Presa entre tus brazos -
Capítulo 63
Capítulo 63:
Por la mañana Bruno despertó temprano.
Nicole aún dormía, así que se dio una ducha y salió de la habitación.
Cuando Nicole despertó, encontró sobre la cama un vestido, y todo lo necesario para arreglarse, incluyendo, zapatos, maquillaje y hasta ropa interior.
Se ducho rápidamente, se arregló y bajó.
Bruno estaba por empezar a desayunar.
“Te estaba esperando para desayunar, me han hablado, Amadeus Richter quiere hablar con nosotros, estará en la empresa en dos horas, quiere que le mostremos las ideas que tenemos, quiere dejar todo encaminado antes de regresar a Rusia”.
“Vaya, lo que me faltaba, prometí a Santi llevarlo al colegio y no podré cumplir, pediré a Nanny que lo lleve y que pase a dejarlo a la oficina en cuanto salga”.
Se sentó frente a Bruno.
Ambos desayunaron en silencio.
Al terminar, se dirigieron hacía la cochera, Nicole se sorprendió al ver la cantidad de autos que había en el garaje.
Cuando vivió con él, tenía varios, pero ahora había el doble o tal vez un poco más.
“Tienes muchos autos”.
“Así es, varios son de colección”, contestó con orgullo.
“Si vendieras la mitad podrías alimentar a muchos niños necesitados alrededor del mundo”
Lo dijo porque en realidad lo pensaba.
Bruno se quedó callado.
Sintió vergüenza ante lo que ella dijo.
Nunca pensaba en esas cosas.
Solo adquiría esos autos tan solo para satisfacer su vanidad, cada vez que lograba algo que se proponía adquiría uno a manera de compensación hacia él mismo.
…
Al llegar a la empresa, subieron rápidamente.
Arreglaron la sala de juntas y prepararon una rápida presentación, mostrarían a Amadeus un avance de lo que sería el diseño para la construcción y remodelación de sus hoteles.
Bruno había decidido hacer él mismo el diseño y los planos, así podría pasar más tiempo con Nicole.
“¿Quién ha hecho estos diseños? Son simplemente espectaculares, estoy segura que a Amadeus le agradarán”.
“¿Amadeus? Vaya, ya se tutean, que bien”, dijo apretando los dientes.
“Él así lo ha pedido”.
“Perfecto, los diseños los hice yo, espero que se integren al diseño de los jardines”.
“Creo que lo hacen perfectamente”, dijo mientras le daba la tableta para que los viera.
“Genial, sin proponerlo nuestros diseños compaginan maravillosamente”.
“Debiste informarme qué harías tú mismo esos diseños, sé que aún son tan sólo ideas las que presentaremos al cliente, pero al tratarse del mismo proyecto, creo que debemos trabajar conjuntamente”.
“Así también lo creo, por cierto, quiero pedirte una disculpa por lo sucedido anoche, me comporte inapropiadamente”.
“No te preocupes, ya está olvidado”.
Bertha entró en ese momento para decirles que Alizza se encontraba en la empresa desde muy temprano.
Había adaptado para ella un lugar junto a su escritorio, así podría ayudarla en lo que necesitara.
“Me parece muy bien, gracias Bertha, la incluiré en el proyecto como mi ayudante, así podrá poner en práctica sus conocimientos”.
Más tarde, Amadeus llegó al corporativo.
Él iba acompañado de los gerentes de algunos de sus hoteles.
Quería que estuvieran al tanto de que áreas serían las que se remodelarían, así sabrían cómo manejar la situación, pues se haría por partes para no tener que cerrar por completo los hoteles.
“Buenas tardes señores”
Bruno los saludo cordialmente.
“Buenas tardes Señor Leone”.
Respondieron todos al unísono.
“Nicole, hoy está usted resplandeciente, perfecta”.
Amadeus tomó su mano y depositó un cálido beso sobre ella Nicole se ruborizo.
Ese hombre tenía una sonrisa que podría derretir a cualquiera, además de que su apariencia era perfecta.
“Ejem…”
Bruno carraspeó fuertemente, tratando de interrumpir el momento, la interacción tan directa entre ellos le molestaba.
“Creo que será que empezamos la reunión”, dijo en tono serio, que no pasó inadvertido para Nicole y Amadeus.
Nicole pidió a Bertha que llamara a Alizza.
Quería que estuviera presente en la reunión, así empezaría a conocer el proyecto.
La chica entró de prisa en la sala de juntas, al hacerlo, tropezó y cayó sobre Bruno, él la sostuvo y la ayudó a levantarse.
“Debe tener más cuidado al caminar señorita”, exclamó Bruno en un tono poco amable, no creía que esa chica fuera tan increíblemente tonta.
“Lo siento señor, tendré más cuidado”.
Estaba terriblemente apenada.
Amadeus observó como aquella chica no apartó su vista de Bruno ni un solo instante durante toda la reunión.
“Interesante…”, murmuró.
Estaba interesado en Nicole.
Al pedir que la investigaran se enteró que era esposa de Bruno y la vergonzosa razón por la cual se tuvieron que casar.
Cualquiera que tratara con ellos podía darse cuenta de que no llevaban una relación de pareja, algo estaba pasando y Amadeus lo pensaba aprovechar.
Ajenos a lo que pensaba el ruso, Nicole y Bruno explicaban a detalle cada uno de sus diseños, en cuanto al trabajo parecían compaginar muy bien.
Tenían a todos los presentes interesados en lo que decían.
Al terminar la reunión, el ruso se sentía satisfecho con los bocetos que le mostraron.
“Los felicito, me han dejado impresionado, creo que mi elección no ha podido ser mejor, sus bocetos son simplemente geniales”.
Amadeus y su comitiva se marcharon más tarde,
Nicole decidió hablar con Bruno para solucionar de una vez el tema de su divorcio, Alizza estaba ordenando la sala de reuniones.
“Bruno, necesito que de una buena vez firmemos el divorcio, acepta las correcciones que he hecho al acuerdo, solo tienes que firmar y enseguida estaremos divorciados”.
“Por lo que veo no cederá”, preguntó en un tono que dejaba ver su tristeza.
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