Sus mil secretos
Capítulo 1526

Capítulo 1526:

No muchos conocían el intento de asesinato de Arielle, pues el Rey se había asegurado de que la noticia no se difundiera. A pesar de ello, Xavier consiguió enterarse del incidente por Lana.

Cuando se enteró, llamó inmediatamente a Harvey. Cuando se dio cuenta de que Harvey tampoco sabía lo ocurrido, ambos llamaron a Vinson para interrogarle.

‘‘¿Por qué no me dijiste que hubo un intento de asesinato de Arielle?’’ preguntó Harvey enfadado.

Aunque estén casados, sigo siendo su mejor amigo, ¿No? ¿Cómo han podido ocultármelo? ¿Siguen pensando que soy su amigo?

Vinson se masajeó las sienes al oír las preguntas de Harvey. Había estado demasiado preocupado por Arielle y se había olvidado de informar a Harvey sobre el asunto.

‘‘Estaba demasiado preocupado por Sannie, y por eso olvidé contártelo. Sannie ha recibido dos disparos y la trasladaron a la UCI después de operarla. Hoy la han trasladado a una sala normal’’.

Harvey guardó silencio durante un rato tras oír su explicación. Luego, preguntó, ¿Qué hay de ti? ¿Estás herido?

Vinson asintió suavemente en respuesta a la preocupación de su amigo.

‘‘Me dispararon una vez, pero la bala no me perforó el hueso. Se clavó en él. Ya me han operado para extraerla, así que no te preocupes’’.

‘‘¿Necesitas que haga algo por ti?’’

El poder que tenían estaba en otra parte. Aunque Vinson necesitara su ayuda, no podrían hacer gran cosa por él. Al pensar en los constantes acercamientos de Arielle, Vinson presionó los puños.

‘‘Por ahora, no’’. Vinson se quedó callado durante un rato. Luego continuó: ‘‘El Rey ya está investigando su intento de asesinato, pero los rastros del asesino han sido eliminados por completo. Ni siquiera podemos empezar a averiguar quién está detrás de esto’’.

Una oleada de impotencia inundó a Harvey. El poder que tenían era inútil donde estaba Arielle. Aunque quisiera ayudarles, no podía hacer nada.

‘‘Vin, no es la primera vez que Arielle pasa por esto. No podemos depositar todas nuestras esperanzas en el Rey porque incluso él mismo está…” Harvey se interrumpió. “Tenemos que encontrar la forma de extender nuestro poder a este lugar. Sólo así dejaremos de sentirnos indefensos cuando nos encontremos con problemas como éste’’.

Vinson asintió con la cabeza. Harvey estaba de acuerdo con él, pues una vez también tuvo la misma idea. Al principio, planeó traer hombres tras regresar a Chanaea con Arielle. Sin embargo, nunca esperó encontrarse con asesinos y que volvieran a herir a Arielle.

‘‘Te conseguiré unos visados dentro de unos días. Trae a algunas personas. Tráelos de contrabando si puedes e intenta traer al mayor número posible’’, le dijo Vinson en voz baja. Intuía que no habría paz en los próximos días.

‘‘Por supuesto’’.

Tras finalizar la llamada, Harvey sacó su collar y le echó un vistazo. La chica de la foto parecía tan dulce como siempre. Quería buscar a la chica y cuidar de ella, pero por mucho que la buscaba, sus esfuerzos eran inútiles. Por eso, con el tiempo, los pensamientos de encontrarla se desvanecieron.

Dependía del destino que volviera a cruzarse con ella o no.

Mientras tanto, la Reina lloraba día y noche en palacio. Dos días antes, había pedido a su hermano mayor, Einbert, que buscara a Aaron. Sin embargo, no había más que el coche destrozado y las espantosas manchas de sangre bajo el acantilado.

Bajo el acantilado había un río embravecido, y su hermano había encontrado un zapato en la orilla. Tras comprobarlo, confirmaron que el zapato pertenecía a Aaron. En ese momento, el corazón de la Reina se hundió en el abismo. ¿Qué posibilidades había de que su hijo siguiera vivo?

No se atrevía a imaginar la respuesta.

Durante las dos últimas noches, no había podido dormir. Incluso un breve momento de cerrar los ojos la hacía soñar con Aaron pidiendo ayuda a gritos, ensangrentado y miserable.

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