Capítulo 202:

“Que gane el que ella elija. ¿Michael, que es lo más importante para ti? ¿Qué Clara se sienta realizada con sus sueños o que se quede contigo? ¿Si ella tuviera que elegir uno de los dos caminos?” Michael movió la cabeza de un lado a otro sonriendo.

“Clara cree que quiere ser una empresaria, vivir esa vida corporativa, pero ella no sabe nada.

Eso es influencia de su padre, quien alimenta esas ilusiones en ella.“ Michael habló convencido.

“Lo que yo quiero es que Clara sea feliz y como ella no sabe lo que es la felicidad, yo la voy a ayudar”.

“Hmmm… ¿Como?”

“Ella se casará conmigo y con el tiempo, va a ver lo que es la vida de casada, con un marido amoroso, que hace todo por ella, sin necesidad de levantar un dedo para nada, más que cuidar de la familia y la organización, como señora. Entonces va a ver que eso es lo que realmente quiere”. Tony hizo un puchero y asintió con la cabeza.

“Entendí, pero digamos que no es eso lo que ella quiere. Eso no le va a dar a ella la felicidad que merece. ¿Cómo se sentiría?”

“La vida está llena de riesgos, no hay vuelta atrás. Pero, yo te garantizo que va a ser feliz. Vamos a tener hijos y…“

“Clara no quiere hijos, no todavía.“ Tony lo interrumpió, lo que hizo a Michael respirar profundamente con rabia.

“Emm…“ El miró a su hermano “Y ella va a saber lo que es ser feliz, con una linda familia, ella va a amar a nuestros hijos”.

“De eso no tengo dudas. Ella va a amar cualquier hijo que ella tenga, en el futuro lejano”.

“Yo me acordé de la píldora del día después para que ella no se embarace antes de estar casada. Pero apenas le coloque el anillo Tony, nosotros empezaremos nuestra familia”.

“¿No quieres ayudarla como futuro señor para permitir que ella construya su carrera, como quiere? Podrías tener razón y ese no ser el futuro que ella quiere, después de todo. Pero ella solo puede saberlo si lo intenta. Si se casa contigo, irremediable como eres, terminará resentida por lo que nunca hizo, y no te perdonará si sabe que le has mentido antes de casarse”.

“¡Vete a la mi$rda! Es lo que tú piensas”.

“Michael”.

“¿Sabes que Tony?, no me importa, esto aquí es una pérdida de tiempo. Ya tuve a Clara.

Entre en ella, fui el primero, la hice mujer. Mi mujer”.

Tony uso toda su fuerza de voluntad para controlarse y no golpear a Michael. Él se levantó.

“Tú no la amas, solo la ves como propiedad y la tratas así, hablas de ella como si fuera una p$ta con las que siempre estas“ Tony escupió las palabras “La abandonaría y me daría un tiro en la cabeza si supiera que harás lo correcto, pero veo que no. Y Michael, no voy a dejar que la arruines”.

“Vamos a ver a quien elige, tú un viejo idiota, mestizo de la mafia, o a mí, un joven listo que puede darle el título de señora”. Michael lo miró con desdén “Ah y claro…ella no va a tener cualquier título contigo, porque tú no vas a ser mi subjefe, Tony. En cuanto asuma, tú no vas a ser nada. Eso solo si, llegas vivo a ese momento”. Michael salió de la sala de juegos y dejó a Tony ahí, solo.

Este respiró profundo y sonrió levemente. ¿No tener un título? No estaría nada mal. Pero es como Michael dice, si todavía sigo vivo para ese entonces.

En la habitación, Michael se acostó en la cama, con rabia. Él dijo aquellas idioteces, pero sabía que cuando se le pasara la rabia, se arrepentiría. Igual se arrepintió de haber dicho que Tony no era hijo de Emilia.

Mi$rda, pensó apoyando la cabeza en el respaldo. Pero no le voy a pedir disculpas.

El problema de Michael era el orgullo. Principalmente cuando él sabía que debería pedir disculpas, a alguien que lo había molestado profundamente. Tony no solo quería a Clara, sino que también decía la verdad.

“Todo responsable, todo bueno”, Michael reclamó en su mente. “¿Porque Clara no me puede querer solo a mí? Yo puedo ser todo, todo para ella. Si ella entendiera eso, Tony no tendría que estar diciendo toda esa mi$rda”

En ese momento, Michael no era el futuro señor de la Cicuta, él no era el heredero, el chico entrenado desde pequeño, él solo era Michael, de diecisiete años, que quería una chica maravillosa de la que siempre estuvo enamorado.

Aquellas p$tas…, Michael repitió mentalmente. Él se imaginaba a Clara, siempre se la imaginó. Pero el necesitaba aliviarse, así que fue con varias y nunca engañó a ninguna. Todas sabían que él no se enamoraría de ninguna.

Se levantó, se dio un baño, se vistió todo de negro, agarró la billetera y la llave del auto.

“A dónde vas a esta hora?“ Lucas preguntó, mirando el reloj de su muñeca. “Son más de las diez…”

“Voy a salir, cosas de adultos, Lucas”.

“¿Pero por qué? Si tú no eres adulto”. Michael apretó los labios.

“Yo si soy adulto, Lucas. Y tú deberías meterte en tus cosas”. Dijo Michael sin paciencia. “Por cierto, tuve una conversación con tu amiguito. Si te veo mirando cosas inapropiadas de nuevo en internet, voy a contarlo”.

Lucas entendió bien el mensaje. Si él decía que vio a Michael saliendo, Michael lo delataría. Él en realidad no había visto nada, solo le mandaron el link y lo cerro sin mirar nada. Pero Michael no le creería y sus padres tampoco.

“Entendido” el chico respondió.

“Perfecto. Y…aprovecha bien estos meses antes de los doce años. Porque el entrenamiento va a comenzar de verdad para ti”. Michael se dio vuelta y salió. Para él el entrenamiento había empezado mucho antes, pero Lucas se salvó por insistencia de Emilia.

“Él va a aprender a no ser blando como Tony”

Aquella noche, Michael fue tras Fernanda, la chica a la que veía siempre que estaba de mal humor y necesita descargar su hombría.

“Si Clara no me ayuda, entonces buscaré en otro lado”.

Tony vio cuando su hermano salió y lo siguió. Michael estaba tan concentrado en su rabia que no se dio cuenta que lo seguía el auto de su hermano.

Michael estacionó frente a una casa con un bello cerco y una chica de cabello pintado de azul y verde salió por el camino sonriendo a Michael y éste la abrazó beso su cuello, ya que él nunca besaba en los labios.

Tony lo observó y se decepcionó aún más. ¿Michael no le había dicho que se quería casar con Clara?

La chica le paso la mano por el cabello a Michael y lo llevó para adentro, Michael le apretó las nalgas y cerraron la puerta.

“Michael…“

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar