Por siempre tuya -
Capítulo 8
Capítulo 8:
“Puedes levantarte para que sigamos o piensas quedarte en esta posición todo el día” le dije con cara de enojada, por haber permitido que me tirara en el primer round.
Pero el solo se me quedo viendo y no se movía.
“¡Hansen!” le dije mirándolo.
“Estoy debatiendo en levantarme o quedarme y disfrutar la vista” dijo sonriendo, puse mis manos en su pecho y lo empuje hacia atrás y me coloque encima de él con mi rodilla en su cuello.
“No creas ni por un segundo, que puedes ganarme sin que te dé batalla” le dije mirándole de manera retadora y sonriendo de forma seductora.
Pero esa pequeña victoria de mi parte no duro mucho tiempo, porque Hansen puso sus manos en mis muslos y me giro de manera que él se sentó en mi cintura y tenía mis manos sobre mi cabeza, inmovilizándome.
Traté de moverme, pero fue inútil su fuerza de alfa era más fuerte, se acercó a mi rostro hasta que estuvo cerca de mi oído y me dijo.
“Tus emociones te manejan, cuando estas enojada pierdes el enfoque y es fácil ganarte, tienes que enfocarte más en tu oponente, estudiarlo” dijo seriamente.
Nuestros cuerpos estaban tan cerca, que por un instante perdí el control y me sentí excitada al tenerlo tan cerca de mí, pude sentir como algo duro tocaba mi parte más íntima y eso me excitó aún más, miré fijamente a Hansen y sus ojos se tornaron de un negro brillante.
Su lobo estaba tratando de tomar el control, se acercó a mi cuello y por un instante temí, que mi brazalete ya no estuviera funcionando.
“Que tienes que me vuelvo loco cuando estoy cerca de ti, que mi lobo quiere tomar el control” dijo mientras me besaba el cuello.
“Hansen, estamos en el campo de entrenamiento todos están viéndonos” le dije y eso fue suficiente para que sus ojos retomaran su color natural verde con destellos de azul.
Se levantó y extendió su mano para ayudarme a levantarme, nos quedamos viendo uno al otro por unos minutos, hasta que dijo:
“Tu entrenamiento de hoy término puedes irte”
Hice una reverencia en señal de respeto y me retiré del campo, confundida.
Esto se estaba saliendo de control, no ha pasado ni una semana y ya estoy cayendo en las garras de esta estúpida unión de parejas.
Tengo que hablar con Elena.
Entre a mi cuarto y tomé mi celular para marcarle.
“Elena” le dije.
“Aly como estas, que tal tu vida de mujer enamorada” dijo riéndose.
“Muy graciosa, precisamente de eso quería hablarte, siento que este brazalete está descompuesto, cada vez me es más difícil evadir a Hansen” le dije preocupada.
“Hansen, ¿Tu mate es el alfa de tu manada?” dijo Elena sorprendida.
“Si, eso que tiene que ver” le conteste.
“Los alfas son diferentes, todos lo saben sus instintos son más fuertes al igual que sus lobos, el brazalete no te va a funcionar por mucho tiempo, si ya estas cayendo en sus brazos, por la manera en que describes la situación”
“No falta mucho para que caigas totalmente enamorada de él” dijo Elena.
“No me digas eso, necesito más tiempo Elena, ¿Debe haber algo que puedas hacer?” dije desesperada.
“Lo siento Aly, no hay nada más que pueda hacer para ayudarte”
“Está bien no te preocupes, te agradezco lo que has hecho, te quiero Elena, gracias por darme un poco más de tiempo para pensar mejor las cosas” le dije sonriendo, ella era mi amiga y sabía que todo lo hacía pensando en mí y mi bienestar.
Tendré que tomar una decisión y no tengo mucho tiempo, le confieso a Hansen que soy su mate y vivimos felices para siempre o le confieso que soy su mate y lo rechazo, estoy desesperada no sé qué decisión tomar, pero pronto tendré que hacerlo.
