Presa entre tus brazos -
Capítulo 154
Capítulo 154:
Las enfermeras se llevaron la bebé para asearla, él se acercó y beso a Nicole.
“Me has hecho el hombre más feliz nuevamente, no pensé que recibir a un bebé en este mundo fuera tan maravilloso”
Ella sonrió débilmente, se sentía agotada, después de que la asearon la pasaron a una gran habitación, estaba llena de flores y globos, todos evitaron llevar rosas rojas para no ponerla triste, pero en cuanto vio todo aquello se puso a llorar.
Faltaba Leandro en aquella habitación, le faltaría siempre en cada ocasión especial, sabía que él se encontraba bien, pero allá arriba no podía abrazarlo.
Cerró sus ojos y le dedico unas palabras en su pensamiento.
“Se que estas bien en un lugar hermoso, pero aunque intento aceptarlo, me haces mucha falta, te prometo que seré fuerte para poder seguir adelante”.
La voz de Bruno la sacó de sus pensamientos.
“Tienes que descansar amor, anda dejemos la tristeza y celebremos el nacimiento de nuestra hija”.
Nicole se quedó dormida.
Más tarde toda la familia se encontraba frente al área de cuneros, los separaba un enorme cristal de los bebés.
Bruno orgulloso les mostraba cuál era su hija.
“A que es la bebé más hermosa del mundo”.
“¡Jajaja! Lo está diciendo el padre”.
En ese momento llevaron a un bebé que pusieron junto a la bebé de Bruno, enseguida los bebés entrelazaron sus manitas.
“Mira hijo, que tiernos”, exclamó Mara.
Enseguida llegó la mamá de Shelsy y se paró junto a Rina.
“Señora Rina, le he estado llamando”.
“Mi teléfono se descargó y no he podido cargarlo, olvide el cargador en casa, ¿ha sucedido algo?”
“Shelsy ha dado a luz, ese hermoso bebé es su nieto, hijo de Leandro”
Rina observó al bebé que habían colocado junto a la hija de Nicole.
Ahí estaban sus dos nietos juntos, ese bebé era una extensión de la vida de su hijo.
Empezó a llorar, tenía sentimientos encontrados, por un lado, estaba feliz por el nacimiento de sus nietos, y por otro se sentía muy triste de que no estuviera ahí Leandro, estaba segura que sería un padre excelente.
En su imaginación lo vio ahí, parado junto a su hijo sonriendo.
Gío se acercó a abrazarla.
“Anda, vamos a felicitar a la nueva mamá, salgamos por unas flores para alegrar la un poco”, dijo en un tono bajo.
Justo enfrente del hospital compraron un hermoso arreglo.
Entraron en la habitación donde se encontraba Shelsy, la chica no paraba de llorar de pensar lo diferente que fuera aquello si estuviera Leandro.
“Hola hija, hemos conocido a nuestro nieto y puedo decirte que es idéntico a Leandro, gracias por darnos esta enorme dicha”.
“Me hace tanta falta, estoy feliz por mi hijo, pero no puedo evitarlo, extraño a Leandro”
“Todos lo extrañamos, solo te pido que permitas que nuestro nieto crezca cerca de nosotros, Gío ha hablado con tu padre, él va a ayudarlo a recuperar sus propiedades, así podrán regresar a la ciudad”.
“¿Qué ha dicho mi padre?”
“Ha aceptado, no quiere privarnos del derecho de ver crecer a nuestro nieto, será difícil al principio, pero los que les dieron la espalda tendrán que aceptarlo”.
“Gracias, y claro que mi hijo estará cerca de sus abuelos, eso es lo que querría Leandro”.
Max y Amadeus llegaron después.
Habían estado en comunicación con Nicole en todo momento, cuando murió Leandro no pudieron acudir al sepelio.
La madre de Amadeus había muerto, se había quedado tal como Max, completamente solo, así que el rubio no quiso dejarlo.
Le dolía mucho la muerte de Leandro, pero su pareja lo necesitaba a su lado.
Felicitaron a las nuevas mamás, llevaban con ellos un sin fin de regalos.
“Son unos niños preciosos, estoy seguro que Leandro donde quiera que esté los está observando, es un orgulloso padre y tío”.
Días más tarde Nicole y Shelsy salían del hospital, en lo que su padre recuperaba sus propiedades, Shelsy se quedaría en casa de Rina en compañía de su madre.
Cuando llegaron a su casa, Nicole le dijo a Bruno que necesitaba hablar con él.
“¿Pasa algo?”
“Creo que ya es hora de que me cuentes, porque ni tu familia ni tú le hablan a Shelsy, Dante cambiaba su actitud ante ella, dijo que después me contaría, pero no lo ha hecho”.
“Tienes razón, es tiempo de que te cuente la historia”.
Bruno le contó lo sucedido, Nicole había escuchado rumores, pero no sabía que Shelsy era esa chica.
“Creo que de una manera u otra Shelsy será parte de nuestras vidas, sé que te lastimó demasiado, pero es la madre del hijo de Leandro, espero que, aunque no te agrade puedas tolerarla por lo menos”.
“No te preocupes, lo haré por nuestro sobrino”.
Nicole sonrió, amaba a ese hombre.
…
Seis meses después fue el bautizo.
Un par de hermosos bebés pasaban de un brazo a otro.
Santi era un orgulloso hermano y tío, lejos de ponerse celoso se sentía feliz de ser el hermano mayor, él cuidaría de esos dos niños.
Bruno se acercó a besar a Nicole.
Ella se veía hermosa como siempre, estaban todos reunidos, se habían convertido en una gran familia.
“Leandro y Leady son dos niños muy queridos, crecerán rodeados de mucho amor y cariño, al igual que nuestro Santi”
“Así es mi amor, tenemos suerte de tener una familia tan unida”.
…
Un mes más tarde, una boda doble se llevaba a cabo, en la iglesia dos novias muy bellas estaban frente al altar.
Sophie y Max por todo lo que había ocurrido se habían casado sólo por lo civil en una sencilla ceremonia, ahora se casaban ante los cielos como lo consideraban debido.
Nicole y Max antes de la ceremonia religiosa se casaron de nuevo por lo civil, ante los cielos renovarían sus votos.
Bruno vio acercarse a Nicole por el pasillo.
Se veía realmente hermosa.
Recordó cuando años antes los obligaron a casarse, en aquel momento pensó que era lo peor que podía pasarle, ahora sabía que era la mayor bendición que el cielo le había enviado, Santi era el encargado de llevar la cola del vestido, parecía todo un galán vestido de esmoquin.
Después que ella llegó con Bruno.
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