Presa entre tus brazos
Capítulo 47

Capítulo 47:

“Adelante di lo que tengas que decir y después te vas”

Le dijo señalando la puerta.

Estaba harta y no deseaba verlo.

“Sondra le estaba contando a Shelsy, que fue Leandro él que le pidió que te llevará a su habitación aquella noche”.

“Él me lo contó, Sondra lo engañó diciéndole que yo había aceptado estar con él”.

“Te mintió, él le dio una fuerte cantidad de dinero”

Hizo una pausa.

“Quería hacerte suya al precio que fuera, ese día él te obligaría a estar con él y Sondra entraría al día siguiente con los reporteros, así tus padres te obligarían a casarte con él, quién pagó a los reporteros fue Leandro”

Nicole en este punto lo escuchaba en silencio.

Estaba completamente pálida.

“Mientes, Leandro me contó lo que en realidad pasó, él no me mentiría”.

Creía que Bruno era capaz de lo que fuera con tal de desprestigiar a Leandro, estaba celoso y por eso inventaba todo aquello.

“Lo has idealizado como el hombre ideal, cuando no lo es”

Ver como lo defendía le dolía aún más.

“Vete por favor”.

“Mañana necesito que estés a primera hora en la oficina, hay varios diseños que tienen que ser entregados y aún no se han iniciado”,

Le dijo sumamente molesto, por el hecho de que Nicole confiara tan ciegamente en Leandro.

Nicole asintió con un ligero movimiento de cabeza, no pudo contener las lágrimas que salían abundantemente.

Al verla en ese estado, Bruno se arrepintió de lo que había dicho, lo hizo porqué se sentía dolido, para ella él era un ogro, en cambio Leandro era perfecto.

Se acercó e intento limpiar sus lágrimas con su mano, pero ella lo rechazó abruptamente.

“Bruno por favor vete”

Volvió a pedir, sentía que no tenía fuerzas para discutir.

Salió de ahí arrepentido.

No podía creer que le seguía haciendo daño aun cuando había prometido ya no hacerlo, quería que lo amará, al contrario de eso, por sus tonterías, seguía incrementando su odio.

Luego llamó a Brando y a Dante, necesitaba beber, necesitaba olvidar.

…

Todos se reunieron en un bar muy conocido.

Se sentaron frente a la barra, pidieron una botella de whisky y empezaron a tomar, Bruno tomaba un trago tras otro.

“Hey hermano tranquilo, ¿Qué es lo que pasa?”

“Lo volví a arruinar, una y otra vez lo vuelvo a hacer”.

“¿Qué es lo que has arruinado?”

Dante no tenía ni idea de qué sucedía.

“Nicole ahora me odia mucho más”.

“¿Qué le has hecho ahora?”, preguntó Dante ya un poco molesto.

Amaba a su hermano, pero no le gustaba como trataba a la que consideraba su cuñada.

“No soporto que ponga a Leandro sobre un pedestal, que sea para ella tan perfecto, eso me llena de rabia, ver la manera en que se miran, como interactúan entre ellos, simplemente me pone furioso, hasta mi hijo lo prefiere a él sobre mí”.

“Sabes que les llevará tiempo adaptarse a tu presencia, Leandro era la pareja de Nicole y un padre para tu hijo, ellos no son culpables de lo que ha pasado y aunque te duela, tú si eres culpable de la manera que las has tratado”.

“Todo eso lo sé perfectamente, pero me es muy difícil aceptarlo, no pude callarme; por un momento quise que ella lo odie tanto como a mí, le dije lo que en realidad pasó aquella noche, que fue él quién le pagó a Sondra para que la llevara a su habitación y para que llevara a los reporteros, quería que se diera cuenta que no es tan perfecto”.

“La has vuelto a liar, si ella lo hubiera escuchado de otra persona lo hubiera tomado de diferente manera, ya me imagino cuál fue su reacción, viniendo de ti sabe que no lo dijiste con alguna buena intención”.

“Soy un completo imbécil”.

“Te apoyo completamente en eso”, dijo Dante sonriendo.

Poco después Brando que se había retirado un momento, regresó acompañado de unas hermosas chicas.

Dante sintió escalofríos al imaginar que Sophie podría enterarse y rechazo a la chica que se acercó a él cortésmente.

Bruno jaló a una morena que se acercó a él sonriente, era bella y muy sensual.

Tenía un cuerpo muy bien proporcionado, la beso apasionadamente en un intento de olvidarse de Nicole.

La chica lo jaló por el brazo y lo llevó a un lugar privado, lo empujó para que se sentará y se sentó sobre él.

Al quedar con las piernas abiertas, el pequeño vestido que llevaba se alzó, dejando ver un poco más allá de sus piernas, Bruno las recorrió, acariciándolas con sus manos.

La morena lo besaba ávidamente, él permanecía con los ojos cerrados, la imagen de Nicole llegó por un momento a su mente, abrió los ojos y empujó a la morena lejos de él.

“¿Qué es lo que te pasa? Estúpido”, exclamó molesta y sorprendida.

“Lárgate”

Le dijo en tono autoritario.

No estaba contento con lo que estaba haciendo.

Se sentía culpable.

“Si no te gustan las mujeres lo hubieras dicho, me hiciste perder el tiempo que hubiera invertido en conseguir un buen cliente”

Hasta ahora nadie la había rechazado, era una lástima que a un hombre como aquel no le gustaran las mujeres.

Bruno le aventó un buen fajo de billetes encima para que se callara.

La chica sonriente los recogió.

“Así ya es diferente, no te preocupes, nadie se enterara de que no te gustan las mujeres, diré que estar contigo fue lo mejor que me ha pasado”

La chica reía sarcásticamente.

La chica salió, mientras Bruno furioso destruía todo lo que estaba a su alcancé.

Dante al ver que la chica salió de la cabina riendo, entró de prisa para ver como estaba Bruno.

“¿Qué ha pasado?”, preguntó mientras observaba aquel desastre.

“Yo le arruine la vida a ella y ella sin quererlo me ha arruinado, creo que jamás podré estar con alguna mujer que no sea ella, créeme que lo he intentado, siempre con el mismo resultado, su imagen viene a mi mente y simplemente no puedo hacerlo, siento que le estoy fallando”.

“Vaya sí que estás jodido hermano”, Exclamó preocupado.

Brando entró en la cabina llevando otra botella de licor.

Una chica iba con él, y se sentó a su lado.

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