Capítulo 91:

Sara escuchó con atención toda la historia de Nadia mientras acariciaba el papel sobre sus piernas, no podía sentirse más bendecida de tener alguien así a su lado, la abrazó y la besó hasta que la pobre Nadia se sintió incómoda y se fue. Sara se sentía tan feliz que tenía que compartir su felicidad, buscó una fosforera la encendió y le puso candela al papel y luego se tomó una selfi, la envió a Hugo con un pequeño mensaje.

Aquí casual, eliminado basura.

Hugo había estado de muy mal humor todo el día, habían sido malas situaciones tras malas situaciones y cuando creyó que por fin iba a tener un minuto de paz su teléfono sonó notificando un mensaje, era un número desconocido, un corto mensaje con una foto, Hugo observó la imagen del papel quemándose y no entendió porque alguien le enviaría eso, luego el encabezado llamó su atención, le puso el zoom a la imagen y leyó que decía ACUERDO DE DIVORCIO corrió un poco intentando leer los nombres pero uno ya se había quemado, solo quedaba el suyo con su firma Hugo Moretti.

Las manos de Hugo apretaron el teléfono con fuerza y luego lo estrellaron contra la pared. Esa mujer, esa maldita mujer se estaba proponiendo volverlo loco y él no le daría el gusto de verla ganar otra vez, este era un juego que él ya conocía y no volvería a perder. Así que si ella quería jugar, estaba bien, la iba a complacer.

Hugo sacó su teléfono y llamó a Alejandro.

“Quiero que difundas la noticia de que estoy buscando esposa y comienza a organizarme citas a ciegas, todos los días” le dijo a modo de saludo.

“Ok”. respondió Alejandro y colgó.

Estaba en su cita con Nadia la miró y le dijo: “Creo que ahora mi jefe si se volvió loco”.

“Creo que ahora si tendremos bastantes problemas”. le contesto Nadia que había escuchando la conversación. Ambos alzaron el trago y bebieron hasta el fondo preparándose para la tormenta que se avecinaba.

A la mañana siguiente cuando Sara despertó descubrió una impactante noticia, el Presidente del Grupo Moretti estaba buscando esposa, todos los medios de comunicación hablaban sobre ello. Todos tenían algo que decir al respecto, las especulaciones sobre el imprevisto aviso comenzaron a abundar en Internet, mientras que las jóvenes de todo el país estaban radiantes de felicidad y luchaban por conseguir una cita con el aclamado Presidente.

Sola en su habitación Sara gritó de rabia, esa mañana tomó una ducha bien fría y salió a correr, demoro un poco más de lo normal, buscando una solución para su problema, cuando regreso al apartamento Nadia la esperaba con el desayuno listo. Sara solo saludo y fue directo al baño todavía no estaba lista para conversar con nadie. La ducha fue bastante larga y cuando por fin salió se sentía más preparada para afrontar la situación.

“Necesitamos la lista de todas las posibles candidatas, así como también las citas, tenemos que estar ahí cada vez que se vallan a encontrar y arruinar cualquier esperanza”. Nadia sólo asintió y se prepararon para el trabajo.

Una semana después Alejandro le envió a Nadia la agenda de citas, así como también una lista con el nombre de las seleccionadas en orden según las más compatibles con Hugo. Sara observó la lista y no vio ningún nombre conocido a bueno, todas eran conocidas por pertenecer a buenas familia y ser de clase alta, pero no vio a las últimas que ella le había conocido, repaso la lista y se puso a planear como deshacerse de ellas.

Hugo se encontraba tranquilamente trabajando, pero hacía días sentía una incomodidad en el pecho, él había hecho el anuncio de que buscaba esposa para molestar a Sara, previendo un berrinche de ella, pero aún no había ocurrido nada, todo estaba tranquilo, demasiado para su gusto, Sara no había vuelto a dar señales de vida y eso le comenzaba a incomodar, la conocía lo suficiente para saber que después de la calma viene la tormenta y con ella nunca se sabe que podía pasar, así que Hugo se sentía incómodo constantemente esperando el movimiento de Sara.

Hasta que por fin llegó, de un total de veinte candidatas que había elegido, diez cancelaron misteriosamente, siete tuvieron escándalos esa semana y solo tres confirmaron su cita, Hugo sabía sin necesidad de investigar que Sara estaba detrás de todo eso, pero evidentemente había tenido ayuda de alguien, y solo 1 persona conocía la lista de candidatas, Sara tenía un infiltrado y debía de ser Alejandro, pero Hugo no podía entender porque su fiel secretario lo traicionaría. Así que decidió poner una trampa para poder atrapar la rata.

Si Alejandro de verdad estaba colaborando con su ex esposa él lo descubriría y le haría pagar por traicionar su confianza. Sacó su teléfono y le envió un mensaje a su secretario pidiendo adelantar la primera cita, Alejandro respondió que se encargaría de todo como siempre y Hugo sonrió con malicia, ya el queso había sido puesto en la trampa solo quedaba ver si podía atraparlo.

Alejandro se encargo de preparar la cita sin saber que todo lo que estaba haciendo era preparando su propio funeral, porque si Hugo lo atrapaba ayudando a Sara se encargaría de acabar con su vida.

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