Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1029

Capítulo 1029:

“Porque fui débil” dijo mientras lo miraba a los ojos.

“Porque no tuve una buena familia, soy huérfana y mi marido no se preocupó por mi. Porque no tenía a nadie que me ayudara y esas personas solo se atreven a intimidar a los más débiles.

Me di cuenta de eso y juré que me haría más fuerte; no solo yo, sino que crearía todo un equipo de gente capaz de respaldarme. Nadie va a molestarme si tengo poder y no quiero depender de nadie más. No puedo confiar en nadie más que en mí misma.

¿No confía en nadie más? . Jared se angustió un poco.

“¿Tampoco puedes confiar en mí?” preguntó con voz ronca mientras apretaba los puños.

Amber desvió la mirada; no podía mirarlo a los ojos a pesar de que sabía que el hombre estaba angustiado.

“No; cualquiera puede ser traicionado. Algunos incluso pueden hacérselo a su propia familia y eso también nos puede pasar a nosotros.

Además, ya te dije que una de las razones es que no quiero recurrir a ti cada vez que tengo un problema. Si lo hago, acabaré perdiendo mi independencia y moriría si nos separáramos de nuevo”.

“¡No voy a dejarte!”

A Jared se le contorsionó el rostro y le sujetó la barbilla para obligarla a que lo mirara a los ojos

“Es que no confías en nuestra relación; no crees que podamos salir adelante juntos”.

Jared estaba en lo cierto y Amber suspiró; lo miró fijo a los ojos.

“No creo que esto funcione. La vida no es tan corta como crees. Puede que estemos enamorados de este momento, pero el amor tiene fecha de vencimiento; no sabemos cuánto puede durar nuestra relación. ¿Tres años? ¿Diez? No creo que nadie pueda estar enamorado para siempre”.

“No concuerdo con lo que dices” replicó Jared.

Amber se quedó atónita por un momento mientras lo miraba en silencio. Él le frotó la frente y le habló en voz baja.

“Mi abuelo murió cuando yo era un niño, así que no llegaste a conocerlo.

No lo sabes, pero estuvo enamorado de mi abuela toda su vida. Así que, en verdad existió alguien que amó a la misma persona durante toda su vida; que no lo hayas visto nunca no significa que no haya existido alguien así”.

“¿Esto es verdad?” preguntó luego de quedar boquiabierta por un instante.

“Por supuesto. Si no me crees, puedes preguntarle a mi abuela la proxima vez que la veas sobre su historia de amor y verás que no miento” respondió mientras la miraba a los ojos.

Ella se mordió el labio y se quedó en silencio; en ese momento, él le tocó la boca.

“Deja de morderte el labio. ¿No te duele?”

Amber negó con la cabeza porque en verdad no le dolía.

“Confía un poco, ¿Si?” exclamó mientras le daba una palmada en la cabeza.

“¿En qué debo confiar?” Amber lo miró de nuevo.

“Confía en el hecho de que podemos continuar juntos. Mi abuelo y mi abuela estuvieron enamorados toda su vida y nunca se separaron. Cumplieron sus votos matrimoniales, así que ¿Por qué nosotros no podemos hacer lo mismo?”

Amber bajó la mirada en silencio. Es verdad; no veo por qué no podríamos.

Quería sentirse segura, pero no podía porque tenían una larga vida por delante. Podían hacer promesas como si nada en ese momento, pero nadie sabía lo que les deparaba el futuro.

Amber continuaba en silencio; Jared sabía que ella aún no creía que pudieran continuar con su relación y suspiró, pero entendía el por qué: Nadie podía predecir el futuro. Ella no tenía motivos para creer en su promesa.

“Está bien”. Le sujetó la cabeza y la acercó a él; luego, continuó en voz baja: “Te demostraré que puedes confiar en mi; ya lo verás. No perderás esta guerra, pero a eso lo verás en el futuro.

