Sus mil secretos -
Capítulo 29
Capítulo 29:
Arielle respondió con una expresión de sorpresa. «¿De verdad? ¿Realmente tienes el concepto de límites?»
«¡Tú!»
«Me sorprende que alguien que ha recurrido a usar una serpiente venenosa para atacar a otros entienda lo que significa realmente la palabra ‘límite'», dijo Arielle con una sonrisa de satisfacción. «Lo siento mucho, Shandie. Tendré más cuidado la próxima vez, ¿vale?»
Justo cuando Shandie estaba a punto de explotar de rabia, de alguna manera logró leer entre líneas. Retrocedió unos pasos y preguntó: «¿Lo sabías? ¿Así que fuiste tú quien puso la serpiente en mi habitación?»
Arielle respondió con una sonrisa. «Oh, cálmate. Tenía que devolverla a su sitio. Era tuya, ¿no?»
Shandie abrió los ojos y amenazó: «¡Ya basta! Voy a decírselo a papá».
Arielle asintió con indiferencia. «Claro, ve a contarle a papá lo de la serpiente. Tú fuiste la que la soltó en mi habitación primero, ¿recuerdas?».
Shandie, que estaba a punto de marcar el número de Henrick, se congeló al instante.
Maldita sea, ella tiene razón. Si le informara a papá, entonces él sabría lo que le hice. No puedo decirle a papá sobre esto.
Los ojos de Shandie brillaron con una rabia descomunal. «¡Vete al infierno, p%ta!» Cargó contra Arielle y trató de arañar su rostro.
Llevaba mucho tiempo queriendo desfigurar el rostro de Arielle.
Sin embargo, inesperadamente, justo cuando la mano de Shandie estaba a punto de llegar a su rostro, Arielle agarró su muñeca y la retorció con fuerza. En un chasquido de dedos, Arielle dislocó la muñeca de Shandie.
La muñeca de Shandie era tan débil que Arielle la rompió con una fuerza mínima.
Arielle la miró con frialdad. No se compadecía de Shandie en absoluto.
Cindy me ha abofeteado una vez, y juré que no permitiría que ella ni su hija me hicieran eso nunca más.
Shandie tenía tanto dolor que casi se desmaya. Ni siquiera podía mover la muñeca.
Shandie respiró profundamente y todavía estaba en shock. No podía sentir nada con su mano.
¿Acaba de romperme la muñeca?
Shandie lanzó una mirada de terror a Arielle. Es mucho más pequeña que yo. ¿De dónde sacó la fuerza para hacer eso? ¿No me digas que sabe artes marciales?
Shandie se alejó al instante de Arielle. Se dio la vuelta y gritó pidiendo ayuda. «¡Mamá! ¡Arielle me rompió la muñeca!»
«¿Qué?» Cindy estaba aturdida. No sabía qué había pasado entre ellas, ya que estaba ocupada cuidando el equipaje.
En el momento en que vio lo pálido que estaba el rostro de Shandie, apartó el equipaje y corrió hacia su hija.
«¿Qué ha pasado?»
Las lágrimas rodaron por las mejillas de Shandie. Señaló a Arielle con otra mano y se lamentó: «¡Me ha roto la muñeca!».
«¿Qué?» Cindy no podía creer lo que oía, y no creía que Arielle tuviera la fuerza para hacer eso.
Entonces se acercó y tocó suavemente la mano de Shandie, haciendo que ésta gritara de dolor insoportable.
Al ver esa reacción, Cindy creyó finalmente que Arielle le había roto la mano a Shandie. Al instante cogió su teléfono y se dispuso a denunciar a Arielle a la policía.
Voy a llamar a la policía. No tiene sentido decirle a Henrick sobre esto. Se pondrá del lado de Arielle por todos los beneficios que obtuvo de ella..
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