Capítulo 71:

Ignorando los gritos de su abuela al otro lado de la línea cortó la comunicación.

Se acercó a la joven y se sentó a su lado.

“¿Qué sucede, Vic?”

Pregunto él.

“¡No me llames así!

Dijo ella.

“Me dijiste que te gustaba”

Dijo él.

“Sí, pero en este momento, no”

Respondió ella.

“Ok. Pero, ¿Me dirás qué te sucede?”

Preguntó él.

“¿Eran de suma necesidad contarle a Andrés sobre nuestro contrato?”

Preguntó ella.

Franco quedó en blanco.

Solo se rascaba la nuca.

No podía creer que Andrés se lo hubiera dicho a ella.

“Franco, sabes que nuestro contrato es confidencial y te podría demandar por esto, ¿Verdad?”

Dijo ella.

“En realidad no podrías. Lo que es confidencial son los términos de nuestro contrato, no nuestro contrato en sí”.

Dijo él.

“¡Ahora me sales con esas!”

Dijo ella.

“Legalmente es así”

“Ok, lo acepto. Pero podrías haber tenido un poco de ética y, aunque fuera, haberme avisado de tu intención de contarle “

Dijo ella.

“No tenía intención de hacerlo. Estábamos anoche en la cocina, fue una conversación entre amigos. Nada más, debí decirle que no te comentará nada”

Dijo él.

“Aunque lo hubieras hecho, creo que tengo el derecho a saber esas cosas tan delicadas”.

Dijo ella mostrando que estaba molesta.

“Lo siento, como te dije, fue una conversación entre dos viejos amigos. Nada más”

Dijo él.

“¿Le dijiste a tu abuela de el compromiso?”

Dijo ella.

“No, estaba por decirle cuando entraste molestas y decidí aplazar la noticia”.

Franco:

Decirle a Andrés sobre el contrato que tenemos con Victoria, fue una estupidez.

No sé porque lo hice.

Estaba mal, enojado por lo que Victoria me hacía sentir.

Tampoco sé porque le dije del compromiso, no es necesario, yo puedo alargar este noviazgo de forma indefinida sin tener que dar el siguiente paso.

¿Por qué lo hice entonces?

Tenía la necesidad de tenerla cada vez bajo mi dominio, que se sometiera a mí hasta en los más mínimos caprichos que se me ocurrieran.

Andrés me dijo que ella está enamorada de mí, eso me perturba bastante, pues no quiero que me ame, quiero que se someta.

Esto es un juego para mí, uno que me gusta aunque por momentos me tense.

Pensé en romper el contrato, pero no puedo, en el fondo, en realidad romperlo es lo que no quiero.

“Mejor así, no sé si al final lo habrá”

Eso me dejó descolocado.

“¿Cómo que no sabes si lo habrá, Victoria?”

Preguntó él.

“Es que ya no sé si puedo confiar en ti, pues me doy media vuelta y le cuentas a alguien lo nuestro”

Dijo ella.

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