Presa entre tus brazos
Capítulo 58

Capítulo 58:

“Si gustan vamos de una vez, les presentaré a mi esposa”.

“Perfecto”.

Llegaron ante la oficina de Nicole.

Bruno llamó a la puerta, y ella contestó inmediatamente, pidiéndoles pasar.

“Nicole, él es el Señor Guberg, gran amigo de mi padre y ella es su hija Alizza”.

“Mucho gusto…”

“La señorita Alizza desea hacer su pasantía en nuestra empresa, le he comentado que podría ser tu asistente, así te ayudaría y pondría en práctica sus conocimientos”.

“Me parece perfecto, ¿Cuándo podría iniciar?”

“¿Les parece mañana mismo?”

“Muy bien”

La chica y su padre se despidieron.

Nicole había notado que todo el tiempo tenía la mirada clavada en Bruno, era una joven en realidad extraña.

“Interesante chica”.

“Sin duda, parece un ratoncillo asustado”.

“Más bien interesado”.

“¿A qué te refieres?”, preguntó.

En realidad no sabía a qué se refería.”

“No te quitó la vista de encima hasta que se fueron”.

“No lo creo, pude notar que estaba sumamente nerviosa, y es normal ya que este será me imagino su primer trabajo”.

“Insisto, esa chica está en realidad muy interesada en ti”.

Bruno se sintió incómodo.

No porque Nicole le dijera que la chica estaba interesada en él, sino porque eso parecía no molestarle en lo absoluto.

Lo decía en un tono por demás tranquilo.

“¿Te importaría que estuviera interesada en mí?”, dijo con la esperanza de que así fuera.

“Bruno, necesitas entender que sí algo necesito de ti es el divorcio y nada más, debes buscar con quien rehacer tu vida”, dijo lanzando un gran suspiro.

Necesitaba convencerse a sí misma de que así debería de ser.

A él no le gustó su respuesta.

Le dolió escuchar sus frías palabras

No quería otra mujer a su lado.

La quería a ella.

“Mejor me voy, no quiero decir algo que pueda poner nuestra relación peor de lo que ya está”.

“¿Relación?”, preguntó en tono sarcástico.

Bruno recordó cuando antes de que ella escapara lo fue a ver a su oficina para preguntarle sobre su relación y él preguntó lo mismo en igual tono.

Se sintió mal por ello.

Bruno ignoró la pregunta y salió de prisa.

Sophie llegó más tarde a la oficina de su amiga.

Se sentía nerviosa.

Justo cuando iba a pedir a Bertha que la anunciará, Nicole salió de su oficina.

“¿Sophie?”

“Hola amiga”.

“¿Pasa algo?”, preguntó extrañada.

“Sí, te necesito amiga”.

“Pasa a mi oficina”, dijo mientras pedía a Bertha que entregara unos documentos a Bruno.

Sophie se sentó frente a ella, le temblaban las manos.

Al verla así Nicole se preocupo.

“Sophie, tranquila, respira”.

“Ay, amiga, creo que la he liado”.

“Me asustas, ¿Qué ha pasado?”

“Creo que estoy embarazada y eso no puede ser, Dante apenas me ha pedido que sea su novia, esto lo va a arruinar”.

“Espera, ¿Cómo qué apenas te ha pedido que seas su novia? Tengo entendido que llevan algunos años viéndose”.

“Es que antes era otra cosa”

Nicole movió la cabeza.

“Sea como sea, un hijo no tiene que arruinar nada, mira mi Santi, desde que llegó le dio sentido a mi vida”.

“Adoro a mi sobrino, pero en verdad que no quiero uno propio, tener a alguien que dependa de ti todo el tiempo para todo, no suena agradable”

Nicole movió la cabeza.

Ella pensaba de diferente manera.

“¿Estás segura de que estás embarazada?”

“Aún no, pero he investigado y al parecer tengo todos los síntomas, pase a la farmacia y he comprado una prueba”, dijo mientras sacaba la prueba de su bolso.

“¿Que esperas mujer? Entra al baño y hazla inmediatamente”.

Sophie se levantó de prisa y entró al baño.

Luego salió poco después y colocó la prueba sobre el escritorio.

Estaba nerviosa.

Se mordía las uñas mientras esperaba el resultado.

“Tranquila Sophie, no muerdas tus uñas, te lastimaras tus manos, sea cual sea el resultado sabes que cuentas conmigo”.

La rubia solo hizo un gesto en señal de agradecimiento.

En ese momento para ella tan solo existía aquella prueba.

Las dos esperaron con la mirada puesta sobre el test de embarazo, poco después una tenue línea apareció.

Sophie respiro aliviada.

“Una línea es negativo, no estoy embarazada”

Se paró y empezó a dar pequeños saltitos de felicidad.

Sentía un gran alivio.

No quería esa responsabilidad.

“Sophie, mira la prueba…”

Nicole sentía pena por ella.

Al voltear, pudo ver que otra línea había aparecido justo al lado de la anterior.

Se dejó caer en el sillón mientras las lágrimas brotaban.

La alegría que sentía hacía un momento se había esfumado.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar