Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1034

Capítulo 1034:

El ambiente en la sala de conferencias era tenso. El Señor Alfersen estaba en el asiento principal y miraba tranquilo su portátil; ignoraba a la gente de la sala, como si no existieran, pero eso era solo una fachada.

Estaba mucho más nervioso de lo que aparentaba, solo fingia estar tranquilo; en realidad, estaba más ansioso que cualquiera de los presentes.

Un hombre de mediana edad con traje se levantó de repente y comenzó a hablar en la sala: “Presidente”.

Todos lo miraron sorprendidos, incluso el Señor Alfersen. Sabía que tenía que afrontar finalmente las consecuencias cuando el hombre lo llamó; el silencio no era una solución. El Señor Alfersen suspiró para sus adentros y sostuvo su ratón, luego lo miró con calma.

“¿Qué ocurre?”

“Señor, nos dijo que el Señor Farrell cooperaría con nosotros porque ayudamos a la Señorita Reed. Usted prometió que él se aseguraría de que pudiéramos quedarnos. Confiamos en eso, así que aceptamos el préstamo a pesar de que las reservas se están agotando. ¿Y ahora qué? Hemos estado esperando desde la mañana, pero Grupo Farrell no hace nada para ayudar”. El hombre señalo al Señor Alfersen con rabia, exigiendo una explicación.

Todos asintieron y estuvieron de acuerdo con lo que decía el hombre.

“Sí, presidente. Prometió que el Señor Farrell iba a ayudarnos, pero su compañía no hizo nada hasta ahora”.

“¿Cómo vamos a confiar en usted?”

“Sí”. Otra persona también estuvo de acuerdo. “Si Grupo Farrell no nos ayuda, ese préstamo que aprobamos va a ser la gota que colme el vaso. ¿Puede manejar las repercusiones entonces, señor? Usted quería prestar el dinero en un principio”.

Todos lo miraron atentos y con dudas.

El Señor Alfersen tenía muchos años de experiencia laboral, pero incluso se sentía nervioso cuando todos lo miraban de esa manera; se preguntó si se había equivocado.

El banco principal se había quedado con muchos de sus activos líquidos en el último tiempo y, como ellos eran la sucursal principal, su objetivo para todas las cantidades de ahorro era al menos diez veces mayor que el de las otras sucursales.

Tenía que alcanzar ese objetivo para seguir trabajando como presidente. Todo el mundo tenía que asegurarse de que ese objetivo se alcanzara o los degradarían a las otras sucursales.

El problema era que todos los hombres adinerados eran renuentes a dejar su dinero en los bancos locales; preferían los del extranjero. Por eso, todavia no habían alcanzado su objetivo del año.

Era casi Navidad, pero todavía estaban muy lejos de lograrlo; podía sentir mucha presión sobre sus hombros.

Hablaba todos los días con los empresarios de Olkmore e intentaba convencerlos de que dejaran su dinero en Banco de Clifford, pero se negaban rotundamente. El Señor Alfersen se estaba quedando calvo por el estrés.

Justo cuando comenzaba a quedarse sin ideas, recibió una llamada de Amber, la Jefa de la Compañía Goldstone y novia de Jared.

Cuando se enteró de que ella iba a pedir un gran préstamo, se dio cuenta de que su compañía debía estar en problemas; esa era su oportunidad, así que accedió a verla. Solo lo hizo para confirmar si tenía una oportunidad de cambiar el asunto.

Se especializó en psicología en la universidad en aquel entonces, así que todo lo que tenía que hacer era reunirse con ella y podría confirmar sus posibilidades de que tuviera éxito.

Así, se reunió con la joven una tarde y, gracias a sus conocimientos profesionales, pudo ver la clase de mujer que era. Amber era egoísta y testaruda, pero no tenía conciencia de sí misma y era ingenua; alguien como ella era fácil de convencer y engañar. En el momento en que la vio, supo que su plan había tenido éxito.

La joven era egocéntrica y se preocupaba demasiado por lo que la gente pensaba de ella. Le inquietaba que le pudieran decir que era una mujer inútil que dependía de los hombres para tener éxito. Ante todo, tenía problemas de autoestima y lo ocultaba tras una fachada obstinada.

Quería ocuparse de todo ella misma, pero olvidaba que carecía de la capacidad para hacerlo y, al final, tuvo que pedir un préstamo. Podría haberle pedido ayuda a Jared y todo estaría resuelto, pero no lo hizo y, en cambio, acudió a otra persona.

Prácticamente me rogó que la utilizara; es una tonta por no aprovechar los recursos que tiene a su disposición.

Era malo para ella, pero grandioso para él porque no habría tenido esa oportunidad si ella no se hubiera negado de manera tan obstinada a pedirle ayuda a Jared.

El Señor Alfersen era hombre y sabía cómo se sentiría su prometido si descubriera que su novia prefería pedir ayuda a otra persona en lugar de a él. No estaba seguro de si su relación marchaba bien, pero los hombres amaban su ego.

Mientras siguieran juntos, a Jared le molestaria que Amber acudiera a otra persona y lo descuidara a él, aunque estuvieran peleados. Entonces, la convenció para que hablara con su prometido y fingió que lo hacía por el bien de su relación.

Apostó por la posibilidad de que ella le contara todo, incluido el hecho de que la había ayudado. Y Jared me deberá una. Sabía que este nunca debería ningún favor; pagaba su deuda casi de inmediato y cuando lo hacía era siempre generoso. Lo que el Señor Alfersen hizo fue una apuesta; si su plan funcionaba, podría mantener su puesto como presidente, pero si no lo hacía… No había pensado en la posibilidad de que su plan fallara; era bueno en darse cuenta de las intenciones de la gente, después de todo. Además, nunca había fallado; su plan era perfecto o eso creía.

Á esas alturas estaba comenzando a dudar de sí mismo. ¿Voy a fracasar esta vez? ¿Amber no le dio importancia a mi consejo y no lo habló con Jared?

Si ese es el caso, entonces él no habría sabido lo que hice o tal vez si se lo dijo y sabe que lo ayudé, pero no le pareció tan importante. Puede que se enfade porque lo involucré en esto.

Maldición, podría estar en camino a destruirme; utilicé a su novia para llegar a él solo Jared era un hombre inteligente, podía darse cuenta de lo que el Señor Alfersen había planeado fácilmente y este lo sabía.

Pensó en la posibilidad de que se enfadara al enterarse de eso y se vengaría de él; después de todo, a nadie le gustaría verse envuelto en los planes de otra persona.

Sin embargo, no tenía otra opción, así que esa era su única oportunidad. Tenía que desistir de actuar de manera prudente y ver si Jared se enfadaba por ello. Si se enfurecía por lo que el Señor Alfersen había hecho, entonces aceptaría su destino.

No obstante, si lo dejaba de lado y lo tomaba como un favor, entonces sería lo mejor; el problema era que desconocía lo que Jared estaba pensando.

¿Está enfadado por lo que hice o va a devolver el favor?

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