Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1164

Capítulo 1164:

“¿Por qué no me lo dices en lugar de dar vueltas?”

Le acarició el rostro mientras se explicaba: “De acuerdo, te lo diré así, sin más.

Dijiste que hablaríamos de esto después de comer, y ya es después de comer. Por eso te pregunto si tienes dudas y por eso quieres que me levante”.

Amber se quedó sin palabras y estupefacta; claramente se había olvidado de ello.

“Si estás con dudas, solo dilo. No te culparé. De todos modos, no es tu primera vez” declaró él mientras su mirada se apaciguaba al ver lo abatida que estaba la joven y cerró los ojos, decepcionado y agraviado.

Al ver cómo se estaba comportando, Amber pareció saltar del lugar.

“Jared Farrell, ¡¿Puedes hablar como alguien normal?! ¿De quién has aprendido esa actitud? Además, ¡¿Cuándo dije que tengo dudas?! ¡¿Qué quieres decir con no es la primera vez que dudo?! ¡¿Cuándo me he retractado de mis palabras?! ¡¿Cómo es que no me enteré de eso?! ¡¿Cuándo no he cumplido Lo que te prometí?! ¡No te atrevas a calumniarme!”

Odiaba cómo la acusaba y la hacía parecer como si nunca hubiera cumplido sus promesas. Un brillo cruzó los ojos de Jared al verla enfadada y la miró con sorpresa.

“Entonces, ¿No te retractarás?”

“Por supuesto que no”. Amber hinchó el pecho y resopló con desagrado. “Nunca he dicho que me esté arrepintiendo. Eres tú quien ha sacado conclusiones precipitadas”.

“Perdón. Pensé que no querías hacerlo”.

La miró con diversión en los ojos. Amber se quedó primero perpleja al ver su sonrisa y el ridículo oculto bajo sus ojos, luego una revelación la golpeó, y abrió los ojos aún más.

“¡Jared Farrell, me engañaste!”

“¿Cómo te he engañado?” Parpadeó con inocencia, lo que hizo que ella apartara la mano de su pecho y señalara con rabia al hombre, mirándolo fijamente.

“¡Admitelo! Me empujaste y me provocaste, sin darme oportunidad de inventar excusas para huir”. Jared soltó una risita como respuesta, lo que solo hizo que se enfadara más.

“Te ríes. Así que lo admites, Eres increíble, Farrell”.

Hizo un movimiento, molesta, y levantó la pierna para patearlo. Sin embargo, fue como si el hombre tuviera ojos en la nuca, ya que le inmovilizó la pierna con la suya en el momento en que ella la levantó.

“Asi es, lo hice deliberadamente porque precisamente me preocupa que te retractes. No te enfades. Además, hace tiempo que me lo prometiste, ¿Recuerdas?

Su mirada se hizo más profunda al verla a los ojos. Amber no pudo rebatirlo ya que sí se lo había prometido.

“No es mi problema”. Lo miró con desprecio. “Puede que no me retractase de mis palabras si no me hubieras provocado a propósito, pero ahora que lo hiciste, te mostraré lo que es retractarse”.

Lo empujó, queriendo alejarlo, pero ¿Se movería?

Claro que no. La fuerza que Amber ejerció fue inútil. Por mucho que empujara, el hombre no cedía, era como sí fuera una pared. Por desgracia, después de empujar durante un rato, no solo no se movió ni un poco, sino que ella terminó agotada y jadeando mientras se desplomaba en el sofá.

Al ver su intento, Jared volvió a reírse.

“Vamos, ríndete. No dejaré que te retractes”, Inclinó un poco la cabeza y la bajó, haciendo que Amber cerrara los ojos por reflejo; sabía que iba a besarla y que no podía hacer nada más que tumbarse y resignarse al destino cuando no podía ni siquiera moverse.

¿No había un dicho que aplicaba a la situación?

Si no puedes vencerlos, úneteles. Después de todo, una vez que estuvieran en la cama no podría escapar, aunque lo consiguiera en ese momento, así que ¿Por qué no conformarse?

Pero el sonido del timbre llegó desde la entrada justo cuando los labios de Jared estaban a punto de tocar los suyos.

“Hay alguien en la puerta”. Amber abrió los ojos de inmediato y lo apartó con facilidad.

¿Quién sabía de dónde había sacado la fuerza? Quizás el hombre estaba tan concentrado en besarla que bajó la guardia.

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