Un año para separarme
Capítulo 52

Capítulo 52:

Sara estaba satisfecha con el resultado de la noche y despidió uno por uno a cada invitado. Ayudo a organizar un poco el local, pero finalmente Emily la obligó a irse a descansar, Nadia le propuso llevarla a la Villa, pero Sara se negó y les pidió a todas que fueran a descansar, después de un largo y ajetreado día, necesitaban reunir fuerzas.

Cuando Sara se dirigió a su coche vio la figura de un hombre recostado sobre la puerta del copiloto, tenía una mano en un bolsillo y en la otra sostenía un cigarro, si imponente figura la hizo reconocerlo de inmediato, ella consideró dar media vuelta y tomar un taxi, pero fue demasiado lenta y Hugo la vio, tomó una última bocanada de humo para luego arrojar el cigarro al suelo y pisarlo.

“Ya estás aquí, no creí que tardarás tanto. ¿No tienes empleados que hagan el resto del trabajo?“ su voz magnética y seductora sonó un poco ronca, Sara se fijó en todas las colillas de cigarro que había en el suelo y supuso que llevaba mucho tiempo esperando.

“Algunas personas no nos divertirnos al ser jefes déspotas y tiranos, así que preferimos ganarnos el respeto de nuestros empleados y no su temor” terminando de hablar rodeo el coche y quito el seguro abrió la puerta y se sentó, se disponía a irse cuando la puerta del copiloto se abrió también y Hugo se sentó a su lado.

“Se puede saber que estás haciendo”.

“Acompañó a mi esposa a casa después del trabajo”. respondió simplemente Hugo mientras sonreía, no podía apartar la mirada.

“Parece que tuviste un cortocircuito después de decir tantas mentiras esta noche, pero te aconsejo deje la estupidez y salgas de mi coche”.

“No quiero“ respondió y abrochó el cinturón de seguridad.

Sara no quiso seguir perdiendo el tiempo con él, así que encendió y carro y salió del parking, en cuanto estuvo en la carretera aceleró el carro. Hugo solo podía ver como la aguja del reloj de la velocidad iba aumentando, él en realidad no era un hombre cobarde, y tampoco quería parecer débil frente a Sara, pero el nudo en su estómago se estaba volviendo demasiado grueso y no puedo evitar hablar.

“No crees que vas demasiado rápido, si quieres morir lo puedes hacer sola, no hay necesidad de que me arrastres contigo”.

“Te di la oportunidad de bajar y no obedeciste, así que ahora no te quejes”.

Sara sonrió y en sus ojos solo se podía ver maldad pura. Hugo se aferró al asiento con todas sus fuerzas, de pronto había una curva peligrosa y Sara intentó bajar a la velocidad pero los frenos no funcionaron.

“Sara, reduce la velocidad” su voz ya no sonaba seductora, era potente, dejaba claro que no era una sugerencia, evidentemente era una orden.

“Sara, la curva, frena por amor de Dios”.

“Crees que no lo intento, deja de gritarme, los frenos no funcionan”.

Ella sonó calmada, pero en realidad estaba un poco asustada, intentó minorar la velocidad del auto, pero sus frenos no respondían.

“Voy a intentar doblar la curva y salir de la carretera llama a una ambulancia y a la policía, no sé si lo logre”.

Hugo no dijo nada y obedeció, de inmediato sacó su teléfono y llamó al 911 y les contó lo que estaba sucediendo. Sara se concentró en tratar de mantener estable el carro y con dificultad logró pasar la curva, pero un coche venía de frente y ella iba en su senda así que el otro conductor terminó desviándose y chocando.

“Dejémoslo salir de la vía principal y evitar más accidentes”. dijo Hugo y esta vez trato de sonar más calmado, necesitaba reconfortar a Sara, en ese momento lo peor sería que ella callera en pánico.

“Tienes razón. Busca en el GPS alguna vía alternativa”.

Diez minutos después el coche a toda velocidad salió de calle y se desvió por un camino que estaba sin pavimento, de esta forma podrían aminorar un poco la velocidad. Sara comenzó a manejar zigzag y Hugo estaba conteniendo las ganas de vomitar, nunca se había sentido tan impotente.

“Voy a tratar de chocar, sujetaba fuerte”. ordenó Sara, Hugo se iba a quejar, decirle que era una locura que se podrían matar los dos, pero ella no le dio tiempo y estrelló el coche contra un árbol.

Cinco minutos después se escucharon las sirenas de la policía y la ambulancia que llegaban a la escena, Hugo también le había enviado un mensaje a Alejandro y el también llegó pocos minutos después, solo pudo ver como los paramédicos y los bomberos intentaban sacar a la pareja.

Los periodistas también llegaron y en seguida comenzó a circular la noticia del accidente. Nadia sabía la verdadera condición del matrimonio ni si sobrevivirían.

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