Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1162

Capítulo 1162:

Amber por supuesto, no le echaba la culpa a Jared, más bien se dirigía a la Familia Jones. La mayoría de la gente sabía que incluso entre los ancianos, la Anciana Señora Farrell era la mayor.

Sin embargo, el Viejo Señor Jones la llamaba hermana; si eso no se consideraba una falta de respeto, entonces ¿Qué era? La gente que no estaba al tanto podría pensar que el Viejo Señor Jones era el abuelo de Jared y que la Anciana Señora Farrell era solo alguien sin importancia.

“Así es. El agravio que sufrió la abuela fue por mi culpa”. Jared se frotó las cienes.

Abrazándolo, Amber apoyó la cabeza en su hombro.

“Aunque fuera tu culpa, no fue como si lo hicieras a propósito, ¿Verdad? Después de todo, ¿Quién puede predecir el futuro?

Nadie puede comprender la verdadera naturaleza de un humano, así que no tienes que sentirte tan culpable. Creo que la abuela tampoco te culpará.

Si en verdad no puedes superarlo, entonces podemos ir a la mansión mañana y comer con ella antes de disculparnos.

¿Qué te parece?”

Tras oír eso, Jared dejó de frotarse las cienes y alzó a Amber, colocándola sobre su regazo, un movimiento que la asustó e, inconscientemente, se agarró a su cuello. A continuación, golpeó al hombre de manera juguetona.

“¿Qué estás haciendo? Me asustaste”.

Jared soltó una suave risa.

“Nada. Solo estoy contento. Por eso no he podido resistirme a abrazarte”.

“¿Qué te pone contento?” Amber se recostó en su abrazo.

El hombre le tocó el cabello.

“Me alegra que estés dispuesta a visitar a la abuela conmigo para que nos disculpemos. Aunque es mi culpa, me alegra que quieras compartir esta carga conmigo”.

Al oír eso, Amber dejó escapar una risita.

“¿No dijiste que estamos juntos en esto? Así que, claro que, pase lo que pase, lo afrontaremos juntos. Si yo estuviera en tu lugar, no creo que me dejes afrontarlo sola, ¿Verdad?”

Jared colocó su mandíbula sobre la cabeza de ella; sabía que tenía razón.

“Ves. No puedes decir que no, así que ¿Por qué no te acompañaría?”

Amber abrazó al hombre por la cintura y cerró los ojos.

“Además, si la abuela se enfada de verdad, no creo que te perdone si vas solo; conmigo a tu lado, podría hacerlo por el hecho de que yo esté allí. También lo hago por ti”.

Jared rio sutilmente.

“Tendré que darle las gracias entonces, Señora Farrell”.

Sonrojada, Amber se burló: “¿Qué quieres decir? No digas tonterías.

Él le levantó la barbilla mientras la miraba fijo a los ojos.

“¿Ah? ¿Digo tonterías? ¿No quieres ser la Señora Farrell?

“Yo…”. Amber se encontró con las palabras trabadas en la garganta.

Quería decir que no, pero sabía que él se enfadaría, sin embargo, le resultaba vergonzoso decir que sí. No quiero parecer desesperada por ser su esposa…

Uf. ¡Estoy entre la espada y la pared!

Al ver que la mujer guardaba silencio, Jared supo en qué estaba pensando.

Aunque se alegró de que ella no lo negara rotundamente, también le molestó su silencio y su vergüenza… Sí, podía lucir hermosa con una expresión avergonzada, pero había momentos en los que la vergüenza provocaba dolor de cabeza, como en ese momento.

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