Presa entre tus brazos -
Capítulo 33
Capítulo 33:
Sentía que su corazón se había hecho pequeño de tanto dolor.
Limpió sus lágrimas y salió, en el auto la esperaban, Gío, Rina, Sara y Santi, soltó un gran suspiro, allá iba de nuevo a un destino incierto.
En Nueva York habló con sus padres sobre cómo fue su vida con Bruno y todo lo que pasó por culpa de Sondra.
Ella hubiera preferido no contarles nada de eso, no era ese tipo de persona, pero no le quedó de otra.
Querían que regresara al lado de Bruno, les dejó claro que eso no lo haría, insistieron en ir hablar con los padres de Bruno, en que la única manera en que no lo apoyarían para quitarle a Santi, era que se enteraran de toda la verdad.
A la mañana siguiente todos sus padres se presentaron ante los padres de Bruno.
“Buenos días señores Leone, soy Rina Jones el es Gío Rossano, sé que les parecerá extraño, pero somos los padres de Nicole y necesitamos hablar muy seriamente con ustedes”.
“¿Los padres de Nicole? ¿Noah qué significa esto?”
Preguntó René completamente desconcertado.
“Es una historia muy larga René, en este tiempo han sucedido demasiadas cosas, disculpa que estemos aquí los cuatro, pero es necesario”.
“Así es, han sucedido demasiadas cosas, una de ellas es que tu hija abandonara a mi hijo”, dijo Noah sumamente molesto.
“Sentémonos, lo que tenemos que decir es algo muy serio, deben enterarse del motivo por el cual mi hija abandonó a Bruno”, dijo Gío.
“Adelante, los escuchamos, no quiero parecer descortés, pero dispongo de muy poco tiempo, tengo un compromiso muy importante”
René creía que Nicole había hecho sufrir demasiado a su hijo sin razón.
Los pusieron al tanto de todo lo sucedido.
Para Mara y René fue muy vergonzoso escuchar todo lo que había hecho su hijo.
“Es vergonzoso escuchar todo esto, no lo educamos de esa manera ¿Qué rayos estaba pensando este muchacho cuando hizo todo eso? Y nosotros pensando que todo estaba bien entre ellos”.
“Nos disculpamos por todo lo que ha hecho nuestro hijo y por haber juzgado tan duramente a Nicole sin conocer la verdad”, dijo Mara profundamente apenada.
“Nicole y Bruno tienen un hijo, ella estaba embarazada cuando huyó”.
Mara y René, se sorprendieron gratamente al enterarse de la existencia de Santi, pero su pena fue mayor al enterarse de que Bruno amenazaba con alejarlo de su madre.
“No puedo creer que soy abuela, una grata noticia entre tanto”
María estaba feliz.
Por fin tenían el nieto que tanto habían deseado.
“Tengo que hablar hoy mismo con mi hijo, intentaré hacerlo entrar en razón, tiene un carácter muy difícil, espero hacerlo entender”.
Los padres de Nicole se despidieron.
Después de que se retiraron, después de eso René salió furioso hacía la oficina de su hijo.
“Buen día Bertha ¿Se encuentra mi hijo?”
“Está en su oficina señor, enseguida lo anunció”.
“No es necesario”.
Noah entró sin tocar la puerta.
En ese momento la educación no lo había acompañado, Bruno estaba sentado frente a la computadora.
Al escuchar que la puerta se abría volteo a verlo.
“Pasa algo padre?”, preguntó extrañado.
“Si pasa y mucho”.
Se acercó, no se pudo contener y le dio un fuerte golpe en el rostro.
Bruno sorprendido se talló la mejilla y se le quedó viendo con rostro de pocos amigos.
“¿Esto es lo que te enseñe?”
Le preguntó con la voz temblorosa por la ira.
“¿De qué carajo hablas?”
Bruno no tenía idea de qué se trataba todo aquello.
René temblaba ante la furia que sentía.
No podía creer que su hijo fuera capaz de maltratar y humillar a una mujer de la forma en que lo hizo con Nicole.
Pensó que lo había educado correctamente, pero tristemente veía que se había equivocado.
Él nunca se había atrevido siquiera a alzarle la voz a su mujer, no sabía a dónde había visto ese ejemplo, ni a Deborah le había gritado a pesar de todas las cosas que hacía cuando vivían juntos.
“Sobre maltratar a una mujer ¿Has visto en mí ese ejemplo? No entiendo en qué estabas pensando, así no te eduque”.
“¡Vaya! Por lo visto Nicole ya te fue con el cuento, se había tardado en hacerlo”, dijo mientras esbozaba una sonrisa burlona.
“No fue Nicole, fueron sus padres, sabes que tengo una amistad de muchos años con Noah, y Gío Rossano es un hombre con mucho poder y amistades que pueden ser una piedra en el zapato si se lo proponen”.
“Lo que pasó entre Nicole y yo, nos concierne solo a nosotros, nadie más tiene porque meterse en nuestra relación, si hice las cosas de esa manera fue por algo, se lo merecía totalmente”.
“¡Basta! Nada justifica tu comportamiento, te vas olvidando de obligarla a volver contigo y sobre todo de quitarle a su hijo, no vamos a permitirlo”.
“Hijo que también es mío y que me oculto, me privó del derecho de estar en su nacimiento, de verlo crecer todo este tiempo”.
“¿Y qué pensabas que haría con todo lo que le hiciste? ¿Acaso querías qué te aplaudiera? Hablaran cómo adultos que son y llegarán a un buen acuerdo por el bien de mi nieto, pobre de ti si me entero que la vuelves a humillar, debes parar todo esto”.
“Como tú dices, ya soy un adulto y no puedes venir a darme órdenes sobre mi vida privada, pero está bien, no la alejare de mi hijo, solo que tengo una condición y quiero que se la hagas saber”.
“¿Cuál es esa condición?”
René sabía que Bruno era difícil de controlar, era de carácter fuerte, desgraciadamente había heredado el carácter de su madre.
“Nicole vendrá a trabajar de nuevo a la empresa, ya no será como ayudante de mi secretaria, será contratada como diseñadora de paisajes, tenemos vacante ese puesto y ella podría ocuparlo, estudió arquitectura Bioclimática, pero es muy buena diseñando paisajes”.
“No creo que acepte, está muy dolida por todo lo que le has hecho, no puedes obligarla a hacer lo que tú quieres si ella no está de acuerdo”.
“Esa es mi condición, si no la acepta le quitaré a mi hijo, y sabes que cuento con los medios para hacerlo, es mi última palabra, de ella depende lo que suceda, y créelo ni tú ni sus padres podrán impedirlo”.
“Hablaré con ella, está tarde conoceré a mi nieto, tu madre está que no cabe, se fue de compras, quiere llenar de regalos a tu hijo”
Bruno pudo ver ilusión en los ojos de su padre al decir que conocería a su hijo.
“Es increíble que ni siquiera me ha permitido conocer a mi hijo, si acepta, adaptare un área para guardería aquí en el edificio, para que mi hijo esté aquí después del colegio y su madre pueda verlo cuando quiera, así podré recuperar algo del tiempo perdido, quiero tener a mi hijo a mi lado, muero por conocerlo, desde el día que supe de su existencia me pregunto cómo será su rostro”.
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