Victoria, la novia alquilada
Capítulo 64

Capítulo 64:

¿Estaba jugando con ella?

“Bueno, sí, pero no esperé que aceptaras, o por lo menos que lo hicieras sin que tuviera que convencerte”

Explico con honestidad él.

“Mira, voy a decirte algo. Haberme ido de mi casa fue la mejor decisión que he tomado en mi vida, luego de eso he hecho puras estupideces, esta sería una más”.

Explico ella.

“¿Estás diciéndome que tu trato conmigo fue una estupidez?”

Preguntó él.

“No solo una estupidez, sino que fue el peor error de mi vida. Pero ahora vamos air hasta las últimas consecuencias para lograr lo que nos propusimos cuando firmamos esos benditos papeles en donde me comprabas”

Él la tomó de un brazo.

“Yo no te compré, Victoria, hicimos un acuerdo”

Dijo él.

“Yo me vendí, Franco, y puede que no fuera tu intención pero, tú me compraste”

Dijo ella.

“Ven aquí, chiquilla”

Dijo él.

La trajo hacia sí y la abrazó.

“En todo caso te alquilé”

Explico él.

Victoria tenía claro cuál era su papel en la vida de Franco.

Ella era una empleada, por llamarlo de alguna manera.

Sabía que no podía darse el lujo de tener ningún tipo de sentimientos para con él.

Ya que nunca se fijaría en ella, eso era seguro.

Él era un hombre al que le gustaban otro tipo de mujeres.

Más allá de los juegos que pudiera tener con ella, no quería nada real.

Si bien sabía todo esto, no dejaba de dolerle alguna cosa, o más bien todas.

“Si bien el acuerdo que tenemos tú y yo no contempla una compromiso, podemos hacerlo”

Ella tragó saliva.

“Claro que mi tarifa va a subir”

“¿Tarifa?, ahora eres tú quien se equipara con una p%ta”

“Es que en cierta manera lo soy, y por un precio justo puedes probar la mercadería para que veas que no está defectuosa”

Dijo ella.

Al decir eso actuó por impulso y dejó caer la toalla que la cubría, quedando totalmente desnuda frente de él.

Franco no salía de su asombro.

Tomó la toalla del suelo y cubrió a la joven nuevamente.

“¿Acaso te volviste loca, Victoria? ¿Qué crees que haces?”

Dijo él.

No lo podía creer.

“Muestro lo que tengo para ti, por si quieres comprarlo”

Rió irónicamente.

“No claro, ni siquiera soy digna de comprar, así que mejor debo decir, alquilarlo”

“No seas estúpida, nunca quise ese tipo de tratos, para eso me hubiera buscado una p%ta de verdad como en la película Mujer Bonita”.

“No es eso lo que quiero”.

Victoria se sentó en la cama y echó a llorar desconsoladamente.

Franco se sentó a su lado y la abrazó.

“Soy una idiota, nunca le importé a nadie, ni a mi propia madre, ¿Por qué contigo sería diferente y tendría que importarte?”

Él la abrazó aún con más fuerza.

“Porque sí me importas, me importas de verdad. No quise ofenderte, solo que te necesito. Necesito que hagas esto por mí y me pareció un abuso pedírtelo, así que hice lo que mejor se me da, ofrecer dinero”

Ella levantó la cabeza y lo miró con los ojos llenos de lágrimas.

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