Una madre de alquiler -
Capítulo 128
Capítulo 128:
Al día siguiente, Anthony se despertó y vio a Amanda durmiendo profundamente. La acarició sonriendo de felicidad por tener a esa increíble mujer en su vida. La joven se despertó también sonriente por el cariño que estaba recibiendo.
“Quiero ver esa sonrisa y despertarme con tanto amor cada mañana”.
“Vas a tener eso y mucho más” prometió él.
“Buenos días, amor”.
“Buenos días hermosa. Tenemos que empacar las cosas para irnos” advirtió.
“Muy bien, en ese caso, levantémonos”.
“Lucy volvió a faltar a clases, tenemos que empezar a organizarnos mejor”.
“Tú fuiste el que no quiso llevarla ayer”.
“Lo sé, pero lo digo para el futuro, ¿De acuerdo?”
“Claro”. Se levantaron y fueron a asearse al baño. Luego se arreglaron, dejaron todas sus cosas listas y fueron a la sala a desayunar. “Buenos días” saludó ella.
“Hola, queridos” respondió Sabrina.
“No quiero irme de aquí, amiga” dijo Cindy apenada.
“Lo sé, yo también te extrañaré” bromeó ella.
“Podemos volver para el cumpleaños de Lucy” propuso Anthony.
Bebieron café y Amanda subió a la habitación de su hija para empacar su maleta. Los guardias de seguridad la llevaron al coche y se despidieron de la casa. Cuando estaban a punto de irse, una mujer se acercó y Anthony la miró y ya sabía de qué se trataría”. María, tenía muchas ganas de verte”.
“Me enteré de lo ocurrido, Señor Anthony”.
“Pues me alegra que estés al tanto porque no quiero que tu hija vuelva a poner un pie en esta casa. Mi familia y yo te apreciamos mucho y no queremos dejarte ir, sigues siendo bienvenida aquí, pero ella no. Mi prometida casi muere por su culpa”.
“Lo entiendo, señor. Le pido mil disculpas y lamento lo sucedido, me da mucha vergüenza y le aseguro que no volverá a venir. Supongo que usted es su prometida, también le pido disculpas. Jamás imaginé lo que podía ocurrir” le dijo a Amanda.
“No se arrepienta, no es su culpa” contestó la chica.
“Me alegro de que esté bien y de verdad me apena lo que tuvo que pasar”.
“Está bien, no se preocupe por eso”.
“Cuida nuestra casa María, volveremos pronto” dijo Sabrina.
“Vayan con Dios” saludó la señora.
Subieron al coche y se fueron. Primero, Anthony pasó por la casa de sus padres para dejarlos y luego se dirigió a su casa. El viaje no fue para nada agotador. Lucy durmió todo el camino y recién se despertó al llegar. Esther les dio una cálida bienvenida y fueron directo a la mesa para almorzar juntos. Después de comer, los tres subieron a acostarse e Lucy se puso a mirar televisión”.
“Amor, quiero preguntarte algo” dijo Anthony.
“Dime”.
“¿Quién es tu ex?”
“¿Por qué quieres saber eso?”
“Respóndeme, quiero investigar a fondo”.
“¿Por qué no paras con esto? Estamos tan bien, dejemos el pasado atrás”.
“Cariño, respóndeme. Nada va a cambiar entre nosotros, estaremos bien”.
“Michael Smith” por fin respondió ella.
Él se levantó y fue a la oficina para empezar a hacer averiguaciones; y la joven se quedó en la cama con Lucy. El hombre tomó el sobre que había recibido hacía unos días y lo leyó con calma; todo lo que había mencionado Amanda estaba en el informe.
Vio un extracto que decía que la hermana de ella estaba comprometida con su exnovio. Enojado, rompió los papeles, tomó su teléfono y llamó al investigador que había hecho esos documentos. En pocos minutos, el hombre ya estaba en la oficina de Anthony.
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