Presa entre tus brazos -
Capítulo 86
Capítulo 86:
“Solo es para proteger mis ojos cuando estoy ante la computadora”.
“Se ve usted muy se%y”
Le dijo mientras le hacía un guiño coqueto.
“Si sigues así haremos de todo menos trabajar preciosa”.
“¿Entonces que dices?”
Aprovecho que su humor había mejorado, le pregunto eso otra vez.
“Está bien, queda bajo tu absoluta responsabilidad, sólo te pido que le indiques que no se me vuelva a acercar”.
Se dio cuenta de que ese gesto coqueto fue para ablandarlo respecto a Alizza.
“No te preocupes, hablaré con ella”
Nicole sonrió al ver que su truco para convencerlo había funcionado.
Fuera de la oficina, Bertha le llamaba la atención a Alizza que se encontraba recargada en la intentando escuchar.
“Señorita, ¿No le han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones de otras personas?”
“Lo siento Señora Bertha, solo es que la Señora Nicole entró para hablar sobre mi traslado”.
“Espera tranquila, debes ser paciente”
Bertha se retiró.
En el pasillo, Alizza se quedó molesta.
“Vieja metiche”
Se quito de inmediato de la puerta al escuchar pasos que se acercaban a ella.
Nicole salió y regresó a su oficina, Alizza entró detrás de ella.
“Lo siento mucho, señora, pero estoy impaciente”.
“Siéntate por favor, Bruno acepta que te quedes bajo mi responsabilidad, pero te pide que no vuelvas a acercarte a él o te sacará enseguida”.
“Entiendo señora, mi comportamiento no fue adecuado, le agradezco mucho que interceder por mí, cumpliré lo que el Señor Bruno ha ordenado”.
Salió furiosa de la oficina, ante Nicole oculto muy bien lo que sentía.
“Cuando ya no estés a su lado, yo estaré ahí para consolarlo”, dijo mientras reía frente al espejo del baño.
…
Mientras tanto en otro lugar…
De Santis se encontraba por demás furioso.
Hablaba con Deborah sobre lo que estaba pasando, tenía gente infiltrada que lo mantenía informado.
“Maldita Rina, está dispuesta a quitarme mi fortuna, sé que ha estado investigando mis movimientos”.
“Por lo visto tendrás que quitar de en medio a unos cuantos”.
“Quitaré de en medio a quien sea necesario”.
“Debes andar con pies de plomo, no puedes hacer tus movimientos con descaro, recuerda que está protegida por personas poderosas”.
“Se cuidarme gatita y eso tu muy bien lo sabes”.
Sergio siempre decía que Deborah era una gata debido al color de sus ojos y a lo expresivos que eran.
Le quitó el vestido de un tirón, la puso en cuatro sobre el escritorio y comenzó a embestir la, los gritos de la mujer se escuchaban por toda la mansión.
Leandro que acababa de llegar prefirió retirarse.
Pensaba que era una fortuna que esos dos no hubieran tenido hijos, no tenían calidad como padres.
Él se dirigió a la casa de Nicole, al llegar ella abrió la puerta.
“Hola”
La saludo con una encantadora sonrisa.
“Hola Leandro, me da gusto verte”.
También sonrió al saludarlo.
“¿Puedo ver a Santi?”
“Claro, pasa”.
Se sorprendió al ver que Bruno jugaba videojuegos con Santi.
“Tío Leandro”
El pequeño aventó el control del videojuego para ir a saludarlo.
Bruno no podía dejar de sentir celos, pero como había dicho Nicole, Leandro era parte de sus vidas, estuvo con ellos cuando nadie más lo hacía.
“¡Que tal!”, dijo en un intento de saludar cortésmente.
“¡Que hay!”, contestó Leandro.
Nicole volteó a ver a uno y otro.
Le parecían más infantiles que Santi, se enfrascaron en una guerra de videojuegos, a Santi no le quedó otra opción que observarlos.
Cuando Nicole bajó, observó que se había quedado dormido, el papá y el tío ni cuenta se habían dado, meneo la cabeza, tomó a su hijo en brazos y lo subió a su recámara.
Leandro y Bruno se dieron cuenta de lo que habían hecho.
“Creo que la hemos liado”, dijo Bruno.
“Y en grande, sólo espero que Nicole no nos saque a escobazos”
“Espero que no”
Le contestó Bruno mientras reía.
“Ya que estamos aquí, aprovecharé para hablar contigo, solo espero que Nicole no baje, es un asunto muy serio, pensaba ir mañana a tu oficina”.
“Si es un asunto muy serio, será mejor que hablemos en otro lado”.
“Me parece bien”.
Nicole bajo en ese momento, los observó un momento, la actitud de esos dos le pareció por demás sospechosa.
“¿Qué están tramando ustedes dos?”
“Nada, solo que hemos decidido salir a tomar un trago”.
Nicole se sorprendió, señaló a uno y a otro con incredulidad.
“¿Ustedes dos saldrán a tomar un trago juntos? ¿Pasa algo? Porque eso sí que no me lo creo”.
“Pues créelo porque es verdad”
Le contestó Bruno, intentando ocultar su nerviosismo, Nicole era muy lista y no podían engañarlo tan fácilmente.
“Así que nos iremos de una buena vez”, dijo Leandro, mientras caminaba hacia la salida.
Nicole se quedó estática, viendo la puerta por donde los dos hombres habían salido, se dio un fuerte pellizco para ver que no estaba soñando.
“Auch, pues no estoy soñando, eso ha dolido, espero no estar soñando y que esos dos en verdad empiecen a llevarse bien por la tranquilidad de mi hijo”.
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