Un año para separarme
Capítulo 21

Capítulo 21:

Cuando Sara despertó esa mañana descubrió la mujer de la limpieza estaba haciendo su trabajo, le había cogido muy tarde para volver a la Universidad, así que tendría que correr para al menos estar presente en el segundo turno de la mañana.

Llamó un taxi, pero por órdenes de Hugo no pudo entrar a la Villa así que se marchó. A Sara no le quedo otra alternativa que irse andando, le tomó más de veinte minutos caminar hasta la salida de le Villa y luego de eso tuvo que pedir un aventón al próximo carro que pasó, pero como eso era una zona residencial, no había muchas casas por ahí, así que el carro paso media hora después y se demoró una hora y media en acercarla a la escuela.

Para cuando Sara llegó ya había acabado todo los turnos de la mañana. Esa tarde no tenía nada importante en la escuela, así que tomó la decisión de comprarse un coche, antes no lo había hecho porque en realidad no lo necesitaba, vivía dentro de la universidad y cuando iba a visitar al abuelo, usaba el bus o un taxi.

Se puso sus audífonos y luego emprendió la marcha hasta la parada del bus, para ir comprar el auto, iba tan sumergida en su mundo que no se percató que un auto la había estado siguiendo desde que salió de la Villa.

Los hombres en el auto negro continuaron su trabajo, y cuando Sara llego al concesionario de coche uno de ellos realizó una llamada a su jefe.

“Señor, la chica acaba de ir a comprar un auto. Le tomó mucho tiempo salir de la villa y para cuando llegó a la Universidad ya era medio día.” al otro lado de la línea Hugo no dijo nada y luego colgó la llamada.

Su humor se había mantenido horrible desde la visita de su madre, pero cuando supo que Sara se había marchado caminando se sintió un poco mejor. Pero ahora ella quería quitarle esa poca alegría así que él no lo podía permitir. Apretó un botón en el teléfono y llamo a Alejandro, este de inmediato esta frente a su jefe, sabía que en días como este había que ser más que eficiente si no quería sufrir una muerte lenta y dolorosa a manos del estrés de Hugo.

“Cancela las tarjetas en las que depositamos el dinero para esa mujer, dile al banco que fueron robadas y manden otras nuevas.” ordenó Hugo sabiendo que una vez que cancelaran las tarjetas Sara no las podría volver a usar y que las nuevas tardarían de cinco a diez días, ”también llama a todos los concesionarios de autos de la provincia y prohíbeles que les vendan un auto a cuotas a Sara, ni tampoco ninguno barato, que le muestren los más caros que tengan”.

“Si señor” respondió Alejandro y luego se retiró a cumplir la orden.

Sara entró y se puso a observar los autos más económicos, a ella no le gustaba derrochar el dinero, de pronto se acercó una rubia.

“Buenos días en que podemos ayudarle. ¿Está buscando un coche?”

“Si“ respondió Sara

“Lamento informarle que en los próximos meses no seremos capaces de ayudarla. No estamos ofreciendo autos” hizo una pausa mirando de arriba abajo a Sara y luego agregó” para personas de su categoría.” a Sara no le gustaba desperdiciar el dinero, eso no quería decir que no tuviera, así que cuando la chica la miró de esa forma sintió la necesidad de darle una lección a esa insolente.

“¿Cuál es el precio mínimo del auto que están ofreciendo?” preguntó Sara enarcando una ceja.

“Un millón” respondió sin dudarlo la chica, observado la forma de vestir de Sara estaba claro que no podría permitirse ni si quiera quinientos mil euros.

“Está bien, llévame a ver los coches.” la chica no dijo nada y pensando que Sara solo estaba fingiendo decidió seguirle el juego, después de todo no perdía nada, si no lo compraba podía reírse de ella y si lo compraba ganaría bastante dinero.

La chica le indico el camino hasta el otro extremo del local, donde había solo seis coches, pero uno en específico capturo la atención de Sara, era un Lamborghini Poison Roadster, de color negro mate, el interior era de cuero verde lima y negro, reflejando algunos detalles de la librea. inequívocamente, el coche más bello del lugar. La chica no aguanto la risa cuando vio a Sara encantada con el coche.

“Ese ni lo mires nena, no podrías permitírtelo ni en sueños. Además de que ya esta vendido, solo que el dueño aun no viene a recogerlo, llego hace tan solo unas horas. Solo existen nueve coches como ese en el mundo.” eso solo aumento el deseo de Sara.

“Lo quiero” aseguró.

“Te dije que ya tiene dueño, además cuesta cuatro millones de euros”.

“Te doy el doble, ocho millones de euros”.

“No puedes pagar en plazos” dijo la chica creyendo un poco mas en las palabras deSara.

“Esta bien no hay problema. Busca al gerente, quiero hablar con él”.

La chica se fue dando pequeños brincos de alegría y cinco minutos mas tarde regreso con el gerente.

“Hola bueno días” saludo muy amable él.

“Hola, quiero este carro y pagare el doble de lo cuesta, solo tengo una condición”.

“La que diga” respondió de prisa el gerente.

“Tengo entendido que según el precio de coche así será el porciento que recibe el vendedor.” dijo Sara con una sonrisa, no lo preguntaba, porque ella ya lo sabía.

“Si”.

“Bueno, me quedo con el coche con la condición de que me lo veda otra persona y no ella.” la chica palideció y luego se puso roja de la furia, intento decir algo, pero el gerente no se lo permitió.

“Claro, lo que usted desee” aseguro el y se marcho con la rubia enfurecida.

Sara se quedo mirando el coche con una sonrisa, se lamento un poco de haber gastado tanto dinero, pero cuando pensaba en la cara de la chica, ella estaba segura de que valía la pena. Otro al que no le hizo feliz la noticia fue a Hugo, que de inmediato se humor se volvió peor que antes.

Esta mujer definitivamente tiene un amante, pensó.

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