Capítulo 89:

“Muy bien, voy air a buscar mi teléfono para hacer la reservación para lo antes posible”

Cuando Doña Berta salió del comedor, Franco miró a Victoria con algo de enfado.

“¿Te volviste loca, Victoria?, habíamos quedado de que el salón fuera lo más chico posible para que viniera la menor cantidad de gente posible”

Explico él.

“Sí, pero eso fue antes de Carla”

Le asombró la respuesta de la joven.

“¿Qué tiene que ver Carla en todo esto?”

“No sé, dímelo tú, anoche parecían muy íntimos”

Franco se puso de pie y comenzó a caminar por el comedor.

“¿Se trata de eso…?”

Pregunto Franco.

“¿Qué es eso?”

Preguntó Victoria.

“Celos, Victoria, ¿Se trata de celos?”

Volvía a preguntar Franco.

“¿Celosa yo, porque habría de estarlo?”

Sonrió irónicamente.

“Es lo que yo digo, ¿Porque lo estarías?, lo que yo haga con mi vida privada no te incumbe, ya te lo dije anoche”.

“Nunca hablamos de que tuvieras amantes”

Dijo Victoria con una mirada seria.

“No, pero, a menos que quieras que tenga amantes, tendrás que darme tú lo que necesito”

Explicó él.

“¿Y qué se supones que es lo que necesitas?”

Se acercó a ella y pegó su frente a la suya, la miró profundamente y le susurró:

“Se%o, Victoria, yo necesito mucho se%o. Si tú me lo das no buscaré amantes”

Victoria se separó bruscamente de él y lo empujó con sus manos.

“Solo en tus sueños tendrás se%o conmigo, grábatelo bien en esa dura cabeza que tienes”

Doña Berta había conseguido, debido a sus altísimas influencias, fecha para dos días en adelante.

“¿Pasado mañana, abuela?”

“Sí, Franco, dijimos lo más rápido posible, moví muchos hilos para conseguirlo”

Y mirando a la joven.

“Díselo, Victoria”

“Sí, cariño, mejor así, estoy encantada que sea cuanto antes “

“Bien, que sea pasado mañana entonces, no me dejan mucho para elegir”

“Franco, estas son cosas de mujeres, tu encárgate de estar allí con el anillo, lo demás déjalo en nuestras manos”

“Abuela, es que ustedes dos juntas son un peligro”

Río mirando a Victoria.

Pero ella solo le devolvió una mueca.

“Bueno, voy a buscar mi agenda para llamar a las boutiques, es que tenemos que comprarte el vestido más lindo del mundo, Victoria, ese días tienes que brillar más que una estrella”

La anciana abandonó el salón.

“Tienes un par de días para arrepentirte”

Dijo Franco acercándose a Victoria.

Pero ella dio un par de pasos hacia atrás para alejarse.

“Yo soy una persona de palabra, así no me echaré atrás”

Dijo ella.

“Mejor así”

Dijo volviéndose a acercar.

Pero esta vez ella no pudo retroceder porque estaba contra la gran mesa del comedor. ¨

Franco, aprovechó que ella estaba acorralada y le apoyó los labios en el cuello.

“Franco, detente por favor, vayamos hasta mi dormitorio allí podemos hablar tranquilos”

Dijo ella.

“Me gusta la invitación a tu dormitorio, pareciera que no quieres que tenga amantes”

Ella sonrió y zafó de su agarre.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar