Presa entre tus brazos
Capítulo 141

Capítulo 141:

En Pavía, Endra estaba recuperada casi por completo.

Se encontraba en el jardín cuando vio que un vehículo se acercaba, Sheksy estaba dentro de la casa con Sondra, a ella solo Roberto la acompañaba.

“Mira, ha venido a visitarte tu amiga”.

“Espero traiga a su nieto, es simpático ese pequeño”.

La mujer estacionó el auto.

Endra no entendía porque algunos hombres siempre la seguían de cerca, la camioneta de ellos se estacionó a cierta distancia.

“Hola amiga”.

“Hola, veo que ya te has recuperado, te he traído un rico pay que he horneado, disculpa que no pude venir antes, mi nietecito se encontraba un poco mal”.

“Oh espero que haya mejorado, ¿Y dónde esta ese pequeño?”

“Ahora viene, no le gusta que lo ayude a anudar los cordones de sus zapatos, así que no bajara hasta que logre hacerlo, es obstinado como su padre”.

“Jajaja, así son los niños”.

Shelsy salió al escuchar la voz de aquella mujer que se le hacía conocida.

Se quedó sorprendida, junto a su madre se encontraba Deborah, la conocía muy bien pues cuando acompañaba a Leandro a visitará su padre, ahí siempre estaba ella.

Deborah no la había visto, Santi bajó corriendo, se sentía orgulloso de poder atar el solo los cordones.

“¿Lo ves abuela? Sí que he podido”.

“Muy bien, lo has hecho perfecto, ahora ya no necesitarás ayuda para hacerlo”.

“Ven acá pequeño, dame un abrazo”.

Pidió Endra.

El niño corrió hacia ella para saludarla.

Shelsy no sabía que hacer.

Estaba paralizada.

Retrocedió lentamente.

Afortunadamente Sondra se encontraba recostada en la habitación.

Tomó el teléfono y marcó inmediatamente a Leandro.

“Aló”.

“Hola Shelsy”.

“No lo vas a creer, Deborah esta en el patio de la casa de mis padres, es amiga de mi madre, se ha cambiado el nombre, está aquí con Santi”.

“Debes llamar a la policía, intenta que no te vea o saldrá huyendo, no intentes quitarle al niño podría ser peligroso, lo más seguro es que lleve algunos hombres con ella, si se da cuenta podría hacerles daño, salgo para allá enseguida”.

Leandro se encontraba a algunas horas de distancia por carretera, así que decidió viajar en helicóptero.

No podía perder tiempo.

Tenía que llegar antes que esa mujer se fuera.

Shelsy hizo lo que Leandro le pidió.

Llamó a la policía y subió a la habitación para entretener a Sondra.

Tiempo antes Leandro le había dicho que era aliada de Sergio, ahora entendía que había hecho mal en llevarla a casa de sus padres.

Al entrar en la habitación escucho que hablaba por teléfono, se quedó aún lado de la puerta escuchando lo que hablaba.

“Vaya, hasta que te comunicas conmigo, y más vale que lo hayas hecho; transfiere la cantidad que te pedí a mi cuenta en este momento y te diré de inmediato donde se encuentra Deborah, en este momento te enviaré una fotografía para que veas que no estoy mintiendo”.

Sondra tomo la fotografía con su celular y se la envío inmediatamente.

Tuvo cuidado de que los padres de Shelsy no salieran en la foto.

“Vaya, no es nada más que la gran víbora de Deborah, te enviaré el dinero en este momento y vuelvo a marcarte, más te vale que no te quieras pasar de lista o te buscaré hasta encontrarte, ya sabes que no juego”.

Shelsy no podía creer lo que escuchaba.

Sondra en realidad era un demonio.

Entró en la habitación, y enseguida le quitó el celular a Sondra y lo aventó por la ventana.

Sondra furiosa le dio un fuerte golpe en el rostro.

“Eres una estúpida, mira lo que has hecho”.

“Y tú eres una víbora, no sé como es que accedía ayudarte”.

En el jardín, Santi recogió el teléfono.

En ese momento comenzó a sonar.

El niño contestó la llamada él lo veía como un juego.

Deborah se acercó para quitárselo.

“Haber mi amor, ese celular no es tuyo, vamos a devolverlo”.

Al tomarlo escucho la voz que salía por el auricular.

“Deborah víbora, regresa acá con ese engendro”.

Sergio había reconocido su voz de inmediato,

Deborah palideció, aventó el celular, tomó a Santi y subió de prisa a su camioneta.

Los hombres que la acompañaban se alertaron al escuchar el sonido de las sirenas.

Las dos camionetas se alejaron de ahí de inmediato.

Los padres de Shelsy estaban impactados, no sabían que había sido todo aquello.

Minutos después la casa estaba rodeada.

Todo era un completo caos.

Endra y Roberto no podían creerlo.

Habían escuchado los gritos de su hija, la policía subió de inmediato, lograron detener a Sondra antes de que lastimarla a Shelsy.

Minutos después un helicóptero aterrizaba en el patio, de él bajó Leandro acompañado de algunos hombres.

Vio como subían a Sondra a una patrulla.

¿Qué demonios hacia Sondra ahí?

“Lo siento Leandro, no debí ayudarla”, dijo después de contarle lo sucedido,

“¿Cómo pudiste hacer esto? En verdad que no lo entiendo, metiste a esa mujer a mi casa, y después la trajiste aquí, si no lo hubieras hecho, en estos momentos hubieran detenido a Deborah, me voy Shelsy, te pido que no vuelvas a acercarte a mí”.

Leandro salió de ahí completamente furioso.

Shelsy no se atrevió a decirle que esperaba un hijo suyo y él por la furia no puso atención en que había crecido un poco su v!entre, ahora él tenía que informarle a Bruno y a Nicole lo sucedido, habían revisado la casa donde se hospedaba Deborah, pero era tarde, ya se había marchado.

Shelsy se quedó ahí parada.

Estaba petrificada deseaba decirle que esperaba un hijo suyo, pero no pudo hablar, intento contener las lágrimas que empezaron a salir sin que pudiera evitarlo.

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