Victoria, la novia alquilada -
Capítulo 53
Capítulo 53:
Narrador:
Al llegar al coche tuvo que esperar a Franco que era quien tenía las llaves.
“Dame las llaves ya”
Le gritó.
“¿Vas salir en pijama?”
Victoria bajó la cabeza para mirarse.
“¡Mi$rda!”
“Mira, los abres y lo miras, luego nos cambiamos, preparamos un bolso con algo de ropa cómoda y nos vamos de paseo los dos, ¿Te parece? Me tomaré unos días libres”.
“Me encanta”
Se abrazaron y fueron juntos hacia la planta alta.
Allí se separaron para ir cada uno a su habitación para cambiarse.
En unos pocos minutos estaban junto al coche nuevamente.
“Sube y conduce, yo te iré diciendo a donde”
“Tengo coche”
Dijo riendo.
Se subió del lado del chófer y lo encendió.
Franco se cruzó por delante de ella y tomó el cinto de seguridad para abrochárselo.
“La seguridad ante nada”
“Tienes razón Salieron rumbo a la ruta”.
Estuvieron circulando por algo más de dos horas, por diferentes caminos, cruzando puentes.
Victoria era muy prudente, cosa que complacía por demás a Franco.
Luego de solo ver campo y ganado se divisó un casco de estancia a lo lejos.
“Dobla por este camino a la derecha y no te detengas hasta llegar a aquel casco”
Ella obedeció.
Al llegar estacionó frente a la puerta.
Un matrimonio de personas de mediana edad, salieron a recibirlos.
“Franco. Bienvenido. Y tú debes ser Victoria, bienvenida también”
Victoria miró a Franco con asombro.
“Cariño, la propiedad es de la familia y avisé que vendríamos”
Miró a la casera.
“Norma, Miguel, ella es Victoria, mi novia”
“Un placer, Norma, Miguel”
“El placer es nuestro, señorita. Por fin Franco se nos casa”
Los 4 rieron.
“La mesa ya está servida, vengan a comer, seguro después del viaje tienen hambre”.
Entraron en la casa y, luego de asearse, fueron al comedor.
Allí almorzaron junto con los caseros.
Franco era muy diferente allí.
Se mostraba distendido y tranquilo.
Al igual que la servidumbre, pues no había tanto protocolo.
“Les preparé el dormitorio principal, como me pediste”
“Muy bien, Norma, muchas gracias”
Victoria casi se atora al escuchar la conversación.
Pues Franco había ordenado que acondicionaran un solo dormitorio para ambos.
De pronto un joven vestido de forma muy sencilla y algo sucio interrumpió el almuerzo.
“¡Franco!”
Gritó.
“¡Andrés!, hermano”.
Franco se puso de pie y salió a su encuentro.
Cuando estuvieron juntos se fundieron en un afectuoso abrazo.
“¡Que gusto verte aquí!, cuando me dijeron que vendrías no lo podía creer”.
“Necesito unos días de paz. Pero ven, siéntate con nosotros”
Abrazados se acercaron a la mesa.
“Andrés, te presento a Victoria, mi novia, Vic, él es mi amigo, mi hermano de la vida, es hijo de Norma y Miguel, nos criamos juntos”.
Andrés miró Victoria y luego a Franco con asombro.
“¿Tú novia?”
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar