuanto dijo eso; la expresión de Amber cambió de forma drástica una vez más.
Recordaba él incidente y sabía que Rita García tenía un lunar rojo en la muñeca. Al ver que la mujer temblaba ligeramente de la incredulidad, Rita continuó explicando:
“Parece que intuía la verdad, Señorita Reyes. Así es, Rita García tiene un lunar rojo en la muñeca derecha. Descubrí por accidente que usted tenía uno igual y enseguida me pregunté si era Rita García. Por ese motivo, planeé obtener un cabello suyo cuando me encontré con usted. Luego, llevé su cabello al laboratorio de ADN y descubrí que era la verdadera Rita, la hija que los García habían estado buscando con desesperación durante tanto tiempo”.
“¿Cómo…?”.
Amber se tomó la cabeza con fuerza mientras se hundía en un estado de completa inseguridad.
Era evidente que no podía aceptar lo que le decía. Estaba al borde de una crisis emocional.
“¿Cómo puedo ser Rita García? ¿Cómo puede Rita García ser yo?”.
No podía aceptar la verdad. No obstante, la otra mujer estaba determinada a obligar a Amber a aceptar la verdad, así que siguió explicando:
“Después de enterarme de que usted era Rita García, tenía mucho miedo de que mis padres descubrieran su identidad algún día por el lunar rojo de la muñeca. A fin de cuentas, vivían demasiado cerca en Ciudad del Mar. Por ese motivo, no tuve elección y tuve que deshacerme de su lunar. Pensé que todo estaría bien una vez que lo hiciera. ¿Quién podría haberse imaginado que el Presidente Farrell vincularía el incidente conmigo con tanta rapidez? Me arrestó y me llevó a la estación de policía, donde me interrogó sobre el motivo de mi comportamiento. Era tan aterrador que no me atrevía ocultarle la verdad; por lo tanto, le conté todo”.
“¿Qué dijiste?”.
Amber levantó la cabeza de forma abrupta y miró fijo a la mujer.
“¿Acabas de decir que Jared siempre supo sobre que yo…?”.
“Así es. Desde ese día, el Presidente Farrell siempre supo que usted era Rita García”.
La joven sonrió de manera más despiadada.
Amber estaba más confundida que antes.
‘Jared sabe la verdad desde hace ya mucho tiempo. Si es así… ¿Por qué no me contó?’.
Rita fingió que no notaba el colapso mental de Amber y continuó de manera obstinada:
“El Presidente Farrell me dijo que no podría ocultar la verdad con tan solo quitarle el lunar rojo de la muñeca. De hecho, afirmó que fue lo más estúpido que pude hacer. La policía tendría un informe específico de las heridas que le causé. Al final, la Familia García se enteraría del lunar al leer los reportes policiales y descubrirían que yo era una farsa. ¿Adivina por qué la Familia García nunca vio los reportes policiales? ¿Por qué jamás se enteraron de cómo la herí al quitarle el lunar de la muñeca?”.
“¿Por qué?”.
A pesar de la confusión de Amber, la imagen de Jared apareció en su mente de repente.
‘¿Fue él?’.
Negó con la cabeza de manera violenta, se sentía emocionalmente devastada como nunca antes. Por desgracia, lo que dijo Rita a continuación la llevó al filo del abismo.
“Si, es justo lo que piensa, Señorita Reyes; fue gracias al Presidente Farrell. El ocultó todo. Por esa razón, la Familia García jamás descubrió la verdad sobre cómo le quité el lunar rojo de la muñeca. Lo único que sabían era que yo la había dejado inconsciente. De lo contrario, mi identidad habría quedado expuesta hace ya mucho tiempo y usted se habría enterado de que era la verdadera Rita García, pero no por mí. Además de eso, el Presidente Farrell también realizó otras maniobras para ocultar la verdad. ¿Quiere saber qué hizo, Señorita Reyes?”, Rita se inclinó.
Amber se cubrió las orejas.
“¡Detente! ¡No quiero escuchar! ¡No quiero escuchar!”.
“Se lo diré, aunque no quiera escuchar”.
La mujer tomó y apartó los brazos de Amber.
“Cuando descubrí que usted y el Señor Collado planeaban exponer mi identidad, me asusté. Por lo tanto, tomé la iniciativa de contactar al Presidente Farrell. Quería preguntarle si tenía alguna solución, pero me dijo que esperara. Cuando no pude obtener una respuesta concreta, me impacienté; no podía seguir esperando de brazos cruzados. Por eso comencé a pelear a propósito con usted en el hospital y le arranqué un mechón de cabello”.
Amber recordó el incidente al instante tras escucharla.
“Es verdad”.
Se encontró con Rita cuando salió del ascensor y esta le arrancó un mechón de cabello. Ella no sabía que su objetivo era su cabello y solo creyó que el incidente fue un malentendido. No fue hasta ese momento que descubrió la verdad; estuvo todo premeditado.
“Entonces… reuniste y acomodaste el cabello de ese incidente con tu horquilla y luego fingiste que había sido tu cabello. ¿Es así?”.
“Si”, admitió Rita al instante.
“Debido a la diferencia en el color, incluso me teñí el cabello para que combinara con el suyo, Señorita Reyes. Poco después de eso, usted y el Señor Collado le informaron a la Familia García que yo no era su hija biológica y fue entonces que sugerí que realizáramos una prueba de ADN. En ese entonces, el Presidente Farrell no sabía lo que yo le había hecho a usted. Cuando escuchó que pedí una prueba de ADN, me envió un mensaje de inmediato para preguntarme sobre la situación. No le oculté la verdad y de conté todo mi plan. A pesar de que estaba furioso, al final, escogió ayudarme”.
“¡Te ayudó a cambiar las muestras de ADN de las pruebas entre tú y la Familia Carrasco!”.
Amber tenía una mirada sombría.
Rita le había mencionado antes que no habían sobornado a los laboratorios; no obstante, los resultados de la prueba de ADN entre ella y la Familia Carrasco habían indicado que, de hecho, ella no era su hija biológica.
En ese caso, solo podía haber una explicación; Jared había manipulado los resultados de la prueba de ADN entre Rita y la Familia Carrasco o había manipulado las muestras.
“Supuso bien, Señorita Reyes. El Presidente Farrell intercambió mi cabello por el suyo; reemplazó su cabello en las muestras de ADN para la prueba con la Familia Carrasco. De esa manera, las pruebas con ambas parejas solo contendrían muestras de su cabello; ninguna de ellas me pertenecía a mí. Es por eso que… cuando estuvieron listos los resultados, una de las pruebas de ADN mostraba una relación paterno filial y la otra no. El Presidente Farrell jamás tuvo la intención de que usted se enterara de su verdadera identidad”, le explicó Rita.
Amber cerró los ojos y una sola lágrima se deslizó por la mejilla. Rita tomó a Amber de los hombros.
“Señorita Reyes, ya le dije todo. ¿Ahora puede acceder a salvar a mi padre? Después de todo, usted es la verdadera Rita García; es su verdadera hija. ¡Debe salvarlo!”.
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