Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1563
Capítulo 1563:
En ese momento, tenía sed, así que bebió un sorbo antes de responder: “Sí. Me fui con Jared para adquirir conocimiento; no espere que tardara tanto”.
Cole se sentó frente a ella y le dijo: “Todo está bien ahora que estás de vuelta. ¿Cómo estuvo el viaje?”.
Amber dejó el vaso de agua, parpadeó sorprendida y contestó con despreocupación: “No estuvo mal. Fue una revelación”.
“Suena estupendo. Es útil para tu futura gestión en la Compañía Paradigma”.
“Si”, asintió.
Cole la miró y preguntó: “Por cierto, ¿Por qué no me contaste de antemano que regresabas? Pude haber ido a buscarte al aeropuerto, pero regresaste de repente. Ni siquiera sabía que habías vuelto hasta esta mañana. Sin embargo, pareces de buen humor. ¿Acaso no estás afectada por el desfase horario?”.
Luego ella bajó la mirada con culpa y respondió: “No, he regresado antes de ayer. Sufro del desfase horario por uno o dos días, pero me siento renovada; no estoy agotada. No te dije que regresaba porque sabía que ibas a insistir en ir a recogerme, pero no quería molestarte con eso, así que decidí mantener mi regreso en secreto”.
“Ya veo”, asintió, pero no dudó de ella.
“¿Qué hay de Jared? ¿También volvió?”.
“No”.
Amber negó con la cabeza y dijo: “Él se quedará allí un poco más de tiempo”.
“Pfff”.
Cole frunció los labios con desdén.
“¿Ese mocoso te dejó venir sola a casa por voluntad propia? Pensé que estaría a tu lado y volvería al país contigo. Sin embargo, me sorprende que siga en el extranjero. Parece que no hay nada interesante sobre él, después de todo”.
Amber se rio entre dientes.
“Bueno, estaba bastante reticente a que viniera, pero sabe que valoro la Compañía Paradigma, así que me respeta y me deja volver”.
A Amber le pareció adorable cuando pensó que Jared no estaba dispuesto a separarse de ella esa mañana. Parecía como si lo hubieran abandonado, pero reprimió sus intenciones de impedir que ella se marchara.
Tras ver su expresión, Cole supo que debía estar imaginándose otra vez el rostro de su amado, así que no pudo evitar poner los ojos en blanco.
“Muy bien, ya basta. Me impacta verte tan enamorada de él. Ya que has vuelto, te cedo la responsabilidad de la compañía y vuelvo a mi casa”.
Acto seguido, se fue a recoger sus pertenencias. Amber se levantó y lo siguió, entretanto recordó lo que le había dicho el detective. Por eso entreabrió los labios y dudó en hablar.
Quería preguntarle sin rodeos si había encerrado a Daniela y qué estaba tramando. Sin embargo, cuando quiso hablar, no pudo hacer ninguna pregunta. No sabía cómo decirlo porque temía que él se enfureciera si se lo preguntaba.
Al percibir que algo andaba mal, ya que ella lo seguía, Cole se dio vuelta justo a tiempo y vio que Amber se mordía los labios; por tanto, pregunto confundido: “¿Qué sucede?”.
De repente, ella forzó una sonrisa y pronunció: “Cole, tú…”.
“¿Sí?”.
Esperó a que dijera algo.
Amber respiró hondo y continuó: “De acuerdo, quería preguntarte algo”.
Antes de que pudiera terminar su pregunta, sonó su teléfono.
Amber no tuvo otra opción más que reprimir sus palabras y esperar a que Cole colgara el teléfono. Dos minutos más tarde, la expresión de él cambió y se mostró inquieto.
“De acuerdo. Ahora mismo voy para allá”.
Un instante después, se dio vuelta para marcharse sin siquiera recoger sus pertenencias.
Ella lo llamó y le preguntó: “¿Qué sucede, Cole?”.
Él se detuvo de golpe, pues de pronto recordó que Amber aún estaba allí, entonces dijo apresurado: “Tengo prisa, así que me voy. Por favor, ayúdame a recoger mis pertenencias y pídele a alguien que me las haga llegar a mi compañía. Bueno, tengo que irme ya”.
Tras eso, salió apresurado de la oficina.
Amber justo había levantado la mano para detenerlo, pero desapareció de pronto, entonces la bajó y se sintió impotente. Al final, no pudo expresar lo que quería decirle, por lo que suspiró.
“Hablaré con él al respecto cuando lo vea de nuevo”.
Tras tocarse la frente, caminó hacia el escritorio y ayudó a empacar sus pertenencias. Él no tenía muchos artículos, así que todo entraba en una caja.
Luego, Amber le dijo a Raquel que entrara a su oficina y le pidió que consiguiera a alguien que enviara la caja a la Compañía Lara. La secretaria accedió y la recogió; sin embargo, en vez de irse, se quedó mirando fijo a su jefa. Como sabía lo que ella quería preguntar, Amber sonrió impotente.
“Discúlpame. No llegué a preguntarle sobre eso porque se marchó a toda prisa después de atender una llamada. Tendremos que esperar hasta la próxima”.
“Entiendo”. Raquel suspiró abatida.
“De todos modos, usted no podía hacer nada”.
“No te preocupes, llegaré al fondo de esto”, le dijo, consolándola.
La secretaria asintió y se fue con la caja. En el momento en que Amber se dio vuelta en la oficina vacía, se sintió sola de repente.
Luego, tomó asiento en su silla y le envió un mensaje a Jared para decirle que ya había comenzado a trabajar. Antes de que saliera de la casa esa mañana, él le había pedido que lo hiciera; insistió en que debía mandarle un mensaje cuando llegara para que él pudiera quedarse tranquilo. Amber tenía que avisarle que había llegado bien.
Eso demostró que el incidente anterior lo había traumatizado.
Después de lo sucedido, él ya no dejó que los guardaespaldas la siguieran en secreto.
En su lugar, la seguían detrás del auto para poder protegerla siempre. En ese momento, los dos guardaespaldas estaban en el vestíbulo de la Compañía Paradigma; esperaban a que saliera de trabajar para poder escoltarla hasta el hospital.
A pesar de eso, a Jared aún le preocupaba su seguridad. Amber tenía que enviarle un mensaje para comunicarle que había llegado; de lo contrario, no podría estar tranquilo, aunque los guardaespaldas ya le habían informado que la habían llevado con éxito a la compañía. De hecho, había estado esperando saber de ella.
En el instante en que recibió el mensaje, la llamó y le preguntó: “¿Por qué te comunicas recién? Los guardaespaldas me informaron que llegaste hace media hora”.
Tras escuchar el disgusto en su tono, Amber rápido contestó esbozando una sonrisa: “Discúlpame, me retrasé por un asunto”.
“¿Qué era?”, preguntó.
Ella no pretendía ocultárselo, así que le contó que estuvo hablando con Cole.
Al escucharla, Jared resoplo: “¿Por qué hablaste con él tanto tiempo? Debiste haberlo despedido y hacer que se marchara”.
Amber puso los ojos en blanco.
“Cole me ayudó a gestionar la compañía por bastante tiempo. Habría sido inapropiado si solo lo hubiera despedido; es como si lo hubiera abandonado después de haber recurrido a él”.
“¿Y qué si es así?”.
Jared se encogió de hombros.
Entre lágrimas y risas, ella decidió no detenerse en ese tema.
Después de beber un poco de agua, le preguntó de forma cariñosa: “¿Cómo te sientes hoy?”.
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