Presa entre tus brazos -
Capítulo 23
Capítulo 23:
Horas después, aterrizaron en Brisbane.
Al bajar del avión un chofer ya los esperaba.
Se dirigieron a Morningside, la carretera corría a la par del río, el paisaje era espectacular, al llegar Nicole quedó impresionada.
Estaba acostumbrada a vivir con lujos, pero la casa de Gío era impresionante, combinaba el lujo con lo moderno y lo natural.
Estaba en medio de una zona arbolada, en la parte de atrás había un pequeño lago y frente a este un pequeño kiosko.
“Te mostraré tu habitación, imagino que quieres descansar, más tarde traerán algunas cosas para que elijas algo de ropa y zapatos, también te traerán cosas de uso personal, quiero que te sientas segura, no dejaré que nadie te haga daño, todo lo que ves aquí desde ahora es tuyo, eres mi única hija, aquí nada te faltara”
Gío hablaba sinceramente.
Deseaba darle a su hija todo lo que no había podido darle en el pasado.
“Muchas gracias, necesito ponerme a buscar trabajo, no quiero ser una carga para ustedes”
No podía evitar sentirse extraña, para ella esas personas eran unos completos desconocidos.
“De ninguna manera lo eres, no pienses en eso por ahora, además tenemos que buscar la manera de obtener tus documentos, gracias al poder de Gío no hubo problema en que pudieras abordar el avión, pero los necesitarás”.
“Lo sé”
En su tono de voz podían ver reflejada su tristeza.
La acompañaron a la que sería su habitación.
Era muy bonita.
La habitación estaba decorada con excelente gusto.
Tenía unos grandes ventanales y un balcón con vista al lago, las paredes eran en color azul y los muebles en color blanco.
“¿Mañana podríamos salir a buscar la clínica para hacer la prueba de ADN?”
Sentía que entre más rápido la hicieran sería mejor, así sabría por fin si estaban diciendo la verdad.
“Claro que si hija, entre más pronto mejor, así te darás cuenta de que te he dicho la verdad”
Parecía que Rina podía adivinar sus pensamientos.
“Gracias por todo”.
“No tienes que agradecer hija, tu padre y yo lo hacemos con gusto”
Rina le sonrió dulcemente.
…
Al otro día, muy temprano, se reunieron para desayunar, saldrían en busca de la clínica para hacer la prueba.
“Necesito hablar con ustedes”, dijo Nicole con semblante serio.
“Si dinos hija te escuchamos”, contestó Gío desde ya preocupado por el semblante de Nicole.
“Estoy embarazada”, dijo mientras suspiraba fuertemente.
Gío y Rina se voltearon a ver completamente sorprendidos.
Por un momento, Nicole pensó que Gío y Rina se habían molestado con la noticia que les había dado.
Después de un incómodo silencio por fin hablaron.
“Estoy profundamente emocionado con esta maravillosa noticia, hace poco tiempo pensaba que estaba completamente solo en este mundo y ahora tengo una hija y pronto seré abuelo, la vida me está recompensando grandemente”
Veía a su hija con infinita ternura.
Las lágrimas amenazaban con empezar a salir.
“Estoy sin palabras, para mí es una de las mejores noticias que he recibido en mucho tiempo”
Rina estaba muy emocionada con la noticia.
Nicole no pudo evitar llorar.
Esas dos personas que apenas conocía, le estaban dando el apoyo que necesitaba desde hace tiempo.
“Me gustaría comentárselo al médico, me da temor que al hacer la prueba de ADN pueda resultar dañado”.
“No lo creo, pero es mejor que el médico resuelva tus dudas”, contestó Gío para tranquilizarla.
Todos salieron hacia la clínica.
Nicole había buscado una por internet, la eligió al azar.
Al llegar, los atendieron rápidamente, afortunadamente en ese momento no tenían citas, el médico resolvió sus dudas y tomó las muestras necesarias de los tres.
“Buen día, Señor Rossano, procederemos a tomar las muestras de usted y de su familia, es un procedimiento muy sencillo, no es invasivo, solo tomaremos una muestra de saliva de cada uno de ustedes, el bebé de ninguna manera resultará afectado, el caso se manejará con total discreción, nuestra clínica es una de las mejores, los resultados estarán en siete días, pueden ser enviados a su oficina o si lo prefiere pueden recogerlos personalmente”.
“Muchas gracias, doctor, preferimos recogerlos personalmente, para sentirnos más seguros”
Gío quería que Nicole se sintiera segura de los resultados.
Salieron de la clínica después de dejar sus datos de contacto.
Durante el trayecto a la villa, Nicole estuvo muy distraída.
Rina pensó en preguntar que le preocupaba, pero decidió darle espacio.
Después de todo no era nada fácil, lo que estaba viviendo.
Ella mantenía la esperanza que en cuanto les entregaran los resultados los aceptaría como sus padres.
Gío fue el que se decidió a hablar.
“Nicole, espero con emoción los resultados, sé que es difícil para ti, pero para mí, es recobrar todo lo que me han quitado, mi familia”.
“En verdad, si es muy difícil, mis padres me han llenado de amor desde pequeña, sea cual fuera los resultados de la prueba, a ellos no los dejaré de querer”.
Noah y Emma la habían criado con mucho amor.
“Lo entiendo, ellos no han tenido culpa en nada”.
Rina sabía que Emma se había ganado a pulso el cariño de su hija.
Nicole observó a Gío y a Rina.
Cada que podían se tomaban de las manos.
Se notaba que se amaban profundamente.
Estaban recuperando el tiempo perdido, después de todo lo que habían sufrido merecían ser felices, pasaban el mayor tiempo posible juntos.
En la villa todo empezó a estar de cabeza, los abuelos emocionados decidieron adecuarla para recibir al bebé.
Pusieron barreras y adaptaron las rejillas necesarias para la seguridad del bebé, decoraron la habitación que comunicaba con la de Nicole.
Todo era en colores pastel, Nicole no quería saber el se%o, deseaba que fuera sorpresa.
Dejo que Rina y Gío eligieran a su gusto varias cosas.
En realidad todas eran muy lindas.
Pensaba que era muy pronto para todo eso, pero a ellos les hacía ilusión poder hacerlo; así que ella los dejaba hacer lo que considerarán necesario.
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