Presa entre tus brazos -
Capítulo 62
Capítulo 62:
Cuando se controló, lo soltó para limpiar su rostro.
Tomó unas toallitas de papel del auto y empezó a limpiarlo, Bruno se le quedó viendo y después sonrió.
“Te amo”, dijo con la mirada clavada en ella y una tonta sonrisa dibujada en su rostro.
Nicole hizo caso omiso a lo que dijo.
Limpió un poco el interior del auto y lo ayudó a subir, estaba completamente arrepentida de haber ido allí con Sophie.
Cuidar a borrachos no era lo suyo.
Lo llevó hasta su mansión.
Al llegar el mayordomo salió a recibirlos.
La ayudo a bajarlo del auto, y entre los dos lo subieron a su recamara.
“Ahora lo dejaré en sus manos señora”.
“No, espere, ya me tengo que retirar”.
“Lo siento mucho, pero me voy, esto está fuera de mis funciones y de mi horario laboral, no lo deje sólo o se podría ahogar, el señor ha bebido demasiado”, dijo con toda intención.
Luego salió de ahí mientras una sonrisa maliciosa se dibujaba en sus labios.
“Definitivamente algo estoy pagando contigo Leone, ya no tengo la menor duda”.
“Te amo”
En ese momento él abrió los ojos para repetir la misma frase.
Lo ignoró de nuevo y se dirigió hacia el baño, llenó la tina con agua fría y regresó a la habitación, le quitó toda la ropa, después lo llevó hasta el baño y lo metió en la tina.
Luego él empezó a temblar enseguida pues el agua estaba completamente helada.
“Frío, mucho frío”.
“Lo sé, pero esto te ayudará a sentirte mejor, te dejaré aquí un momento, voy a buscarte algo de ropa”.
No podía negar que meterlo al agua fría en cierta forma lo hacía por venganza.
Se dio la vuelta para alejarse de ahí.
Bruno la sujetó por el brazo y la jaló hacia él.
La tina era muy amplia, por lo que ella cayó de lleno sobre su cuerpo, enseguida también empezó a temblar porque quedó completamente empapada.
“¡Maldición! Está helada”; pensó que el karma instantáneo si existía.
“Jajaja”
Bruno comenzó a reír.
En su estado todo le parecía gracioso.
“No le veo la gracia”, exclamó molesta mientras intentaba dejar de temblar.
Salió de la tina, después sacó algunas toallas del gabinete.
Luego se acercó a Bruno.
Secó su cuerpo con cuidado, no pudo evitar ruborizarse definitivamente ese hombre estaba mucho mejor que antes, sí es que eso pudiera ser posible.
Él se mantenía tranquilo mientras la observaba.
Lo llevó hasta la cama, enseguida lo cubrió con la manta.
Luego se quedó dormido casi inmediatamente.
Después regresó al baño y se dio una ducha rápida.
Al salir tomó una camisa de Bruno y se la puso.
Se preocupó, ya que no podía regresar a su casa vestida de esa manera, tomó su teléfono y envió un mensaje a su nana explicándole la situación.
Sara se tranquilizó al recibirlo.
Estaba preocupada porque no sabía de ella, había estado marcando, le extraño que no contestara, ahora sabía el motivo.
Nicole se acercó a la cama e intentó cambiar la posición de Bruno.
Era mejor acomodarlo de lado, en algún lugar había escuchado que las personas que se encontraban en ese estado.
Debían de dormir en esa posición para evitar que pudieran asfixiarse.
“Bruno, vamos, debes de voltearte, Bruno”.
Intentaba en vano moverlo, esos casi dos metros de músculos eran muy pesados, después de un rato insistiendo, pudo voltearlo.
Se sentía exhausta.
Después de hacerlo, tomó una manta y se acostó en un sillón junto a la cama.
Se quedaría ahí por cualquier cosa que pasara, aunque no se llevarán bien, era el padre de su hijo y eso le bastaba.
…
Por la madrugada, Bruno despertó.
Sentía la boca demasiado seca.
Necesitaba tomar agua.
Al levantarse notó que estaba completamente desnudo.
“¡Qué demonios había pasado!”
Vio a Nicole acostada en el sillón.
Se veía tan hermosa así dormida, después de observarla un momento, tomó una bata de baño, bajó a la cocina por un vaso de agua.
Pequeños recuerdos en forma de flashazos empezaron a llegar a su mente.
Esperaba que las imágenes de él vomitando sobre el auto y sobre Nicole fueran producto de su imaginación, y que no fueran reales.
“Restando siempre restando puntos Brunito, en vez de ganarlos”
Se dijo así mismo mientras movía la cabeza negando.
Cometía un error tras otro.
Lo peor que parecía que no podía evitarlo.
Desde que empezó su relación con Nicole años atrás, le había dado por hablar solo, por lo general lo hacía para llamarse la atención, para recriminarse todo lo que hacía mal.
…
Mientras tanto en otro lugar…
Maximilian, aún se sentía confundido por lo que había pasado en el bar.
¿Quién diablos era ese hombre?
¿Por qué había hecho eso?
¿Estaba loco?
¿Por qué se sentía así?
Necesita saberlo.
Jamás le había sucedido algo como aquello.
¿Será una broma del destino?
Varios pensamientos pasaron por su mente, pero eso lo dejaría para otro momento.
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