Victoria, la novia alquilada -
Capítulo 56
Capítulo 56:
“Si necesitas que te enjabone la espalda me avisas”
Le gritó.
“Idiota”
Le respondió.
Franco quedó riendo a carcajadas en la habitación.
Luego de un largo rato, Victoria volvió al dormitorio.
Tenía la esperanza de que él ya se hubiera dormido.
Pero no fue así.
Lo encontró recostado en el sillón vestido solo con un ligero pantalón de pijama.
No pudo ocultar su sobresalto cuando lo vio despierto.
“Creí que ya dormías”
“Pues fíjate que no. Te estaba esperando”
“¿Esperando?”
Preguntó tímidamente.
“Sí, mi vida, no pienso dormirme sin mi beso de buenas noches”
Se puso de pie y empezó a acercarse lentamente a la joven, que no dejaba de mirarlo con ansiedad.
Cuando estuvo parado frente a ella, la observó con detenimiento por unos segundos.
Segundos que a Victoria le parecieron horas.
Levantó una mano y corrió un mechón de cabello aún mojado que ella tenía pegado a la altura de la oreja.
“¿Te he dicho lo hermosa que eres?”
Dijo él.
“Franco…”
Suspiró.
“Vic, en otro momento, en otro tiempo o tal vez en otra vida, tú y yo…”
Quedó callado y volvió a mirarla con detenimiento.
“Tú y yo… ¿Qué cosa, Franco?”
Él le sonrió.
“Nada, chiquilla, nada”
Le dio un beso en la mejilla y volvió al sofá.
“Hasta mañana, que descanses”
Ella no respondió solo resopló.
Así, un poco enojada con Franco por el constante tire y afloje al que le gustaba jugar, se metió en la cama para tratar de dormir.
Apoyó la cabeza en la almohada.
Trató de cerrar los ojos, pero no lo logró.
Fue allí cuando lo miró.
Sintió un escalofrío correrle por la espalda al ver que él la observaba desde el sofá.
Se dio vuelta de espaldas a él.
Pero su cuerpo le jugó una mala pasada y la volvió a su posición original.
Y otra vez, allí estaban los azules ojos de Franco clavados en los suyos.
Se sentó en la cama.
“¿Qué es lo que quieres, Franco?”
Preguntó casi en un rezongo.
“Dormir contigo”
¡Eso sí que no se lo esperaba!
Tragó saliva y volvió a preguntar.
“En serio, ¿Qué es lo que quieres, Franco?”
Él se puso de pie y se dirigió a la cama.
Gateando se fue acercando a ella hasta que su rostro casi quedara pegado al suyo.
“Ya te lo dije y hablo muy en serio, pero con gusto lo repito”
Hizo una breve pausa y repitió.
“Dormir contigo”
Dijo él.
“Me pones nerviosa, Franco”
Dijo ella.
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