Presa entre tus brazos
Capítulo 70

Capítulo 70:

“No he hablado con Bruno sobre esto, si Sergio llega a intentar algo en contra de mi hija o mi nieto, lo haré”, contestó Noah él también estaba preocupado.

Temía por la seguridad de su hija.

René se acercó a ellos, por el rostro que tenían, notó que algo pasaba.

“Los veo preocupados, ¿Pasa algo?”

“A ti si te lo diré, no se lo he contado a Bruno para no preocuparlo, solo que no queremos que Nicole se entere por favor”, dijo Noah.

“De ninguna manera se lo diré, ¿Qué es lo que ocurre?”, preguntó preocupado.

“Han estado siguiendo a Rina, creemos que es Sergio, hace algunos meses, se atrevió a acercarse para amenazarla, creemos que quizá intente dañar a Nicole o al niño”

“Ese hombre es un peligro, ya Bruno nos contó lo que ocurrió con la herencia de Nicole, es lógico que no querrá perder toda esa fortuna, después de lo que ha hecho lo creo capaz de hacer cualquier cosa”.

“Tenemos a varios guardaespaldas cuidando a Santi y a Nicole, los vigilan a una distancia segura, en la cual ellos no se han dado cuenta de su presencia, pero lo suficientemente cerca para actuar en caso de una emergencia”.

Sara se acercó con Santi, por lo que tuvieron que cambiar la conversación.

Bruno se quedó en la playa, sentado sobre la arena, observando a Nicole.

Nicole y Sophie jugaban esquivando las olas.

Dante se acercó a Bruno y se sentó a su lado.

“Quién lo diría”, dijo sin dejar de observar a las chicas.

“¿Qué?”

No entendió a qué se refería.

“Qué estás dos chicas nos robarían el corazón, yo que había jurado que después de lo ocurrido con Shelsy, ya no me volvería a enamorar”

“Juré lo mismo, y mírame aquí sentado babeando por una chica”

Suspiro después de decirlo.

“Estamos completamente jodidos hermano”

Dante suspiro mientras lo decía.

“De eso no tengo duda, jajaja”.

“Sophie llegó cuando menos lo esperaba. Lo que menos me interesaba era una relación seria con nadie, la conocí y lleno mi vida de alegría, su manera de ver la vida me tiene loco, siempre tiene una solución para cada problema, una alegría para la tristeza, convierte lo complicado en simple”.

“Si que te flecho cupido hermanito, nunca te había visto así”

Bruno lo desconocía, esa chica sí que lo había hecho ver la vida de otra manera.

“No me sentí así ni cuando estuve con Shelsy, por cierto creo que es hora de que hablemos sobre ella, es algo que nos debemos, ¿Como la conociste? Es algo que siempre he querido preguntarte”, le dijo con curiosidad.

“Por mucho tiempo no pude hablar de ella porque dolía, ahora me es completamente indiferente, la conocí en una cita a ciegas en Milán, en ese tiempo, estaba dedicado completamente a mi carrera, mi profesión era lo único que me importaba, unos amigos insistieron en que aceptará ir a una cita doble, Shelsy había acudido a la semana de la moda en la ciudad, era la modelo principal de una importante firma, en cuanto la vi me gustó y yo no le fui indiferente, desde ahí empezó nuestra relación, en verdad creí que me amaba, ella viajaba constantemente para acá, me decía que era por asuntos de trabajo, jamás creí que me engañara, a veces el amor no nos permite ver la realidad”.

“Lo mismo creí, esa mujer se ama tan solo a ella misma, yo la conocí de la misma manera, en una cita doble, era una mujer muy apasionada, creo que el se%o fue una parte importante en nuestra relación, ella empezó a insinuárseme y yo simplemente me deje llevar”.

“Qué ironía, yo no quise tener intimidad con ella, la amaba tanto que quería hacer de nuestra noche de bodas algo especial, inolvidable, iluso creí que sería su primera vez, ahora que lo sé me siento como un tonto”.

“Lo siento hermano, sin saberlo te estaba haciendo daño”

“No, aquí la única que nos hizo daño fue ella, pero olvidemos eso, ahora vivamos el presente, los malos ratos del pasado ya no existen, el único interés que tengo es recuperar a mi familia, quiero a Nicole y a mi hijo a mi lado”.

“Espero puedas recuperarla, mi cuñadita aún guarda resentimiento en contra de ti, si te soy sincero creo que con justa razón”.

“Sé que lo merezco, espero pronto poder borrar esos malos recuerdos de su mente, la amo y deseo hacerla feliz”.

Nicole y Sophie salieron del agua.

Ambas se quedaron paradas en la orilla pues dos apuestos chicos se acercaron inmediatamente a ellas.

“Hola, preciosas, ¿Podemos acompañarlas?”

Las chicas voltearon a verlos extrañadas por su atrevimiento.

“No, gracias”, contestó secamente Nicole.

“No me digan que son fresas, ¿Acaso les parecemos muy poca cosa como para estar con ustedes?”

El chico se molestó ante su rechazo.

“Miren chicos, no queremos problemas, así que será mejor que se marchen”, exclamó Sophie, que ya se sentía irritada ante la insistencia.

Dante y Bruno se acercaron a ellas.

“¿Pasa algo?”, preguntó Bruno.

A esas alturas ya sentía que estaba a punto salirle humo.

“No pasa nada, esto es entre nuestras chicas y nosotros”, contestó uno de los chicos.

“Vaya, así que son sus chicas, ¿Como ves hermano?”

Dante preguntó divertido a Bruno.

Él tomaba las cosas muy diferentes a como las tomaba su hermano.

Bruno se acercó y abrazó a Nicole, dándole un beso en el cuello.

Dante también se acercó a Sophie besándola apasionadamente.

Los chicos avergonzados se retiraron del lugar.

En cuanto se fueron, Nicole se alejó de Bruno.

“¡No vuelvas a hacer eso!”, exclamó molesta.

“Lo siento, no volverá a ocurrir”, contestó, intentando no tener problemas con ella, ya encontraría la manera de hacer que ella lo aceptara definitivamente.

…

Todos regresaron a la casa.

Max se acercó a Nicole.

Bruno observaba molesto.

No le agradaba en lo absoluto que ese chico estuviera cerca de ella.

Después de un rato Amadeus se acercó a ellos.

Max al verlo se alejó rápidamente de ahí.

No quería verse inmiscuido en algo que no consideraba correcto, mantenía una lucha constante en su mente desde que conoció a Amadeus en el bar.

Se sentía dividido entre lo que sentía y el miedo a sentirse señalado.

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