Victoria, la novia alquilada -
Capítulo 47
Capítulo 47:
Narrador:
“Sólo confío en ti. Como te dije antes, eres la primera persona en la que confío. Y se quedará así. Sólo que creo que discutir con él y ponerlo en nuestra contra no sería bueno. ¿No crees?”
“Sí, tienes razón, mejor que crea que nos tiene en sus manos. Así podremos manejarlo”
“¡Exacto!”
De pronto Franco cambió su duro gesto por uno lleno de ternura.
Acarició el rostro de Victoria y tomó el mechón que le caía en su rostro para colocarlo detrás de la oreja.
“Dime, Vic, ¿Cómo te sientes?, ¿Estás mejor?”
“Sí, me siento mejor”.
“Bien, voy a pedirle a Rebeca que te traiga la comida, ¿Te parece?”
Dijo poniéndose de pie.
Victoria le tomó la mano con fuerza.
“Franco…”
Él le clavo el azul de sus ojos en los suyos.
“Dime, Vic”
“¿Comerías conmigo aquí?”
“Si es lo que quieres, con gusto lo haré”.
“Sí, es justo lo que quiero”
Franco le sonrió cálidamente.
“Bien, hablaré con Rebeca entonces”
Se agachó y le dio un beso en la frente.
“En seguida regreso”.
“Ok, yo voy a darme un baño mientras”
“No…”
“¿No?”
“No, espera a que vuelva. Todavía estás débil y puedes caerte”
“Me vestirse y me desvestiste… ¿No pretenderás bañarme también?”
“No, claro que no. Sólo estaré aquí por si me necesitas”
“Me parece bien. Te espero entonces”.
Franco sonrió y salió satisfecho.
Las palabras ‘mi novia’ y ‘Vic’, rondaban por la cabeza de la joven, todo lo demás pasaba a segundo plano cuando las escuchaba.
Al bajar a la cocina Franco se encontró con Luciano.
“¿Qué fue ese numerito en el dormitorio de Victoria, Franco?”
“¿Numerito de qué?, no quiero que te acerques a ella y hablo en serio”
“Eso puedo entenderlo, ahora de ahí a llamarla ‘mi novia’, ¿No crees que es un poco intenso?, a ver si te lo vas a creer también”
Franco le tomó de un brazo y lo sacudió.
“A ver tú, si te enteras, ella es mi novia, no importa de qué forma, lo es, quiero que la respetes como tal y no le vayas con tus estupideces. ¿Me entendiste?”
“Claro y fuerte”
“Bien, de ahora en más lo que tengas que decir con respecto a mi relación con Victoria lo hablas conmigo y solo conmigo, o se va a lamentar nuestro acuerdo”.
“De acuerdo, más claro imposible”
Y se retiró, al momento que ingresaba Rebeca.
“Niño, ¿Cómo se encuentra, la niña Victoria?”
“Mejor, Rebeca, gracias por preguntar, ¿Podrías prepararnos una cena ligera y llevárnosla a su dormitorio, comeremos los dos allí?”
“Una carne a la plancha con una ensalada de vegetales, ¿Le parece?”
“Perfecto, Rebeca, suena delicioso. Ahora voy a ayudarla a ducharse, cuando esté pronta súbela, por favor”
“Entendido, ya me pongo con la comida”.
“¿Dónde está mi abuela que no la he visto?”
“Luego que ustedes llegaron se fue a lo de su amiga Juliana a pasar la tarde. Pero ya las conoce, se ponen a conversar y se les hace la madrugada”.
“Si, callar a la abuela es complicado”
Ambos rieron.
“Bueno, me voy con Victoria”
“Cuando esté lista se las subo”
“Gracias, Rebeca, eres un amor”
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