Por siempre tuya
Capítulo 72

Capítulo 72:

“Está bien, Alania, dime en qué puedo ayudarte” me preguntó.

“Últimamente no me he sentido bien, dolores de cabeza, fatiga, náuseas. Y siendo que Hansen y yo no hemos tomado ningún tipo de protección, tengo la sospecha de que quizás esté embarazada” le dije dudosa.

“Wow, esa sería una enorme noticia y una gran alegría para la manada, saber que nuestro futuro Alfa está en camino” me dijo sonriendo.

“Muy bien, entonces vamos a hacerte unos estudios físicos y de sangre para salir de dudas. Y si efectivamente lo estás, comenzaremos un tratamiento para que ese pup nazca fuerte y sano” dijo mirándome.

“Me parece perfecto, tengo todo el tiempo del mundo” le dije.

“¡Anthony! Por favor, que sea con discreción. Hansen aún no sabe de mis sospechas y quiero darle la sorpresa en caso de que sea una realidad” le dije sonriendo.

“Claro no te preocupes”

Anthony llamo a la enfermera y ella entro rápidamente.

“Por favor lleva a nuestra luna al laboratorio, quiero un examen completo de sangre y examen físico, también una prueba de embarazo con la mayor discreción, nadie debe saber hasta que tengamos los resultados, Martha entendido”

“Claro doctor, no se preocupe”

Pase la mayor parte del día en la clínica realizándome los estudios y ya en la tarde, casi por oscurecer, estuvieron listos mis resultados.

“Anthony, estoy hecha un manojo de nervios. Dime que ya tienes los resultados” le dije ansiosa.

“Los tengo, tranquila. Vamos a verlos juntos” me dijo, y comencé a abrir el sobre con los resultados.

Mi loba y yo estábamos nerviosas.

Si estaba embarazada, debía tener poco más de un mes y era imposible que Kayla lo detectara a menos que me hicieran una prueba de sangre.

Miré a Anthony y una sonrisa se reflejó en su rostro.

“Felicidades, Alania. Estás embarazada. Tienes 7 semanas de embarazo” me dijo levantándose para abrazarme de la emoción.

“Por Dios, estoy embarazada” dije mientras lo abrazaba y lloraba al mismo tiempo.

“No puedo creerlo, veía este día tan lejano y ahora estoy en shock, por Dios” dije sin poder controlar mi emoción.

“Los resultados son excelentes, todo marcha bien. Solo tenemos un pequeño problema en tu sangre” dijo Anthony seriamente.

“¿Qué pasa? ¿Le pasa algo a mi bebé?” le dije preocupada.

“Estás un poco anémica y eso no es bueno en tu estado. Debe ser por las náuseas y el estrés que has tenido últimamente. Es una condición delicada en tu estado. Te daré vitaminas prenatales y otros suplementos. Estamos a tiempo de cambiar esa condición, pero debes comer muy bien y seguir mis indicaciones al pie de la letra” explicó.

“No queremos poner en riesgo a ese pup” dijo mirándome.

“Lo que tú digas. Solo dame las indicaciones y haré todo lo que me pidas, sin queja alguna” le dije seriamente.

“Perfecto. Te daré la receta y en la farmacia deben darte todo lo necesario. Nos vemos en una semana, para ver si la anemia ha mejorado o si tenemos que realizarme más pruebas y cambiar los complementos. Es muy importante que los tomes, Alania. Aún estamos a tiempo, pero si no mejora tu anemia, podría poner en riesgo a tu bebé” me dijo Anthony preocupado.

“Haré todo por mi bebé. No te preocupes, seguiré tus indicaciones al pie de la letra. No puedo esperar a contarle a Hansen esta noticia. Gracias, Anthony, y nos vemos en una semana” le dije sonriendo.

“De nada, Alania. Cuídate. Cualquier cosa, por favor, no dudes en llamarme y en segundos estaré en la casa de la manada para revisarte”.

Después de obtener mis suplementos, entré en mi carro y comencé a manejar de regreso a la casa. Estaba justo en medio de la distancia entre la clínica y la casa de la manada.

La carretera era solitaria en este tramo, pero eso no me preocupaba, ya que estaba dentro de nuestro territorio, cuando Dominik me habló a través de nuestro Link mental.

“Alania, ¿Dónde estás?” me preguntó, y pude escuchar su voz agitada.

“Estoy en camino de regreso a la casa. ¿Qué pasa?” le dije preocupada.

“Estamos siendo atacados. Regresa a la clínica, busca refugio. No regreses, repito, no regreses” dijo Dominik.

Mi manada estaba bajo ataque y Hansen estaba lejos. No podía dejarlos solos y correr a esconderme. Necesitaban a su luna a su lado para combatir.

Presioné el acelerador hasta el fondo y me dirigí rumbo a la manada.

Cuando de la nada una camioneta blindada salió y golpeó mi auto, ocasionando que este se volcara y diera varias vueltas.

Mi auto quedó volteado y pude sentir dolor en mi v!entre.

Coloqué mi mano y vi que tenía sangre.

Todo daba vueltas, no podía ver bien.

Mirando hacia fuera de la ventana, pude ver que varios hombres se acercaban, pero estaba demasiado débil. No podía moverme, no podía hacer nada.

Me sentía tan indefensa.

“¡Mi bebé!” fue lo primero que se me vino a la cabeza. Traté de contactar a Hansen a través de nuestro link mental, pero él tenía la barrera puesta. Seguramente seguía en la junta.

“Diosa, por favor ayúdame”.

“¡Hansen! ¡Hansen! ¡Contesta, por favor, estoy en peligro!” dije desesperada.

Sentía cómo la oscuridad se estaba adueñando de mí.

No pasaría mucho tiempo antes de que perdiera el conocimiento, pero necesitaba hablar con él para decirle de nuestro bebé.

Estaba a punto de desmayarme e intenté por última vez, mientras veía cómo se abría la puerta de mi carro y me sacaban.

“¡Hansen!” dije casi como si fuera un suspiro.

Y fue entonces cuando por fin escuché su voz.

“Aly, mi amor, ¿Estás bien? ¿Pasa algo? ¡Aly, respóndeme!” pude escuchar el pánico en su voz, pero era demasiado tarde.

Después de escuchar a Dominik sobre el ataque y el no poder contactar a Alania, después de haberla escuchado tan débil, Iván y yo nos fuimos inmediatamente de la reunión de alfas.

Llegamos a mi manada y vimos lo que había pasado: cuerpos en el camino de los exiliados que habían entrado al territorio, y algunos miembros de la manada también estaban heridos.

“¡Dominik!” dije cuando lo vi, acercándome a él preocupado por mi Luna.

“¡Alania!, ¿Dónde está?”

“Alfa, todo fue muy rápido. Ella venía en camino de la clínica y le dije que regresara y buscara refugio. Me dijo que venía a mitad del camino, fue lo último que supe de Luna” explicó Dominik.

“Iván, encárgate de chequear los daños y la seguridad. Voy a buscarla. Necesito 10 guerreros que me acompañen” pregunté.

“Yo iré. Con Beta Iván aquí, preferiría ir contigo, Alfa, y buscar a nuestra Luna” respondió Dominik.

“Te lo agradezco”

“Nosotras también estamos disponibles” dijo Renata y dos guerreras más.

“Muy bien, suban a mi camioneta. Nos vamos” les dije sin perder más tiempo.

Manejé a toda velocidad, tenía miedo de que algo le hubiera pasado a mi Luna.

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