Presa entre tus brazos -
Capítulo 29
Capítulo 29:
Era lo único que le faltaba para arruinar su día.
“Simplemente, tenía ganas de verte, sabes que te amo, estoy segura de que tarde o temprano te olvidarás de Nicole y podremos estar juntos”
Se había vestido sugestivamente, se sentó frente a él sobre el escritorio mientras cruzaba las piernas.
“Lárgate dé aquí o te mandaré sacar, prohibiré tu entrada aquí y en mi oficina, evita la vergüenza y no vuelvas más”
Le enfurecía que por más que la corría de su lado, volvía a regresar.
“¿Por qué no abres los ojos de una buena vez? Nicole está con otro, no te ama, entiéndelo”, Intentaba hacer que Bruno odiara a su hermana.
“Lárgate o no respondo”
Se levantó dispuesto a sacarla por la fuerza.
“Me iré, pero tarde o temprano vendrás a implorarme que regrese contigo”.
Se acercó e intentó darle un beso.
Bruno la alejó de él.
“Fuera de aquí”
No podía concebir tal descaro.
…
Días después Bruno recibió una noticia que lo dejó helado.
Un amigo que estuvo en su boda viajo a Italia, le llamo para decirle que en Art De Santis Construction, vio a una chica muy parecida a Nicole.
No lo podía creer, voló inmediatamente hacia allá.
Al otro día por la tarde, su amigo tenía una cita con ellos e iba a acompañarlo.
Lo presentaría como su socio.
Esperaba que fuera Nicole, necesitaba saber cómo estaba su hijo, se sentía ansioso, ya quería que fuera el momento de la reunión.
Llegaron puntuales a la cita, enseguida les hicieron pasar a la sala de juntas, tomaron los lugares que les habían asignado.
Bruno se sentía muy nervioso.
Unos minutos después una pareja entró muy sonriente.
Bruno sintió que el piso se hundía a sus pies.
Su primera reacción fue de sorpresa, después sintió una intensa furia, al ver que aquella pareja no eran otros más que Nicole y Leandro De Santis.
Pensó que después de todo Sondra tenía razón, lo había estado engañando todo ese tiempo, el amor que sentía por ella no le había permitido ver la realidad, en cuanto lo vieron se les borró la sonrisa.
Cuando Leandro programo la cita con su socio, esté le dijo que lo acompañaría un posible inversionista que era socio de su padre.
La pareja se encontraba arreglando algunos documentos en la oficina de Nicole, cuando les avisaron que habían llegado los socios.
Leandro la tomó del brazo y se dirigieron hacia allá, era un hombre increíble que se portaba de lo mejor con ella y su hijo.
Estaba segura de que con el tiempo lo llegaría a querer tanto o más que a Bruno.
Al entrar en la sala de juntas se sorprendieron al ver frente a ellos a Bruno Leone, Nicole sintió de pronto que todo giraba.
Leandro la sostuvo porque estuvo a punto de caer, vio que seguía tan guapo y elegante como siempre.
Bruno se levantó de inmediato y se acercó hasta estar frente a ella.
“¿A dónde está mi hijo?”
Le dijo con una voz que hizo que ella sintiera escalofríos, Bruno intentaba contener toda la furia que sentía en ese momento.
“¿De qué hijo hablas?”, contestó tartamudeando.
Nicole esperaba que le dijera todo, menos eso.
“No juegues conmigo Nicole, sé perfectamente que estabas embarazada cuando me dejaste, no te atrevas a mentirme”.
“No es verdad, no tengo ningún hijo tuyo”
En ese momento pensó que Bruno se equivocaba.
Santi era solo de ella, era sólo su hijo.
“Deja de mentir de una buena vez, entrégame a mi hijo o atente a las consecuencias”
La tomó por el brazo y lo apretó fuertemente.
“Suéltame Bruno, me estás lastimando”
Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos sin que las pudiera contener.
“¿Qué no escuchaste? Suéltala ahora mismo”
Leandro se había estado conteniendo para no intervenir, hasta que vio que la lastimaba.
“Tú no te metas, Nicole aún es mi esposa”
Quería dejarle bien claro ese punto, Nicole le pertenecía, no dejaría que se la quitara.
Bruno estaba completamente fuera de sí, al ver que no soltaba a Nicole, Leandro lo empujó fuertemente.
Bruno se le fue encima dándole un golpe tras otro.
Leandro le regresó cada uno, el amigo de Bruno intentó separarlos sin lograrlo.
Nicole llamó a seguridad, pero aun así fue difícil separarlos.
“Juro que me las pagarás De Santis y tú Nicole, aún eres mi esposa, volverás a mi lado, eso te lo aseguro y cuando eso suceda, haré de tu vida un completo infierno, te arrepentirás de haberme abandonado por otro”.
“Eso ya lo hiciste en el pasado, me humillante de todas las maneras posibles, no permitiré que lo hagas de nuevo, ya no te tengo miedo, quiero el divorcio, Leandro y yo vamos a casamos”.
“Jajaja sobre mi cadáver, una vez te dije que eres mía y lo seguirás siendo hasta que se me dé la gana”.
Bruno temblaba de furia, mientras era sostenido por los elementos de seguridad, su rostro se había deformado por la furia que sentía.
Nicole sintió miedo al verlo.
“Eso sí yo te lo permito Leone, Nicole será mi esposa, mañana te visitarán mis abogados, para iniciar los trámites del divorcio”.
“No te atrevas a meterte en nuestro matrimonio, Nicole regresará conmigo, lo quieras o no”
Estaba dispuesto a todo con tal que ella regresará a su lado.
“¿Alguna vez has pensado en ella como una persona con sentimientos y no como un objeto de tu propiedad?”
Leandro no creía que existiera alguien tan estúpido.
Nicole al escuchar esas palabras se dio cuenta de que Leandro era el hombre con el que tenía que estar.
“Eso es algo que a ti no debe importarte, fue ella la que se valió de trucos sucios para estar a mi lado, así que debe estarlo”.
“No es verdad, eso fue una trampa de Sondra, no me diste la oportunidad de explicarte”.
“No creo una sola de tus palabras, me voy, pero desde ahora considérenme como su sombra, si me estás mintiendo y tienes a mi hijo contigo haré que te arrepientas, te doy cinco días para que pienses bien las cosas, regresas a mi lado junto con mi hijo o te lo quitaré y no lo volverás a ver nunca más y sabes perfectamente que lo haré”, dijo mientras la miraba fijamente a los ojos.
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