Sus mil secretos
Capítulo 1482

Capítulo 1482:

«Aquello no era más que una excusa para que se enterara el público. En realidad, ya habían llegado a un acuerdo. Cuando tú y Aaron se gradúen, ambos se casaran», informó la madre de Nico.

Aquella noticia fue como una bomba que estalló en la mente de Nico. Estaba tan desolada que no sabía qué decir.

Al cabo de un rato, dijo: «No voy a casarme con Aaron, madre. Dile a papá que se quite esa idea de la cabeza. Aún está a tiempo de cancelar el matrimonio, ya que aún no se ha anunciado al público».

«El Príncipe Aaron tiene un estatus noble. Es un hombre capaz, fuerte y apuesto. ¿Qué puede no gustarte de él?», preguntó su madre, con evidente disgusto en el tono.

Creía que el matrimonio de su hija con el Príncipe era una buena idea, pues ambos harían buena pareja.

«Puede que sea bueno, pero no es mi tipo». Nico agarró el brazo de su madre.

«Por favor, convence a padre de que cambie de opinión, madre».

«Puedes decírselo tú misma». La madre de Nico se deshizo de la mano de su hija y se marchó. No iba a estropear el matrimonio porque Aaron fuera el yerno en el que había puesto sus ojos.

Nico se encogió de hombros con resignación. Parece que tendré que ocuparme de esto yo sola.

Miró a su alrededor en busca de Vinson y se acercó obstinadamente a él cuando lo vio.

¡Sin duda conseguiré que se enamore de mí!

Mientras tanto, Vinson acabó por encontrar a Arielle con un vaso de vino en la mano y se dispuso a dar un sorbo. Se acercó a ella rápidamente.

Luego le arrebató la copa con el ceño fruncido y le recordó: «¿Has olvidado que ahora tienes la regla? No puedes beber alcohol».

«¡Ah, casi lo olvido!» Arielle abrió los ojos.

Sabía que ella lo olvidaría. «Toma, bebe esto». Sacó un pequeño termo del bolsillo y se lo dio. «Es agua con azúcar moreno».

Ella cogió el termo mientras sus labios se curvaban hacia arriba sin control. Bromeó: «¡Eres todo un mayordomo!».

Vinson también sonrió, aunque con un matiz de resignación. Se quedó mirándola fijamente.

¿Por quién crees que hago esto, mujer desalmada?

Aun así, por ti estoy dispuesto a convertirme en mayordomo.

Aquella escena fue presenciada por Nico, que buscaba a Vinson, y Sonia, que estaba junto a Arielle. Ambas tuvieron reacciones muy diferentes ante ella.

Mientras Sonia deseaba poder tener un marido cariñoso como Arielle, a Nico, en cambio, le disgustaba mucho que el hombre que le gustaba tratara amablemente a otra mujer.

«¿Cuál es tu relación con ella?» Nico llegó junto a Vinson y miró a Arielle con desagrado antes de dirigir la vista hacia él.

Cuando había hablado con él antes, se había comportado de forma despectiva con ella. Eso le hizo pensar que era ese tipo de persona. Sin embargo, cuando vio la conmovedora escena que compartió con Arielle, no pudo contener sus emociones por más tiempo.

¿Qué parte de mí es inferior a ella? Me trata con tanta frialdad y, sin embargo, cuida tan bien de esta mujer. ¡Incluso sabe cuándo tiene la regla y le ha preparado agua con azúcar moreno! ¡Admito que ahora mismo estoy realmente celosa!

Al oír su tono interrogativo, Vinson la miró fríamente.

¿Está loca esta mujer?

Arielle levantó una ceja y lo miró. No esperaba que siguiera atrayendo la atención de otra mujer llevando una cara falsa.

Los miraba a los dos con interés mientras estaba sentada en su silla despreocupadamente. De vez en cuando, daba un sorbo al agua con azúcar moreno del termo. Aunque en realidad no le gustaban las cosas dulces, en aquel momento le sabía bastante bien.

Nico no se sintió intimidada por la mirada aterradora de Vinson. De hecho, sólo reforzaba su deseo de conquistarlo.

Pasó junto a Vinson y se detuvo frente a Arielle. Tras mirar fijamente a Arielle durante casi dos minutos, anunció con decisión: «No sé quién eres, pero te aseguro que este hombre es mío».

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