Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1536

Capítulo 1536:

Su voz era ronca como si acabara de despertarse. La única diferencia era que transmitía emociones complejas de desesperación y culpa.

“Usted y el Presidente Farrell no se habían reconciliado en ese tiempo. Si usted sabía que se había dañado el corazón, lo aceptaría de vuelta para devolverle su compasión, pero él no quería eso. Quería que quisiera reconciliarse con él por voluntad propia y no como forma de resarcimiento”, explicó Ben.

Remi, igual que Amber, se cubrió la boca, sorprendida cuando escuchó eso.

“El Presidente Farrell es tan buena persona…”.

A Amber le tembló la boca. Es cierto. Para ser honesta, Jared es un hombre amable que piensa en los demás. Desafortunadamente, Makenna mantuvo a su verdadera personalidad oculta por seis años; por eso, tuve que lidiar con un Jared falso en ese tiempo.

“Le debo más que un favor. No sé cómo compensarle por todo lo que hizo…”, susurró mientras bajaba la cabeza.

“Jared se sacrificó tantas veces por mí que perdí la cuenta. Nunca podré pagárselo de vuelta”.

“Señorita Reed”.

Ben la llamó en ese momento. Entonces, levantó la cabeza hacia él.

Este dijo: “Si no puede pagarle de vuelta, ¿Por qué no lo acompaña en esta vida? Puede pasar las siguientes décadas pagándoselo”.

Ella se dio cuenta de que le estaba dando una oportunidad para calmarse. Por eso, respiró hondo y se tranquilizó.

“Así deberá ser”.

Dijo eso como si ya no sintiera amor por Jared o como si la hubiera traicionado y quisiera dejarlo; sin embargo, no podía hacerlo. Por supuesto que no lo abandonaría si la traicionaba algún día. Se volvería indiferente y dejaría de amarlo.

Después, debía ser la Señora Farrell y no su esposa; después de todo, le debía por todo lo que había hecho por ella.

Ben sonrió y asintió.

“Está bien. No piense que no podrá pagar su deuda. Es suficiente con que de su vida entera. Creo que el Presidente Farrell lo aceptará. Trabajó tan duro para la felicidad del Presidente Farrell”.

“Eso parece, pero no hablemos de ellos ahora. Ya escuchaste lo que debías saber. De cualquier forma, Jared no morirá. Estará como nuevo en un año o dos. Ahora hablemos de tus ojos”.

Elías interrumpió la charla.

De pronto, Amber sintió algo inexplicable al tocarse la gaza en los ojos.

“¿Qué les sucede?”

“Por favor, Doctor Lansdale…”.

Remi se desesperó.

Antes le había mentido a Amber diciéndole que sus ojos estaban bien; sin embargo, el doctor iba a decirle la verdad en ese momento.

‘La Señorita Reed sabrá que su problema es más grave de lo que imaginaba. ¿Qué haremos si no puede soportarlo?’.

Sin embargo, había juzgado mal la fortaleza mental de Amber. El comentario de Elías y la reacción de Remi convencieron a Amber de que sus ojos no estaban tan bien como Remi decía. Debía tener algo malo.

Aun así, se mantuvo tranquila a pesar de sentirse decepcionada. Estaba dispuesta a escuchar cualquier noticia horrible con respecto a sus ojos, incluyendo la ceguera.

Por eso, le sonrió de manera amistosa a Remi.

“No te preocupes. Pude manejar el asunto de Jared, así que estoy segura de que mis ojos no están tan mal como su corazón. Doctor Lansdale, dígame. Estoy bien”.

Los ojos no eran un órgano vital y era posible sobrevivir sin ellos. Sin embargo, no se podía sobrevivir sin un corazón; por ende, Amber podía aceptar la noticia. Después de escucharla, Remi se tranquilizó y le permitió a Elías continuar con la tarea.

Después de eso, se agachó a modo de disculpa frente a él.

“Me disculpo, doctor. Fui muy imprudente. Puede continuar”.

Elías la miró de manera terrorífica y la ignoró. Remi debería estar agradecida de que trabaja para Amber. De otra forma, debido a su comportamiento maleducado, habría aplicado de algunos métodos para deshacerme de ella.

Mientras, Remi sintió un escalofrío que se elevaba desde los pies hasta la cabeza. Por alguna razón, no podía dejar de temblar del frio.

“Ya que tus ojos fueron expuestos por mucho tiempo al humo, tu retina está muy dañada. Si la condición es leve, tu vista estará borrosa cuando retiremos la gaza. Para ver, deberás utilizar unos anteojos especiales. Incluso si puedes ver con claridad, no será como antes”.

Amber asintió con calma.

“Ya veo. Así que, si utilizo anteojos, podré ver. Entonces, debería estar bien. No estoy ciega”.

“Aunque no lo estés, hay una probabilidad de que tu ceguera incremente con el tiempo”, respondió Elías.

Entonces, la sonrisa de Amber desapareció al escucharlo. Ben y Remi se pusieron serios.

Sin embargo, Amber volvió a sonreír.

“Está bien. Quedar ciega no es una gran preocupación a comparación con lo que le sucede a Jared”.

“Puedes curarte con una cirugía”, dijo Elías de manera abrupta.

Amber permaneció en silencio mientras le temblaba la boca.

“¿Puedo recuperar mi vista con cirugía, aunque me esté quedando ciega?”.

El asintió con indiferencia.

“Necesitarás una nueva córnea”.

“Entonces no es una ceguera de por vida si es tratable”.

Sonrió con amargura.

“Es correcto”, dijo, chasqueando los dedos.

“Mmm…”.

Amber comenzó a reír.

“¿Entonces, ¿Por qué no lo dijo de una vez?”.

“¿Por qué insiste en hablar de esa forma?”.

“¡Me asustó!”.

Amber, Ben y Remi querían golpearlo.

‘¿Desde cuándo tiene tan mal gusto este médico? ¿No es un hombre sin sentimientos? No parece ser el caso’.

“Doctor Lansdale”, dijo Ben.

Elías lo miró. Ben se quedó en silencio por unos segundos antes de decir.

“Noté que se está volviendo una persona más normal”.

Pensaba que estaba comenzando a sentir las emociones de las personas comunes de manera progresiva. Elías no era un idiota. Por el contrario, era astuto. Aunque Ben habló de manera críptica, entendió lo que quería decir. Por eso, se sorprendió.

“¿Parece que estoy comportándome con más normalidad?”.

Bajó la mirada y dijo: “Debo hacer algo, por favor, discúlpenme. Avísenme si necesitan algo”.

Iba a regresar a su oficina. Quería comprobar si se estaba convirtiendo en una persona común y corriente. Por ende, se fue con prisa. Ben y Amber entendieron por qué.

Remi no lo hizo, pero no le importaba ya que no sabía quién era; por ende, no hizo más preguntas.

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