Presa entre tus brazos
Capítulo 75

Capítulo 75:

“El problema es que si te necesito, te necesito más de lo que quisiera…”

Bruno lo dijo para sí mismo.

Le dolía profundamente como lo trataba.

Nicole suspiró al entrar en su oficina

Después de cerrar la puerta, se recargó sobre ella.

“Estuve a punto de caer de nuevo, soy una estúpida, no puedo comportarme así cada vez que lo tengo cerca, es la persona que arruinó mi vida, no tuvo piedad de mí, ni me otorgó el beneficio de la duda, ahora viene pretendiendo hacerme creer que me ama, pues no señor, no le será tan fácil, antes de aceptarlo tendrá que sufrir un poco de lo que yo he sufrido, y si en realidad me ama tendrá que perdonarme”.

…

Él sábado por la noche, Nicole llegó a la fiesta de Amadeus.

Max se había negado a ir en cuanto supo de quién era la fiesta, pero Nicole logró convencerlo.

Amadeus sonrió cuando los vio llegar.

Enseguida se acercó a recibirlos.

Nicole llevaba un vestido negro largo, con la espalda completamente descubierta, la delicada tela tipo seda, permitía observar perfecto las curvas de su cuerpo, el cabello estaba recogido en un moño, se veía muy bella, Max llevaba un traje también negro, parecían la pareja perfecta.

A lo lejos, Bruno observaba la escena.

Decidió pedirle a Alizza que lo acompañará, y la chica accedió gustosa.

Él lo hizo porque no deseaba llegar solo a la fiesta, pero la chica ya se imaginaba que le gustaba, se hizo miles de ideas en su loca cabeza.

Él al igual que Max, llevaba un traje negro hecho a la medida, Alizza llevaba un vestido corto, color dorado, tenía un generoso escote al frente, la falda era amplia, Bruno pensó que no era un atuendo para lucirlo en esa ocasión, pero la chica era joven y no sabía sobre reglas de etiqueta para estas situaciones.

Él evento era para anunciar que la empresa se iba a ampliar, se construirían hoteles en varios países, Amadeus estaba feliz porque el corporativo hotelero, estaba en su mejor momento.

La presentación pasó sin contratiempos.

Nicole bailo algunas piezas con Max, otras con Amadeus.

Bruno encendió un cigarrillo.

Tenía el ceño fruncido al observar que Nicole en verdad se estaba divirtiendo.

Alizza movía los pies al ritmo de la música, cada vez que Bruno la volteaba ver la chica le sonreía, estaba segura que le pediría bailar en cualquier momento.

Nicole bailaba con Amadeus y sonreía por lo que él le estaba diciendo.

Estaba consciente de que Bruno la observaba, por eso lo estaba haciendo.

Bruno no resistió más, tomó a Alizza por la mano y la jaló hacia la pista.

La chica sonrió triunfante.

Ambos se colocaron junto a Nicole y Amadeus.

La música era alegre por lo que bailaban separados, después de un rato la música cambió a un ritmo lento.

Cuando Amadeus iba a colocar su mano sobre la cintura de Nicole, sintió que tocaron su hombro.

“Creo que es tiempo de que cambiemos de pareja”.

Sin dar tiempo a que contestara, Bruno puso la mano de Alizza sobre la de Amadeus, tomó de la mano de Nicole y la acercó a él.

El ruso no tuvo otra opción que bailar con la chica.

Aún en contra de su voluntad, se sentía por demás incómodo.

Alizza se había molestado al principio, pero estar entre los brazos de Amadeus era agradable, tenía unos brazos fuertes, se sentía muy bien estar entre ellos.

Bruno apretó fuertemente a Nicole sobre su cuerpo.

Ella no dijo nada.

Solo se dejó llevar por el momento.

Al parar la música, él la beso.

Ella, al sentir el beso, lo empujó y salió corriendo.

Max y Amadeus fueron tras ella.

En la pista, Bruno y Alizza se quedaron parados.

Se voltearon a ver, y enseguida regresaron a su mesa.

En el jardín Max y Amadeus buscaban a Nicole.

Después de un rato se dieron por vencidos, no lograron encontrarla, quizá se había retirado de la fiesta.

En ese momento Max se dio cuenta de que no había sido buena idea alejarse de la fiesta en compañía del ruso.

Su cercanía y la oscuridad lo ponían nervioso.

“Es hermosa la luna llena”.

“Lo es”

Le Contestó Max apurando el paso.

“Espera, ¿Porque siempre te alejas de mí?”

“No lo hago, simplemente quiero ver si Nicole ya regreso a la fiesta, vine con ella y me preocupa”, explicó con rapidez.

No quería estar cerca de él.

“Sabes, no sé porque, pero me siento muy bien con tu compañía”.

Max solo desvío la mirada y maldijo para sí mismo.

“¡Demonios!”

“¿Dijiste algo?”

“No, tan solo pensaba en voz alta”.

Antes de entrar a la fiesta, Amadeus lo detuvo.

“Espera, tan solo quiero comprobar algo, cierra los ojos”.

“No, entremos”.

“Vamos hazlo”

Amadeus insistió.

Esperaba poder convencerlo.

Max cerró los ojos ante la insistencia de Amadeus ni él mismo sabía porque hacía lo que le había pedido.

Él ruso se acercó.

Max sintió muy cerca su aliento.

Era una combinación muy suave entre tabaco y ron.

Amadeus puso sus labios sobre los del chico.

Max se dejó llevar y correspondió a aquel beso.

Le gustó la sensación que sintió al hacerlo.

En ese momento alguien que salía del salón, y logró verlos.

La chica cubrió su boca ante la impresión que le generó ver aquello.

Quién diría que esos dos hombres tan guapos hicieran eso.

Alizza no podía creer lo que estaba viendo.

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