Presa entre tus brazos
Capítulo 73

Capítulo 73:

Él médico los reviso, les indico reposo.

Deberían mantenerlos bajo vigilancia, en caso de presentar algún síntoma posterior deberían realizar algunos estudios.

Nicole al despertar abrazó a su hijo.

Sabía que se encontraba bien, pero no podía parar de llorar.

Todos salieron de la habitación.

No tenían palabras que decir después de ese gran susto, solo se quedó con ellos Bruno, se acostó junto a Santi y lo abrazó, así se quedaron los tres, fundidos en un abrazo.

Nicole observaba a su pequeño hijo, no podía contener las lágrimas al pensar en lo que había pasado.

Max no tenía rostro para ver a Nicole, le confiaron un rato al niño y no pudo cuidarlo, lloró al pensar lo que pudo haber pasado.

Amadeus se acercó, quería decir algo que pudiera reconfortarlo.

“Siento mucho lo que ha pasado, afortunadamente están bien”.

“Si algo le hubiera pasado a Santi, no me lo hubiera perdonado”.

“No fue tu culpa, no podrías saber lo que iba a pasar, hasta ahora jugar a las escondidillas no se considera peligroso”

Extendió su mano ofreciéndole un cigarrillo.

“Gracias, pero no fumo”.

“Tómalo, hazlo solo por esta vez, te ayudará a calmarte”

Max lo tomó y Amadeus encendió el cigarrillo.

Estar cerca de ese chico, era agradable.

Ambos se quedaron en silencio por un rato.

Los padres de Nicole y los de Bruno, no podían creer que habían estado a punto de perder a su nieto.

Se sentían culpables, sobre todo Noah, Nicole estaba confiada porque él le había dicho que lo cuidaría.

“Que día, afortunadamente no ha pasado a mayores”, exclamó René.

“No puedo evitar sentirme culpable, me siento terrible, soy un mal abuelo”, dijo Noah.

“Me siento igual”, confesó René.

“Es inútil proyectar culpas, ellos están bien, eso es lo que importa”; exclamó Rina.

Sirvió unas copas de ron, después se las ofreció.

Quizá eso los ayudaría un poco a controlar sus nervios.

Bruno salió un poco después de la habitación, Nicole dormía con su hijo entre sus brazos, su teléfono sonaba insistentemente, por eso salió, para tomar la llamada y no despertarlo.

“Aló”.

Al otro lado tan solo se escuchaba el sonido de una respiración.

“Aló, ¿Quién es?”, preguntó extrañado.

“Hijo”

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar aquella palabra.

“¿Quién es? Creo que se ha equivocado”.

“Bruno, hijo, soy Deborah, tu madre”.

“Mi madre no se llama Deborah, creo que se ha equivocado”

Cortó de inmediato la llamada.

Sentía el cuerpo helado.

Estaba sudando.

Luego envío un mensaje a su padre.

Necesitaba hablar con él.

Se dirigió hacia el estudio para esperarlo.

“¿Pasa algo hijo? Estás muy pálido”.

“Ha llamado, después de tanto tiempo, me ha llamado, no sé qué es lo que pretende al hacerlo”.

“Hijo me estás asustando, ¿Quién te ha llamado?”

“Deborah”

René se sorprendió.

No esperaba eso.

¿Qué quería esa mujer después de todos esos años?

Sintió por un momento que sus piernas no podrían sostenerlo.

Bruno lo ayudó a sentarse.

“Algo trama esa mujer, debes de tener mucho cuidado hijo, la conozco muy bien”.

“Esa mujer no es mi madre, no entiendo qué pretende al buscarme.”

René lo entendía perfectamente.

Mientras tanto en otro lugar…

Alizza aún seguía mareada, pero se despertó en ese momento.

No tenía idea sobre lo que había pasado.

Vagos recuerdos de ella intentando besar a Bruno vinieron a su mente.

Salió de su habitación, y en el pasillo se encontró a la madre de Bruno.

“Señora Leone, le pido disculpas por mi estado inconveniente, debo disculparme con el Señor Bruno por mi mal comportamiento”.

“Estoy de acuerdo que lo hagas, pero ahora no es el momento, ni nieto tuvo un accidente, afortunadamente está bien, pero no creo que Bruno este de humor para hablar ahora”.

“Lo haré en otro momento, me da gusto que su nieto esté bien”

En su interior maldecía.

Hubiera sido perfecto despertar y enterarse que ya no tendría ese estorbo, ella podría darle a Bruno un hijo hermoso, perfecto.

Para Leandro era difícil estar lejos de Nicole.

Su cerebro se negaba a reconocerla como su hermana, intentaba olvidarla con Shelsy, pero era inútil, no toleraba siquiera besarla, la chica era hermosa, había cambiado mucho a raíz de que su familia quedara en la ruina.

Su padre insistía en intentar convencerlo de que lo ayudara a conservar su fortuna, Leandro lo pensó detenidamente, le haría creer que estaba de su lado, así podría enterarse de cuáles eran sus verdaderos planes, y así podría defender a Nicole y a Santi.

“¿Qué te trae por aquí hijo?”

Le preguntó extrañado.

Pensaba que su hijo no quería saber más de él.

“He decidido ayudarte, Nicole está muy feliz con Bruno, mientras yo siento que me estoy muriendo, así que te ayudaré”

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