Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1611
Capítulo 1611:
‘Ya que no estoy tan ocupada con el trabajo y que debo permanecer en el hospital todo el día, puedo relajarme. No puedo usar mucho mi teléfono y me aburro, lo que provocó que comience a pensar qué puedo hacer. Primero no sabía qué actividad debería comenzar para entretenerme; luego, la Señora María se ofreció para enseñarme a tejer un suéter para mi bebé. Me parece interesante y, ya que me gustaría ver a mi hijo usarlo, accedí a aprender. Sin mencionar que en el pasado dejé de practicar porque era ansiosa, esta vez, quizás por mi edad y porque seré madre pronto, estoy tranquila. Además, creo que tejer es una actividad para aprender y que puedo tejer un suéter para cada uno. A pesar de que me tomará un mes o dos finalizar este, quizás para el próximo invierno tendré varios para darle uno a la abuela, a Jared y al resto. No obstante, los suyos pueden esperar, pero, en este momento, solo quiero tejer uno para regalárselo a mi bebé. Además, quiero tejer uno para mi otro hijo, que, aunque no esté conmigo, aún lo recuerdo y no quiero olvidarlo. De hecho, estoy pensando en prepararle un obsequio a él también junto con el del bebé que tengo en el vientre. Es lo único que puedo hacer por ellos como madre, pero debo discutir esto con Jared porque no estoy segura de sí estará de acuerdo con lo que pienso’.
Justo mientras pensaba en ello, vio a una persona pararse frente a ella. Amber levantó la mirada y vio que el hombre la observaba.
“¿Qué sucede?”, preguntó.
“Yo debería preguntarte eso a ti”, respondió mientras le acariciaba el cabello.
“¿Por qué de repente te ves angustiada?”.
Se mordió el labio inferior y dudo un instante hasta que logro expresar sus intenciones de darle un obsequio al hijo que había perdido. Al escucharla, él se río y estuvo de acuerdo.
“Claro, prepara lo que tú quieras. Yo también compraré un regalo para su habitación y dejaremos todos los objetos en el lugar que prepararé exclusivamente para él. Siempre que le compremos un presente a nuestro hijo por nacer, le regalaremos también a aquel que perdimos”.
Al escucharlo, ella no pudo evitar sonreír.
“Pensé que esto te parecería una tontería”.
‘Después de todo, no muchos entienden esto. Además, de acuerdo con algunas creencias tradicionales, podría considerarse nefasto. Algunos podrían pensar que extraño tanto a ese hijo que perdí la cabeza; incluso me preocupaba que Jared no comprendiera por qué quería esto. Por fortuna, jamás me decepciona’.
“¿Por qué piensas eso?”.
Jared le sujetó el rostro con ambas manos y la miró serio.
“Te entiendo y jamás pensaré que no tienes buenas ideas. Son nuestros hijos y nosotros sus padres; se lo debemos a ese bebé, así que es lo correcto que pensemos en él”.
A Amber se le llenaron los ojos de lágrimas y asintió.
“¿Dónde quieres que vivamos?”, preguntó con cautela al mismo tiempo que le soltaba el rostro.
Acababan de volver a casarse, así que debían elegir un lugar para vivir; sin embargo, habían pasado varios días en el hospital y no habían regresado a la Residencia Bahía del Mar o a otro lugar.
En ese momento, debían pensar en un nuevo hogar, ya que el bebé iba a nacer y ellos pedían mudarse de inmediato.
La Residencia Bahía del Mar no era apropiada para ellos; como iban a tener un hijo, ese lugar era muy pequeño y no tendrían suficiente espacio para toda la familia. El niño necesitaba tener su propia habitación y las niñeras deberían estar allí para cuidarlo.
No quería que su hijo durmiera en la misma habitación con ella; de lo contrario, las niñeras podrían entrar y salir como quisieran. Amber sabía que él tenía razón, así que, cuando le preguntó dónde podían vivir, ella comenzó a pensar en un lugar.
Luego de un momento, no se le ocurrió nada adecuado. Al final, fue María quien les hizo una sugerencia.
