Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1601

Capítulo 1601:

“¿Quién es?”.

El hombre mordió el sorbete, evidenciando en su mirada el sufrimiento por tener que beber la leche desagradable.

“Es la policía”.

Le mostró el teléfono.

“Debe ser por el caso de Ángel. Hablaré por teléfono, así que apresúrate y termínala o se enfriará”.

El hombre enseguida murmuró en respuesta a su sufrimiento, pero Amber lo ignoró y contestó la llamada de inmediato.

Unos minutos más tarde, terminó la llamada y Jared suspiró tras terminarse la leche. Amber tomó el vaso y tiró la caja de leche al contenedor de basura más cercano.

“El oficial me recordó que asistiera al juicio de Ángel que está próximo a empezar”.

“Iré contigo”, dijo.

Ella sacudió la cabeza.

“No, deberías descansar en el hospital. Además, hay muchos lugares a los que me puedes acompañar en el futuro; ahora no es el momento”.

A pesar de su reticencia, se mantuvo en silencio ante la noción de que ella no cedería, más allá de lo que le dijera. Amber le tomó las mejillas para consolar al hombre insatisfecho.

“Tranquilo, no pasa nada. ¿Por qué estas malhumorado?”.

Él la miró.

“No es que no esté contento, es solo que odio no poder hacerte compañía ahora mismo debido a mi cirugía”.

La mujer esbozó una sonrisa dulce.

“¿Te estás escuchando? Esto es solo por un tiempo; quédate tranquilo porque irás conmigo a donde sea en el futuro. No te pongas triste, ¿Sí?”.

Jared le apartó las manos.

“No me trates como a un bebe”.

“Entonces, ¿Debería tratarte como a un bebé grande?”.

Amber pestañeó, haciéndole cosquillas y ella también sonrió.

“Así me gusta más. Estar feliz es lo más importante. Bueno, es casi hora de volver. Demos un paseo antes de regresar a la habitación”.

Después de que Jared aceptó, ella empujó la silla de ruedas para darle otra vuelta al jardín y volvieron a la habitación. El cielo estaba oscuro. Amber llamó a Cole mientras Jared se bañaba.

Como Cole y Jeremy eran buenos amigos, supuso que Cole tenía derecho a saber sobre su desaparición, pero para su sorpresa, estaba bastante tranquilo porque había predicho que ese día llegaría.

Él y Jared pensaban lo mismo; podía ser porque eran hombres, así que entendían la naturaleza de Jeremy más que ella, por lo que la desaparición no tomó por sorpresa a Cole.

“Lo que tenga que ser, será”, comentó al escuchar la noticia.

Comparada con la reacción de Cole y Jared, ella estaba decepcionada, no de ellos sino de ella misma.

‘Afirmé ser familia de Jeremy, pero no lo conocía muy bien. De otro modo, hubiera sabido que quería desaparecer. Estaba así por mí, ya que no me preocupé lo suficiente por él. Si solo lo hubiera entendido mejor, cómo pensaba y hubiera pasado más tiempo hablando con él, podía no haber tomado esa decisión’.

Amber pensaba que, en parte, era su culpa que Jeremy terminara de esa forma. No volvió a hablarle a Cole desde ese día en adelante, ni tampoco le preguntó si había llegado a una conclusión después de varios días.

Sabía que iría a verla una vez que se diera cuenta de todo, pero todavía tenía que hacerlo. Tal vez, todavía le quedaba mucho camino por recorrer.

“Le daré un poco más de tiempo”; pensó Amber.

Luego, Jared abrió la puerta del baño y salió; notó que ella sostenía su teléfono y que estaba perpleja.

“¿Con quién hablas?”, preguntó el hombre.

La había escuchado hablar mientras se duchaba; no había nadie más en esa habitación, así que debía haber conversado con alguien por teléfono. Amber no le ocultó nada y lo guio hasta la cama.

“Con Cole; debía comunicarle que el Jeremy que conocemos murió porque ellos dos son amigos. No correspondía ocultárselo”.

“¿Cómo reaccionó?”, dijo mientras se sentaba en la cama.

“Igual que tú. Esperaba que esto ocurriera tarde o temprano”.

“No me sorprende”.

Se recostó y apoyó en la cabecera de la cama.

“Jeremy siempre fue muy evidente, así que cualquiera podía predecir que esto iba a ocurrir”.

“¡Yo no!”, exclamó consternada mientras bajaba la mirada.

“Esto no es tu culpa”, explicó para consolarla mientras le acariciaba el cabello.

“Estabas muy ocupada con la Compañía Paradigma; no tenías tiempo ni energía para considerar otro asunto. Olvídalo y deja de culparte. Ya deberías acostarte”.

Lo miró y forzó una sonrisa mientras se acostaba. Aquella noche no pudo dormir bien y soñó con Jeremy.

El joven estaba en un lugar oscuro y le sonreía; ella corría encantada de verlo, pero él no permitió que se acercara más y se despidió. Luego, se volteó y perdió en la oscuridad; tan solo luego de dar algunos pasos, el hombre comenzó a brillar y se convirtió en estrellas que desaparecieron.

Amber corrió desesperada para intentar evitar que se esfumara, pero no lo alcanzó; solo logró agarrar un poco de ese polvo brillante en el que se transformó Jeremy, pero no pudo guardarlo porque se disipó en la palma de su mano.

Para ese entonces, ella se angustió y cayó al suelo mientras lloraba desconsolada en la oscuridad.

Luego de permanecer allí durante un rato, escuchó una voz.

“Cariño”.

Ella levantó la cabeza poco a poco y notó una luz sobre ella; vio estrecharse una mano delgada que salía de ese destello. Por instinto, intentó alcanzarla y, al agarrarla, sintió que la oscuridad a su alrededor desaparecía por completo; todo su alrededor brillaba en ese momento.

Amber se estremeció, abrió los ojos y vio a Jared. El lugar brillaba porque ya había amanecido. El hombre suspiró aliviado al verla despertarse.

“¡Estas despierta!”.

A modo de respuesta, Amber se giró para mirarlo; el hombre tenía la cabeza agachada para observarla y podía notarse la expresión de preocupación. Confundida, parpadeó varias veces.

“¿Qué sucede?”.

“Tuviste una pesadilla”.

Agarró un pañuelo descartable y le secó las lágrimas

“Te escuché hablar dormida justo cuando comenzaba a amanecer. Cuando me desperté, escuché que llamaste a Jeremy varias veces; luego, comenzaste a llorar. En ese momento, me di cuenta de que estabas soñado con él; no quería despertarte, pero, al ver que sollozabas cada vez más, decidí hacerlo. Comencé a desesperarme al ver que no reaccionabas”.

Amber vio las ojeras que tenía el hombre y supo que no había dormido bien por ella y no pudo evitar sentirse culpable. Se volteó y lo abrazó por la cadera mientras restregaba el rostro en el pecho de Jared.

“Lamento haberte preocupado”.

“Soy tu esposo y es mi deber preocuparme por tu bienestar”, comentó mientras le daba una palmada en la espalda.

“¿Qué soñaste con Jeremy?”.

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