Presa entre tus brazos
Capítulo 142

Capítulo 142:

Tan sólo lo observó alejarse en silencio mientras lloraba.

Endra se acercó en ese momento.

“¿Le has dicho?”

Le preguntó al ver el estado en el que estaba pensó que no le había agradado la noticia de su embarazo.

Si era así, en ese mismo momento iría a enfrentarlo.

“No he podido, no quiere volver a saber de mi mamá, no pienso obligarlo a estar a mi lado, si es necesario cuidare a mi bebé yo sola”.

“El problema aquí es que le dirás a tu papá, cuando se entere se irá sobre Leandro”.

“Ya veré que le digo, por favor tu no le digas nada, no me siento preparada para enfrentarlo en este momento”.

Endra no entendía que pasaba por la cabeza de su hija.

Leandro tenía derecho a saber que tendría un hijo, si no se lo decía lo haría ella, ese niño tenía que crecer con él amor de su padre.

Leandro regresó a Milán en el helicóptero, habían dado varias vueltas por la ciudad para ver si veían las camionetas que coincidieran con la descripción que le habían dado, pero fue inútil.

Esa mujer tenía la capacidad de desaparecer en un instante.

Llamó a Bruno en ese momento.

“Aló”, contestó ansioso por saber que ocurría.

“Bruno, Deborah estaba en Pavía con el niño, ha logrado escapar”.

“¡Demonios! Esa mujer no piensa en entregar a mi hijo, que se está creyendo al retenerlo”.

“Todo este tiempo fue vecina de los padres de Shelsy, yo no sabía que habían hospedado a Sondra, los ha visto y a llamado a Sergío, se la ha llevado la policía por ser cómplice, me preocupa que ahora mi padre está mucho más cerca, temo que los encuentre primero”.

“Sondra me las pagará muy caro”

Apretó los puños.

Esa z$rra se empeñaba en hacerles daño.

Nicole se acercó al escuchar el nombre de su hermana.

“¿Pasa algo? Escuche el nombre de mi hermana”

“Sabía que a donde estuviera Sondra habría problemas”.

“Avísame cualquier novedad Leandro y de verdad muchas gracias”

Se despidió rápidamente.

No quería que Nicole se alterará si se enteraba.

Bruno volteó a ver a Nicole.

Prefería no decirle aun lo que pasaba.

El doctor había recomendado que evitarán que recibiera emociones fuertes, ya habían sido demasiadas.

“Era Leandro, preguntaba por tu hermana”.

“¿Ha encontrado alguna pista sobre Santi?”

“Aún nada”

Mentirle por ahora era lo mejor.

“Es demasiado tiempo, me siento terrible, seguimos con nuestras vidas mientras nuestro hijo sufre lejos de casa, es terrible no saber si come bien, si está abrigado, si tiene miedo o si es maltratado, me mata está incertidumbre pensara que lo abandonamos”.

Bruno se acercó a ella para abrazarla, pero no dijo nada.

Él sentía lo mismo, cada día al despertar sentía que  era otro día que le fallaba a su hijo, estaba enormemente agradecido con Leandro si no fuera por él, tendría que dejar sola a Nicole en su estado.

“Nuestro mundo está de cabeza, por lo que me has contado el mío lo ha estado desde que te conocí”

Nicole se había alejado de él, ahora estaba parada frente a la ventana, viendo hacia el jardín, su rostro reflejaba una tristeza infinita.

A Bruno verla así le dolía profundamente, quizá ella pensaba que si no lo hubiera conocido su vida sería diferente.

“Vamos, tienes que comer algo, este bebé hermoso necesita alimentarse”

Le dijo mientras acariciaba su v!entre, para después depositar un tierno beso sobre él, le emocionaba saber que dentro crecía su hijo.

Nicole al verlo se daba cuenta de que era un excelente padre, pues si demostraba tanto amor por el bebé que llevaba en su v!entre, cuanto más por el que ya había nacido.

Rina y Gío estaban satisfechos con la decisión del juez que había ordenado que embargaron inmediatamente todo a Sergio.

Era cuestión de días para que pasara a manos de su hija, solo faltaba que rescataran a su nieto y detuvieran a Deborah y Sergio.

Tenían planes de viajar por el mundo.

Los mismos planes que tenían Noah y Emma así como René y Mara, ya lo habían hablado y tal vez lo recorrerían juntos.

Gío deseaba que Rina conociera todas las cosas que deseara, fue mucho el tiempo que vivió encerrada lejos del mundo.

Los problemas tenían que solucionarse favorablemente pronto, no era posible que no se les permitiera ser felices después de todo lo que habían pasado.

“Verás que pronto nuestro nieto estará a nuestro lado y Sergio y Deborah tras las rejas, ya es tiempo de que paguen todas sus fechorías”

Le dijo Gio a Rina para tranquilizarla.

La mujer no podía creer que Sergio aún siguiera dañándola después de tantos años, alguna vez lo había amado, ahora era tan sólo una negra sombra en sus vida.

Por su parte Deborah ya se sentía acorralada, se estaba quedando sin salida y los hombres que la acompañaban se encontraban muy nerviosos y eso era peligroso.

“Señora, debería entregar al niño, han lanzado una alerta internacional, ahora ya no tan solo la busca el señor Sergio y los padres del niño, ahora tan bien la policía, a nosotros no nos buscan porque no saben de nuestra existencia”.

“Por eso es mejor que yo me mantenga encerrada, ustedes pueden salir a traer los víveres, nadie sabe que estoy aquí, estuvo bien que ustedes arrendaran esta casa, además ya les dije que les pagaré el triple de lo que Sergio les pagaba”.

Los hombres no entendían porque no entregaba al niño, así sería más fácil para ella poder huir, estarían con ella mientras pudiera pagarles y no tuvieran problemas, además que debían esconderse de Sergio por haberlo traicionado.

La mujer ya no sabía como salir del problema.

Entregar a Santi ya no era opción para ella, había logrado derretir el hielo de su frío corazón, lo necesitaba a su lado.

Bruno habló con los padres de Sondra, creía que tenían derecho a saber lo que estaba pasando con su hija y todo el mal que había ocasionado.

“Gracias por informarnos, sabía que Sondra terminaría mal tarde o temprano, viajaremos hasta allá para ver su caso, aunque no creo que haya mucho que hacer es más que claro que está implicada”.

Emma escuchaba en silencio mientras lloraba, después de todo Sondra era su hija, no comprendía porque era de tan mal corazón.

¿Cómo podía existir un humano así?

¿Qué había hecho mal?

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