Victoria, la novia alquilada -
Capítulo 69
Capítulo 69:
“La verdad que no. Te espero afuera, tenemos que hablar, y… ¡Tiene que ser ya!”
Dijo su amigo.
Victoria los observó desde lejos.
Entre los abrazos de Miguel y los besos de Norma, pudo notar que había tensión entre los jóvenes amigos.
“¿Te volviste loco, Franco?”
Preguntó su amigo.
“¿Por qué?”
Pregunto Franco.
“¿En serio me lo estás preguntando?, estás viviendo una farsa, una mentira gigantesca. Y no te basta con arruinarle la vida a esa joven, mentirle a tu abuela, que ahora me obligas a mentirle a mis padres”.
Dijo su amigo.
Franco quedó paralizado.
No había tomado en cuenta esa parte de la historia.
“¡Mi$rda, Andrés!, eso no lo tome en cuenta”
“Yo nunca les he mentido a mis padres, no he tenido motivo”
Franco se rascó la nuca.
Victoria lo miraba desde adentro y sabía que ese gesto denotaba que algo no iba bien.
Franco levantó la vista y se cruzó con la de ella.
“Voy a contarles la verdad “
Dio un paso para entrar, Andrés lo tomó de un brazo y se lo impidió
“¡No, que va!, ahora esto debe seguir a ver a dónde nos conduce y, por más que no me agrade en lo absoluto, no te dejaré decirle la verdad a mi madre, le romperías el corazón y es algo que no permitiré”
Dijo su amigo.
“Pero me siento terrible”
Dijo Franco.
“Eso guárdalo para cuando se lo rompas a Victoria”.
Dijo su amigo.
“¿A qué te refieres?”
Preguntó Franco.
“¿De verdad que no lo notaste?”
Pregunto su amigo.
“¿Notar que cosa?”
Pregunto Franco.
No entendía nada.
“Que está enamorada de ti y no hace esto por dinero sino para no apartarse de tu vida. Franco”
Dijo él.
Con esas últimas palabras de su amigo, Franco había quedado aún más perturbado, ahora solo le inquietaba la observación de Andrés respecto a los sentimientos de Victoria.
Enmudeció por unos instantes.
“Ahora entremos y sigamos con esta farsa o van a sospechar que pasa algo”
Franco no respondía, entonces Andrés le palmeó el hombro.
“¡Carajo, Franco!, reacciona ya y entremos”.
Dijo su amigo.
“Andrés, lo siento, lo siento de veras”
Dijo Franco..
“Ya lo resolveremos, anda”.
Andrés pasó el brazo por encima de los hombros de Franco y abrazados enteraron cuando Victoria los vio entrar abrazados, respiró nuevamente.
De todas formas sus piernas se aflojaron y se sentó de golpe en el sillón.
Franco notó que algo le pasaba y corrió a su lado.
“Vic, ¿Te sientes bien?”
Preguntó Franco.
“Se me aflojaron las piernas”
“¿Volvieron los mareos?”
“Sí, pero ya está pasando, no te preocupes”.
“Es mi culpa, muchas emociones”
Dijo mientras le acariciaba el rostro.
Ella le sonrió.
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