Un matrimonio de conveniencia
Capítulo 195

Capítulo 195:

“Tonny, yo…“ Clara cerró los ojos, dejando caer las lágrimas, pero pronto se las secó. “Tengo que pensar. Rompimos el compromiso. Todos en el Consejo saben que fue una mentira”.

“Lo sé. Y tendríamos que casarnos pronto. Ellos no esperarían. Pero te prometo que no impediré que seas lo que quieres. Y tampoco te obligaré a nada. Seré fiel a nuestros votos”.

“Salgo con Michael. Él y yo…”

“Creo que ya pasamos por esa etapa” dijo Tonny tragando saliva “¿Vas a dejar tu carrera? ¿Te vas a dedicar a cuidar de la mafia, de otras mujeres, de ser el modelo a seguir ideal para ellas?”

La respuesta fue una sola: no.

Solo entonces Clara se dio cuenta de lo impulsiva que había sido. No se arrepintió exactamente de lo que había hecho con Michael, sino de no haber pensado en las consecuencias.

“Tonny, Michael se va a poner muy mal”.

“Sabe que la relación contigo no irá a más. Incluso si no te quedaras conmigo, no podrías ser su esposa y él tendrá que casarse. El peso de eso recaerá sobre él mucho más que sobre cualquier otro miembro, Clara. ¿Y tú cómo te encontrarás entonces?”

“¿Puedo pensarlo? Tengo que hablar con Michael”.

Tonny asintió y extendió las manos para tomar su bolso. Clara levantó una ceja hacia él.

“Vamos, siempre he sido un caballero”.

“Sí, sí. Más aún cuando quieres algo. Pero no quiero llevar nada, así que… toma”.

Tonny esbozó una sonrisa y cargó el bolso de Clara.

“Iré de compras contigo entonces…” Se desvaneció. “Aunque quisiera ir al hospital, por la partida de Serena”.

“No tienes que darme la satisfacción” dijo Clara y Tonny sonrió.

“No estamos juntos”.

“Todavía”.

Entraron en el ascensor.

“Si acepto, Tonny, que sepas que no aceptaré que me pongan cuernos”.

“Y no lo haré. Incluso si tengo que volverme eunuco… no te traicionaré. Lo juro por mi honor”.

Pasaron algunos miembros de la mafia, que trabajaban allí y, por supuesto, eso levantó sospechas.

Todos sabían que eran amigos, pero Tonny era protector con Clara.

“¿Estaban realmente mintiendo? ¿O era algún plan para burlar al operativo?” susurró uno.

“Puede ser. Deja de mirar a su novia”.

Tonny tenía un oído excelente y escuchó eso, lo que lo hizo sonreír. Esa fue una excusa maravillosa.

Mientras se acercaban al auto, Bernardo estaba en su celular, sonriendo tan felizmente que Clara ya podía imaginarse con quién estaba hablando.

Miró hacia arriba y vio que Tonny y Clara se acercaban y frunció el ceño.

“Vaya, por un momento pensé que eran pareja“ Se rió, pero al ver la cara de Tonny, volvió a decir. “Vaya, ¿De qué me perdí?”

“Hablamos luego” dijo Clara y subió al auto, mientras Tonny le sostenía la puerta. Se sentó en el asiento del conductor.

“Solo para que conste,” dijo Bernardo y miró a Tonny “Si vuelves a intentar jugar con mi hermana, te romperé el cuello”.

Habló de una manera tan relajada que ni siquiera parecía una amenaza. Pero en verdad, Clara estaba más asustada que si hubiera gritado.

Tony, a su vez, se rió.

“Estás en camino de convertirte en mafioso, Bernardo. Para vivir con los rusos, necesitarás esto”.

“Ah, muchas gracias” dijo Bernardo “Y no bromeaba”.

“Yo se. Quédate tranquilo”.

“Chicos, basta de esto. ¿Vamos de compras pronto? Estoy cansada”.

“Tus deseos son órdenes” dijo Tonny y Clara solo negó con la cabeza, mirándolo por el espejo retrovisor.

Al llegar a casa, después de ducharse y meterse en la cama, Michael llamó a Clara.

“¿Responde por mí, por favor?“ Gritó Clara desde el interior del probador. Decidió comprar su vestido para la fiesta. Bernardo estaba en la tienda al otro lado de la calle, mirando algunos aparatos electrónicos.

Mirando el identificador de llamadas, Tonny vio que era Michael. Entonces respondió sin ninguna malicia.

“Ey”.

Michael reconocería la voz de su hermano en cualquier parte.

“¿Qué haces con el celular de Clara?”

“Se está probando un conjunto de ropa y… ”

“¿PROBARSE ROPA? ¿COMO ASI? ¡TE VOY A MATAR!

“Michael, ¿Quieres calmarte? Estamos en el centro comercial”.

Michael colgó el teléfono y se puso la primera ropa que vio en el cuerpo, se puso el chaleco, las armas, como siempre, se cubrió con un abrigo y salió dando un portazo.

Emilia vio pasar a su hijo como una flecha.

“Michael, ¿Qué pasó? ”

“Hoy vas a perder un hijo” Dijo y Emilia abrió mucho los ojos, tomándolo del brazo.

“¿De qué hablas, Michael?”

“¡Tonny se metió con mi mujer y voy a acabar con su vida!”

“¡No vas a ninguna parte!“ Esta vez fue Osvaldo quien habló, bajando las escaleras.

“Papá, es una cuestión de honor. ¡Tonny está tratando de robarme a Clara!”

“En primer lugar, ella no es tuya. Cometiste un error e impediste que esto fuera posible”.

“¡Me voy a casar con ella! ¡Clara va a ser mi esposa y se va a encargar de esta mafia a mi lado, como lo hace mamá contigo!”

“¡Ella no quiere eso! ¡Clara quiere una vida más independiente!“ Osvaldo habló con firmeza.

“Eso es una cosa del momento. Después de que nos casemos, ella entenderá cómo funcionan las cosas”.

Emilia inmediatamente frunció el ceño.

“¿Qué pretendes? ¿Mentir? ¿Hacerle creer que puede tener lo que quiere y luego quitárselo?” Emilia se acercó a él “Yo no te crie así Y no harás eso”.

“Mamá, con todo respeto, pero sé lo que hago y no me detendrás por nada”.

“¿Y cómo será eso? Porque si ella te dice que te des la vuelta y te vayas a tu habitación, te vas, niño. ¡Ella es tu madre, mi esposa, la p$ta señora! “ Osvaldo se enfureció y Michael tragó saliva, pero no bajó la cabeza.

“Sigue así y me quedaré en el poder hasta que le entregue el puesto a Lucas”.

“¿Qué?” preguntó Michael, asombrado.

“Ve a tu habitación. Y espera a que llegue tu hermano. Hablemos todos en familia” dijo Osvaldo, con el tono de voz más suave.

Michael quería discutir, pero sabía que no serviría de nada. Así que subió las escaleras y entró en su habitación, echando humo.

Le envió un mensaje de texto a Clara, queriendo hablar con ella. Y pidiendo explicaciones sobre Tonny.

Cuando tomó el dispositivo, después de que Tonny dijera que Michael fue quien llamó, vio los mensajes que consideró groseros.

“¿Qué pasó?” preguntó Tonny al ver el cambio en su rostro.

“¡Michael me va a escuchar!

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