Un año para separarme
Capítulo 87

Capítulo 87:

Después de dos largos años, Sara veía el fruto de su arduo trabajo, era reconocida por los medios, gozaba de fama, vivía en el penthouse del edificio más alto y más caro de la cuidad, pero de alguna manera continuaba sin sentirse satisfecha.

El tiempo lejos de Hugo solo había servido para confirmarle sus sentimientos por él, añoraba su tacto, su calor en la cama, su sonrisa y hasta verlo dormir.

Cuando Jose le confesó sus sentimientos, ella tomo una decisión, haría un último intento por recuperar su matrimonio y si no funcionaba entonces intentaría darse la oportunidad de amar a otra persona.

Su plan ya se había puesto en marcha, su vida y la de Hugo pronto volverían a estar unidas por razones laborales, si había hecho que él se enamorará de ella una vez, lo podía hacer dos veces, ella estaba segura de que lo lograría.

La alarma de su despertador interrumpió sus pensamientos, eran las 5 am y su rutina diaria debía comenzar. Abrió los ojos y la oscuridad de la habitación le impedía ver nada, tomó el control remoto que había dejado en su mesita de noche y encendió unas tenues luces, al mismo tiempo que las cortinas se corrían y las luces de la cuidad se filtraban a su dormitorio y eso era justo lo que más amaba Sara de ese departamento, tener la oportunidad de ver como despertaba la cuidad, los primeros rayos del sol y la ajetreada vida que se movía a sus pies.

Se levantó de la cama con destreza, a pesar de a penas haber descansado un par de horas, esas habían sido suficientes para renovar su energía, sus pies sintieron la suave alfombra, un regalo de José cuando compró el lugar, decía q era lo mejor para no sentir el frío piso al despertar.

Sara la aceptó con gusto, no quiso contradecir a su amigo, pero el piso de la habitación regulaba la temperatura según su calor corporal, al igual hacia el resto de la casa. Su camino fue directo a la sala de baño, donde tomó una corta ducha, al salir cepillo sus dientes y cabello, observó su figura en el espejo del baño y vio que unas marcas oscuras se comenzaban a formar bajos sus ojos, debía descansar un poco más, seguro que Nadia la regañaba hoy, no le dio más vueltas a eso, puso un pulóver, leggins, sus zapatillas de correr y comenzó su carrera matutina.

Una hora después regreso al apartamento, tomó otro baño y se sentó en el balcón a ver el amanecer mientras bebía una tasa de café, hoy era un día importante y estaba ansiosa por volver a ver a Hugo.

Nadia despertó a las 6, como cada mañana, le costaba abrir los ojos y controlar sus extremidades, con un poco de esfuerzo consiguió levantar su mano y apagar el despertador, la cabeza le daba un poco de vueltas, la copa que había tomado con Alejandro se habían convertido en dos y luego en tres y al final no podía recordar cuanto había bebido, definitivamente ser espía no era su punto fuerte, al menos tampoco era el de Alejandro y en su borrachera ambos habían confesado que sus jefes les pidieron que se acercarán para obtener información de su cónyuge.

Los asistentes rieron ante la situación, pero acabaron acordando compartir información y hacer lo posible por volver a juntar a la pareja, después de todo si sus jefes eran felices, la vida de ellos sería más fácil y tal vez un poco menos de trabajo.

Cuando Nadia consiguió ponerse de pie y revisó su celular, descubrió un mensaje de un contacto que ella no recordaba haber guardado.

Compañero espía le había enviado un documento pdf y una simple oración de encabezado. Espero que le des buen uso y hagas nuestras vidas más fáciles.

Nadia no entendía nada, pero cuando abrió el documento vio que era la agenda personal del Presidente Moretti, todo su horario de esa semana estaba en aquel documento.

Nadia se estrujó los ojos una y otra vez para asegurarse de que estaba bien despierta, luego su teléfono notifico otro mensaje.

Compañero espía

Espero tu resaca no sea muy fuerte asegúrate de desayunar algo para que no se vuelva peor. Que tengas un provechoso día de trabajo mi compañera espía.

Nadia comenzó el día con una sonrisa en el rostro, tal vez a partir de ahora su trabajo no sería tan difícil, ahora tenía un compañero para compartir las cargas y las quejas.

Esa mañana Hugo despertó con un terrible presentimiento, alguien estaba planeando algo en su contra y estaba casi seguro de que tenía que ver con Sara, no había podido descansar en toda la noche, no podía dejar de pensar en ella y en lo que significaba encontrarse nuevamente con ella.

No sabía que sentir o que pensar, era cierto que él era quien había tomado la decisión de alejarse de ella, cuando supo que ella no quería tener hijos con él, se sintió utilizado, pero después que ella le devolvió las acciones a pesar de ganar la apuesta, el sintió que no la conocía tan bien después de todo, también ver su rostro a través de la pantalla durante dos años le hacía preguntarse que hubiera sucedido si continuaban juntos.

Era cierto que ella seguía siendo hermosa, era algo que él no podía negar, pero su insoportable personalidad seguía sin cambiar. Después de considerar la situación durante algunas horas tomó la decisión de alejarse de ella y mantener una distancia sana, le costó dos años dejar de sentir algo por ella, o al menos eso pensaba, así que lo mejor era mantenerse alejado de ella.

Sin pensarlo más Hugo se levantó de la cama y caminó hasta su oficina , abrió el cajón derecho de su mesa y sacó un documento, lo leyó dos veces, suspiro y por fin lo firmó.

Era el momento de abandonar el pasado y seguir adelante, puso el documento con el resto que debía entregarle a Alejandro y esperó que su secretario se encargará del resto del trámite, a partir de ese momento ya él y Sara no tenían nada que ver, le hecho una última mirada al acuerdo de divorcio y suspiro, era el momento de decirle adiós a Sara.

.

.

.