No hablemos de esto en este momento; deberíamos cambiar el tema de conversación. Sé que no quieres depender de mí porque quieres crecer. No sabía que te preocupaba lo que los demás piensan de ti y es mi culpa. Soy tu pareja, pero no estoy al tanto de tus inquietudes. Lo siento”.

“No es tu culpa” dijo mientras negaba con la cabeza.

“Nunca te lo conté, así que no esperaba que supieras lo que estaba sucediendo”.

“Te prestaré más atención. No dejaré que esto se repita”. Se inclinó y le besó la cabeza.

“Y no le prestes atención a lo que dice la gente; no dejes que te afecte. ¿Y qué si no tuviste una familia ejemplar? No es el motivo por el cual estoy contigo y no creo que por eso debas sentir que no mereces estar conmigo. No me importa lo que puedas o no puedas hacer; para mí, tú eres la mejor mujer y nadie se compara contigo”.

“¿De qué estás hablando?” dijo entretenida. “Claro que hay mejores mujeres que yo; muchas personas lo son”.

“Pero tú sigues siendo la mejor para mí”. Le tomó las mejillas y la miró serio a los ojos.

Amber se sonrojó por la manera en que la miraba. No pudo evitarlo; la elogiaba tanto que era vergonzoso, pero también se sentía un poco feliz.

Debo estar volviéndome loca.

“Quiero decir que eres la mejor mujer para mí. No tienes que preocuparte por lo que piensen las personas. Sé que no dejarán de juzgarte y no puedo detenerlos; en realidad si puedo, pero no podré hacerlo durante toda la vida.

No dejarán de intimidarte, pero eso es solo porgue te envidian. ¿Por qué debería importarte la opinión de la gente que te tiene celos? Cuanto más te afecte lo que digan, más insegura te sentirás. Comenzarás a no confiar en nuestra relación y eso es lo que ellos quieren que ocurra”.

Amber lo miró.

Es cierto. ¿Por qué no había pensado en eso? Lo único que me importaba era la opinión del público y me inquietaba. Comencé a pensar que tal vez una mujer común y corriente como yo no merecía estar con alguien como Jared; pensé que no podíamos ser felices, ya que hay una gran brecha entre nosotros.

Continúo preguntándome si soy lo suficientemente buena para él, pero nunca pensé que solo me juzgaban por envidia. Solo intentan bajar mi autoestima y, si continúo por este camino, dejaría a Jared por culpa de ellos.

Creerían que soy una imbécil porque otros, sin importar lo que hicieran, no pudieron conseguir a Jared, pero yo si lo logré sin esforzarme e incluso lo abandoné.

Por supuesto que eso es estúpido. Sí. ¡Soy estúpida!-. Amber se golpeó la nuca.

Jared iba a ver si se había hecho daño en la cabeza, pero Amber le aparto la mano y lo miró.

“Lo siento. Nunca había pensado en eso. Yo…”

“Lo sé” la interrumpió el hombre.

“Y por eso te preocupa tanto lo que piensan. Nunca te has detenido a pensar por qué te juzgan; todo el mundo que tiene nuestro mismo nivel está destinado a que lo ataquen; es inevitable.

Incluso a mí me juzgan demasiado. Las personas me decían que sería peor que cualquier otro hombre de no ser parte de la Familia Farrell y haber heredado la compañía. Decían que sería peor que ellos”.

“¿De verdad comentaban eso de ti?”

Amber se quedó estupefacta.

“Sí” asintió con la cabeza. “Y todo por envidia. Solo los hombres que tienen las posiciones sociales más bajas no son envidiados, así que nunca traté de detenerlos; tampoco me importa lo que digan. De lo contrario, creerán que tienen razón. A ti tampoco te tiene que importar. No te presiones solo para demostrar que están equivocados porque no se detendrán. Solo pensarán que te han golpeado a donde más te duele y que tienen una oportunidad conmigo”.

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