“Joven Ama Amber, ¿Por qué no se quedan en la Residencia Las Estaciones?”.
“¿Ahí?”.
A Amber le parecía extraño porque sabía que ese lugar era una comunidad cerrada que había comenzado a desarrollarse desde hacía solo dos años. Cada casa en la residencia valía cientos de millones, así que miró al hombre.
“¿También tienes una propiedad allí?”.
“¡Claro que sí!”, respondió con seguridad.
“Cuando finalizaron la construcción, el hombre me preguntó si quería una casa en ese lugar; le pedí que reservara una al azar para mí, pero me otorgó la residencia principal para aprovechar al máximo la inversión. La casa está en un buen lugar, así que la compré. Ahora que lo pienso, es una buena opción para comenzar nuestra familia allí. Está lejos de la Residencia Farrell, pero no tanto de la Compañía Paradigma. ¿Qué opinas?”.
Amber pensó por un momento y se dio cuenta de que estaba en lo cierto.
“Joven Amo Jared, jamás ha vivido allí”, comentó María sonriendo.
“Aunque está amueblada, necesitará más. ¿Quiere que me encargue de eso?”.
Lo más apropiado habría sido que la esposa se ocupara del nuevo hogar, pero, por el estado de Amber, ¿Cómo iba a rechazar la oferta de María?
“Te debo un favor, María”, dijo mientras le sonreía agradecida.
“No hay problema”, contestó mientras sacudía la mano.
“¿Qué le gusta a usted y al joven amo? Pediré que alguien haga todos los arreglos”.
“No te preocupes sobre nuestras preferencias. Te lo detallaremos después de que las discutamos”, explicó Jared mientras agarraba un trozo de fruta del plato.
Aunque era bueno consumir frutas, no debían hacerlo en grandes cantidades; vio que Amber comió bastante, así que podía guardar el resto para después. María pensó que lo que acababan de decirle era razonable, así que no dijo una palabra más.
“La Residencia Las Estaciones es bastante amplia; tiene mil metros cuadrados y cuatro pisos en total. Podemos preparar un piso para cada niño con sus habitaciones e incluir una sala de entretenimiento, una sala de estudio y un salón de juegos. Aun así, tendríamos bastante espacio”.
“De acuerdo”, asintió Amber.
María los escuchaba y suspiró en silencio; sabía a qué otro niño se refería. En cuanto a eso, era una pena lo que había pasado, pero esa era la realidad.
Todo ocurrió por culpa de Tania García; si no fuera por ella, la relación de Amber y Jared no habría tenido tantos problemas. Esa mujer era en verdad perversa y María la odiaba.
“Por cierto, ¿Con quién hablabas por teléfono hace un momento? Estabas muy serio. ¿Hubo un problema en la compañía? Si debes atender algún asunto, puedes ir”, comentó la mujer cuando recordó lo serio que estaba el hombre antes.
“No hay ningún problema”, contestó mientras sacudía la cabeza.
“Me llamaron por Tadeo”.
“¿Qué ocurre con él?”, preguntó con los ojos entrecerrados.
“¿Falleció o…? De ser así…”.
De inmediato sintió un malestar indescriptible. Quería decir que sería grandioso que así fuera, pero no pudo decir nada al respecto. La realidad era que ni siquiera se atrevía a pensarlo.
‘¿Por qué me siento así?’.
Estaba confundida y no comprendía porque estaba tan incómoda. Jared no notó nada extraño y bebió un sorbo de agua.
“Su estado ha empeorado y lo enviaron a otro hospital en ambulancia”, explicó.
“¿Eso es todo?”.
Levanto la cabeza; no indagó más sobre el asunto porque en verdad no sabía qué preguntar. Por algún motivo; el corazón le latía con rapidez y se sentía sofocada.
Finalmente, Jared la notó extraña y le tocó la frente.
“¿Qué ocurre? ¿Estás bien?”.
“Sí”, respondió mientras forzaba una sonrisa.
“No sé porque, pero me causó malestar”.
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