Un año para separarme
Capítulo 53

Capítulo 53:

Los bomberos tuvieron que arrancar las puertas para abrir el coche, las dos personas dentro estaban inconscientes cuando lograron rescatarlos.

Hugo abrió los ojos por un momento cuando sintió que su cuerpo estaba siendo depositado en la camilla y pudo ver como a su lado los parámetros realizaban maniobras de reanimación, sus parpados se sintieron muy pesados y sus ojos se volvieron a cerrar una vez más.

Unas fuertes luces y voces a su alrededor volvieron a despertar a Hugo, se sentía muy cansado y adolorido y apenas podía mantenerse despierto o tener un pensamiento coherente, pero sólo un nombre estaba vigente en su cabeza.

“Sara” murmuró sin apenas fuerzas, una mano cálida tomó la suya.

“Señor por favor resista ya casi llegamos” la voz le resultó tan conocida, pero se sentía tan lejos.

“Sara “ repitió.

“No se preocupe ahora por la señora, trate de mejorar” Hugo por fin reconoció la voz, era Alejandro que caminaba a su lado mientras las enfermeras y doctores lo llevaban por el pasillo del hospital, las lágrimas corrían por las mejillas de Alejandro sin poder evitarlo al ver a Hugo en ese deplorable estado.

“Sara“ dijo por última vez en un susurró antes de caer rendido una vez más.

Hugo despertó y se encontró sentado en el sofá de la villa, sintió un fuerte dolor de cuello y lo movió a ambos lados hasta que sus articulaciones se sintieron mejor, de pronto unas delicadas manos comenzaron a masajear su cuello.

“Te dije que no durmiera aquí, podías ir a la cama, mira ahora te duele cuello” la voz de Sara sonaba dulce y tranquila. Hugo de pronto recordó el accidente y se paró del sofá para verla.

“¿Estás bien?“ rodeo el asiento y la revisó “¿Te pasó algo? ¿Te duele algo?”

“Claro que estoy bien tonto, te quedaste dormido viendo la película”.

“Pero nosotros, el accidente”. Hugo estaba confundido, recordaba claramente haber estado el carro con Sara antes del accidente.

“Que accidente ni accidente tonto, estabas soñando”.

Sara lo rodeo con sus brazos y poniéndose en puntica de pie le dio sube beso en la boca.

“Yo estoy bien, quita esa cara de amargado, estoy aquí contigo y te amo, ven vamos a ver alguna serie y no te vuelvas a dormir a comeré todo el pollo frito”.

Sara lo llevó por la mano hasta el sofá y se sentaron abrazados mientras veía Netflix, Hugo miró la mujer en sus brazos y sonrió, sentía un enorme alivio al ver que estaba sana y salva a su lado. Acarició su cabello y beso su frente.

“Te amo Sara, perdón por nunca decírtelo”.

Hugo abrió los ojos y el fuerte olor a desinfectaste y las luces blancas en el techo le informaron donde se encontraba, intentó levantarse de la cama, pero de pronto le dio un fuerte dolor de cabeza.

“No señor, no se fuerce, quédese acostado” le dijo Alejandro que estaba sentado a su lado, tenía unas visibles bolsas debajo de sus ojos que dejaban ver que claramente no había dormido nada. Hugo observó a su alrededor en busca de algo.

“Sara. Dónde está Sara”. Alejandro intentó cambiar el tema de inmediato.

“¿Quieres una pastilla para el dolor, te duele mucho?”

“No quiero una pastilla quiero saber donde está Sara”. gritó.

“Cálmese señor, no le hace ningún bien, voy a buscar al doctor”. en cuanto terminó de hablar Alejandro salió huyendo de la habitación en busca un médico.

Hugo intentó recordar, forzó su memoria tanto como pudo para ver si sabía algo de Sara, pero el fuerte dolor de cabeza no le permitía recordar. Cinco minutos después regresó Alejandro con tres médicos y dos enfermeras.

“Me alegró verlo despierto Señor Moretti”. habló uno de los doctores.

“Se está recuperando usted muy bien”.

“Gracias doctor, podría usted informarme de mi esposa, la mujer que venía a mi lado cuando tuve el accidente”. el médico observó a Alejandro buscando autorización y hasta no le quedó más remedio que asentir.

“La Señora Sara Moretti sufrió un paro cardíaco, afortunadamente los paramédicos lograron llegar a tiempo y realizaron la maniobra de reanimación, pero también sufrió un fuerte golpe en la cabeza y tuvimos que operarla, desde entonces no ha despertado”.

“Ella está…“ Hugo se detuvo, no pudo decir la última palabra, Alejandro vio lo que quería decir y rápido habló.

“No está muerta”.

“No, la señora no murió” volvió a hablar el médico “solo está en un coma inducido, creímos que lo mejor era esperar un poco antes de despertarla, dejar que sus heridas sanaran”.

“Entonces ella está bien”. Hugo por fin pudo volver a respirar. “Gracias doctores, gracias por su trabajo”.

Los médicos salieron luego de decirle a Hugo que necesitaba quedarse por unos días más en observación y darles instrucciones a las enfermeras. Hugo se limitó a escuchar y asentir, esperando que se marcharán cuanto antes para hablar con Alejandro.

“Cuanto tiempo estuve dormido” habló cuando por fin estuvieron solos.

“Dos días”.

“Quiero detalles sobre lo que sucedió”.

“Sabía que eso sería lo primero que diría, así que ya averigüé”. respondió dio Alejandro pasándole una carpeta con documentos.

“La inspección del auto demostró que los frenos fueron manipulados, no fue un simple accidente, además también quitaron el airbag del asiento de piloto, por eso las heridas de la Señora Sara fueron más graves, mientras que el de su lado funcionó de forma habitual por eso sus heridas fueron más leves.

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