Presa entre tus brazos
Capítulo 108

Capítulo 108:

Bruno le depósito un tierno beso en su mano, y se quedó con ella un largo rato.

Nicole le agradeció por su presencia.

Más tarde todos estaban preocupados porque no sabían dónde estaba Bruno.

No pudieron ocultar de Nicole lo que estaba pasando, preguntaba por él a cada rato y le había estado marcando.

Leandro por una parte entendía que Bruno estaba sufriendo, pero por otro lado no tenía derecho a dejarla sola con su dolor.

Consideraba que era un maldito egoísta, como siempre le importaba solo lo que él sentía.

“Hija, sus padres lo han buscado por todos lados y no logran encontrarlo, dejó aquí a sus guardaespaldas, no saben ya donde más buscarlo”.

“Quizá este en la nueva casa”, exclamó Nicole al recordar.

“Dame la dirección, iré a buscarlo”

Pidió Leandro.

Quería ir con él, esta vez tendría que escucharlo, estaba lastimando de nuevo a Nicole y eso no iba a permitirlo.

Nicole le dio la dirección y se dirigió hacia allá rápidamente.

Al llegar enseguida vio estacionado el coche de Bruno.

La puerta estaba entreabierta, busco en la planta baja sin encontrarlo, así que decidió subir.

Revisó habitación por habitación y lo encontró en una de ella.

Bruno estaba sentado en el piso llorando.

Solo abrazaba un pequeño peluche.

También había ropa y juguetes de bebé en blanco y rosa, tirados por todos lados, Bruno al final no había cancelado las compras, pidió que se las llevarán ahí.

“Bruno”.

“¿Qué demonios haces aquí?”

Se volteó a verlo y tenía los ojos completamente enrojecidos.

“Todos están preocupados, sé que estas pasando por un momento muy duro, pero no es justo que seas tan egoísta, Nicole te necesita a su lado”.

“No quiero ver a nadie, lárgate”.

“No me iré de aquí hasta que salgas por esa puerta y regreses a su lado”.

Bruno se levantó furioso y se aventó sobre Leandro.

Él trató de calmarlo, pero fue imposible.

Le daba un golpe tras otro, furioso.

Así que, sin más opción también comenzó a golpearlo.

Después de un rato, estaban los dos sentados sobre el suelo.

Ambos tenían el rostro hinchado y los labios sangrados.

“Vaya, ahora me siento más tranquilo”

Leandro lo volteó a ver como si de un loco se tratara.

“Pasaré a casa a ver a Santi y a ducharme”.

“¿Dejaras que el niño te vea así? Se asustará”

No podía creer que fuera tan inconsciente.

“Uhmmm tienes razón, pediré que me traigan algunas cosas aquí, después saldré para el hospital”.

“Deberías llamarlos, en verdad están preocupados”

Sabía que Nicole amaba a Bruno sin importar todo lo que la había lastimado.

Leandro salió de ahí y se dirigió a casa de su padre.

Cuando llegó, escucho a su padre hablar con Deborah, aún no se daban cuenta de su presencia.

“Jajaja me hubiera gustado ver el rostro de Bruno al saber que esa mujer perdió a su hijo, adiós a ese desgraciado”.

“Se lo merecen por orgullosos, me trataron muy mal cuando fui a su casa, ahora nos falta el otro desgraciado y después ellos, nadie podrá quitarnos nuestra fortuna”.

Leandro se retiró de ahí sin hacer ruido.

Fingiría que acababa de entrar, así que salió y volvió a entrar de nuevo haciendo ruido.

“Hola hijo”

Sergio lo saludo alegremente.

“Que hay papá”.

“Hola Leandro”

Deborah lo saludaba por compromiso, no podía evitarlo.

Él saludó a Deborah sin palabras.

Tan solo hizo un movimiento de cabeza.

“No has ido a la empresa, hoy tenías una reunión con los ejecutivos”.

“Pará eso estás tú hijo, para suplirme cuando es debido”.

Leandro fijo sus ojos sobre las copas y el vino que estaban sobre la mesa.

“¿Están celebrando algo?”

Le preguntó fingiendo no saber cuál era el motivo de su alegría.

“Así es, pero es algo privado que no podemos compartir contigo”

Le contestó Deborah esbozando una sonrisa que a Leandro le pareció de lo más tétrica.

“¡Ah vaya! Entonces me retiro, sigan celebrando, con permiso”.

Él salió de prisa.

Le daba asco saber hasta donde habían llegado por ambición.

Tenía que juntar pruebas contundentes en contra de ellos, era seguro que Alizza trabajaba para su padre, solo tenía que buscar la manera de comprobarlo.

Mientras tanto en otro lugar…

Alizza era interrogada y Bertha ya había declarado.

Ella insistía en que la mujer mentía.

No trabajaba para nadie, ni tampoco había llamado.

“Está mujer me odia, por eso trata de implicar me, no soporta que el jefe me prefiriera a m”»

Mentía intentando salvarse.

Había aceptado todo ante Bruno y Dante, pero ahora lo negaba.

“Sí nos dices quien te ordenó hacer daño a la Señora Leone, tal vez podríamos reducir tu condena, estás metida en un buen lío muchacha”.

“Le estoy diciendo la verdad, yo no he echo nada, Bruno y yo nos amamos, por eso esas mujeres me han tendido una trampa”

Pensaba hacerlos creer que Bruno mentía en cuanto a ella, sería su palabra contra la de él, pero pensaba arriesgarse.

El policía salió del interrogatorio, enseguida llamó a Bruno para que declarará, Bruno acudió de inmediato, lo que la chica declaraba era muy diferente a lo que él había dicho.

“Señor Leone, usted ha mentido en su anterior declaración, la chica dice que tiene una relación con usted, por eso su esposa y su secretaria la han implicado, ahora dígame si la chica está diciendo la verdad, mentir a las autoridades es un grave delito”.

“Menuda loca la tipa esa, yo no he tenido nada que ver con ella, puede investigar entre nuestros conocidos y se darán cuenta, no sé qué afectación mental tenga, he tratado de mantenerla lejos de mi lo más posible, su padre le pidió de favor a mi padre que la aceptáramos en la empresa, antes de eso nunca la había visto”.

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