Estaba agotada por el entrenamiento y mi plática con Elena, me recosté en mi cama y me quedé dormida, pero mis sueños me llevaron a recordar lo que había pasado hace 4 años.
…
Flashback…
…
Hace cuatro años…
Me había levantado temprano como cada mañana y antes de ir a mi entrenamiento, solía correr hasta el lago en mi loba Kayla, le encanta sentir el aire en su pelaje y a mí la tranquilidad de estar en el lago y meditar.
Cuando estaba en el lago decidí nadar y me regrese a mi forma humana, al estar nadando sentí una presencia una mirada que me dio escalofríos, nade hasta la orilla y cuando estaba a punto de tomar mi ropa lo vi.
Julius el hijo del alfa Benson estaba parado frente a mí, mirándome de pies a cabeza de una maneja lujuriosa, mi desnudez que era algo natural para mí, él lo estaba convirtiendo en algo sexual y no me gusto la manera en la que me miraba.
Pero no iba a permitir que me viera temerosa y me porté firme ante él.
“¿Qué haces aquí, no puedes estar en nuestro territorio sin permiso de mi alfa?” le dije de manera firme.
“Y no lo estaré por mucho tiempo, solo vine por ti para llevarte a mi clan y que seas mi mate” dijo sonriendo de una manera que me daba miedo.
“Estas loco, si crees que voy a aceptar esa locura y mi padre jamás lo permitiría” le dije gritándole decidida.
“Mi respuesta a tu propuesta es y siempre seguirá siendo un rotundo no Julius”
“Esperaré a mi mate y ni tú ni nadie me hará cambiar mi decisión” le dije decidida.
“Para cuando tu mate llegue a tu vida, tú ya serás mía” dijo Julius mientras daba un paso más acercándose a mí.
“Aléjate de mí, no te atrevas a tocarme” le dije gritando y dando un paso hacia atrás para evitar que me tocara.
“No hay nadie cerca Aly, estamos solos y nadie va a impedir que tome lo que es mío”
“Yo no soy tuya y nunca lo seré” le dije afirmando que jamás me entregaría a él.
“Eso lo veremos” dijo Julius y antes de que terminara de decir esas palabras, se lanzó sobre mi tirándome al suelo, comenzó a tocarme y pude sentir como sus manos recorrían mi cuerpo.
Trate de pelear, pero él era más fuerte y el miedo se estaba apoderando de mí, grite con todas mis fuerzas cuando sentí sus caninos en mi cuello y estaba a punto de marcarme como suya.
Pero en ese momento llego mi hermano Iván y sujetando a Julius lo lanzo contra un árbol, me ayudo a levantarme y me empujo atrás de él, para protegerme.
“No te atrevas a dar un paso más o te juro que te mato” dijo Iván con fuerza utilizando su voz de beta, que jamás le había escuchado.
“Soy un futuro alfa, crees que puedes mandarme, piénsalo bien” dijo Julius a punto de lanzarse contra mi hermano, cuando mi padre apareció acompañado de nuestro alfa Dante.
“Julius espero que tengas una buena excusa, para justificar tu presencia en mi territorio sin mi permiso” dijo alfa Dante, mirándolo y con su voz de mando.
“No necesito una excusa para ver a mi mate” dijo Julius.
“Te dejé muy claro, que no te quería ver cerca de mi hija ni a ti ni a tu padre” dijo mi padre furioso, por ver en el estado en el que me encontraba.
Mi hermano me cubrió con una camisa que estaba en un árbol y me abrazo protegiéndome, sin dejar que Julius se acercara a mí.
“Hemos firmado un acuerdo con tu padre y tú estas rompiendo ese tratado” dijo nuestro alfa.
“Deberías considerar lo que tu padre puede perder si decido que eres un enemigo para mi clan” dijo Alfa Dante.
“Mi padre acepto, yo jamás estuve de acuerdo en esa decisión, dejé muy claro mis intenciones con Alania”
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