Un año para separarme
Capítulo 86

Capítulo 86:

“Verás, sabes que quiero acercarme a Hugo, pero para eso necesito saber todos sus movimientos, intenté comprar a algunos empleados, pero él es muy desconfiado y solo Alejandro conoce su agenda y tiene todos lo que necesito, si tan solo te pudieras acercar un poco a él, hacerte su amiga, no sé, no te pido que hagas nada inmoral ni ilegal, solo necesitamos información”.

“No se preocupen Señora, puede contar conmigo”.

Respondió sin pensarlo Nadia, la verdad sería todo un desafío acercarse a Alejandro, era tan cerrado y reservado como su jefe, pero no sería ningún sacrificio para Nadia, ya que siempre lo había encontrado guapo.

Después de averiguar un poco, descubrió un bar al que Alejandro solía frecuentar después del trabajo, así que cuando ella terminó sus tareas también fue al bar y se sentó en la barra a beber un trago, unos minutos después Alejandro también llegó y pidió una cerveza.

Nadia llevaba rato pensando en cómo acercarse a él, que tema de conversación debía sacar, pero para su sorpresa fue Alejandro el que la vio y le habló.

“Día difícil ¿No?”.

“No te imaginas”.

Respondió ella y en realidad no mentía, tenía muchísimo trabajo.

“A qué no es lo que te imaginabas”

Nadia lo observó sin entender y él explicó: “Ser la mano derecha de los jefes”.

“Pues no, la verdad, siempre te veía con el Señor Moretti y parecías tener todo bajo control, que pensé que era sencillo, pero la verdad es que está lejos de serlo”.

“No deberías quejarte, al menos tú tienes una jefa amable y tranquila, en cambio yo…”

“Es cierto que la Señora Sara nos trata bien y es amable con sus empleados, pero es una trabajadora compulsiva, no tiene vida fuera del trabajo y esperar que sus empleados sean iguales, es agotador, no recuerdo la última vez que tuve una cita o fui al cine o tuve un almuerzo que duro más de diez minutos y no fuera sobre trabajo”.

Alejandro sonrió, entendía bien lo que Nadia quería decir, él mejor que nadie lo sabía; y así, a diferencia de lo que Nadia había pensado, la platica con Alejandro fluyó natural, criticaron a su jefes, se desahogaron, rieron y compartieron un par de horas disfrutando de la compañía.

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