Por siempre tuya
Capítulo 70

Capítulo 70:

Los entrenamientos de mis guerreras ya dieron frutos.

Ahora tenemos un solo entrenamiento mixto, donde todo nuestro ejército se prepara para cualquier amenaza que tengamos. Seguimos con entrenamientos para adolescentes, siendo nuestra prioridad que sepan defenderse.

Después de la ceremonia, Hansen no ha mostrado que pueda utilizar el poder de las llamas rojas.

Pensamos que al completar nuestra unión ante la diosa, compartiríamos ese poder, pero no fue así. Hansen no desarrolló la magia, pero es más fuerte y veloz que antes.

Pero aún sigo siendo mejor que él.

“Alania, ¿Estás midiendo tu fuerza contra mí? ¿Crees que me dejaré vencer tan fácilmente?” me dijo Hansen mientras entrenábamos.

“No está en mi naturaleza limitarme, Alfa” le dije mientras saltaba frente a él y le daba un golpe en la cara.

Sin embargo, su velocidad hizo que bloqueara mi ataque, lanzándome al suelo y él sobre mí.

Me levanté furiosa, empujándolo y colocándome sobre él.

“Subestimas mi fuerza, Alfa” le dije, y él nos giró de manera que terminé debajo de él.

Se acercó y me besó apasionadamente, ignorando que estábamos rodeados de miles de guerreros.

“Me encanta verte sonrojada” me dijo.

“Hansen” le grité, y se levantó, extendiendo su mano para ayudarme a ponerme de pie. Pero al levantarme, perdí un poco el equilibrio y me sentí mareada.

Hansen colocó su brazo detrás de mi cintura, sosteniéndome para evitar que me cayera al suelo.

“¿Estás bien? ¿Qué tienes?” me preguntó preocupado.

“Estoy bien, solo sentí un poco de mareo. Debe ser por el entrenamiento. Creo que estoy algo cansada hoy” le dije tratando de poner una sonrisa.

“Estás trabajando demasiado, ya te lo había dicho. Mereces un descanso, y me voy a encargar de que lo tengas” anunció Iván.

“Iván?” gritó Hansen, sorprendido.

“¿Qué pasa? ¿Alania, estás bien? ¿Qué pasó?” dijo preocupado.

“A partir de mañana te vas a encargar del entrenamiento. Por una semana, Alania tiene que descansar, así que no el permitas ayudarte. ¿Está claro?” dijo con su voz de alfa.

“¡Diablos, Hansen! No tienes que usar tu voz de alfa, si de cuidar a mi hermana se trata, por supuesto” replicó Iván.

“Escuchaste, Alania. No quiero verte la cara en una semana, con todo respeto, Luna” dijo sonriendo antes de marcharse.

“Eres un odioso. Estoy bien, solo es un poco de cansancio. Con 24 horas de reposo estaré como nueva” le dije seriamente a Hansen.

“Alania, no es la primera vez que esto pasa. Pensé que te había dicho que visitaras al doctor” me preguntó dudoso.

“Pensé que era solo una sugerencia, o que me estaban ordenando hacerlo. Ups” dije sonriendo.

“Entonces no me queda más remedio que hacer la cita y llevarte personalmente”.

“Hansen, no soy una niña chiquita. Creo que puedo ir sola. Además, mañana tienes mucho trabajo. Recuerda que tienes una reunión con los alfas para planear una estrategia contra Julius” le dije seriamente mirándolo.

Pude sentir su rabia cuando mencioné a Julius.

Hansen aún quiere matarlo tanto como yo lo deseo, pero no podemos declararle una guerra sin un motivo según las leyes de los hombres lobo. Por eso, él tendrá esta reunión con los alfas para ver qué podemos hacer.

“Ni siquiera recordaba eso. Creo que lo mejor será cancelarla” dijo mirándome.

“Y perder esta oportunidad única? No estás loco y no te dejaré hacerlo. Te prometo que haré la cita para mañana y en cuanto tenga el diagnóstico te lo haré saber inmediatamente. Lo más probable es que me recete vitaminas y verás que estás exagerando, ¿Ok?”

“Está bien”.

Al día siguiente…

Me levanté muy temprano y vi al lado de la mujer más hermosa de este mundo, mi mate, mi esposa. Acaricié su cabello y le di un beso en la frente antes de levantarme para darme un baño. Luego, preparé todo lo que necesitaba para mi reunión.

Bajé las escaleras rumbo a mi oficina, tomé unos papeles y salí.

“Hansen, todo listo” me dijo Iván.

“Sí, no tienes que ir conmigo. Puedo acudir solo” le respondí a mi beta.

“Por favor, es solo un día. Dominik se hará cargo del entrenamiento. Tiene instrucciones específicas de no dejar acercarse a mi hermana, y con los 15 guerreros que irán con nosotros, todo estará perfecto” explicó Iván.

“Perfecto, entonces vámonos. Entre más rápido estemos allá, más rápido regresaremos. Odio dejar sola a mi Luna” comenté.

“Sobreprotector a estas alturas y todavía no tienen pups. Estás acabado, viejo” bromeó Iván.

Lo miré tratando de derretirlo con la mirada.

“¿Todavía puedo elegir otro beta, Iván?” le dije sonriendo.

“Na, solo hay otra persona que soporta tu mal carácter y ella ya tiene un puesto como Luna. Dudo que lo deje para ser tu beta. Estás fregado y amarrado conmigo para toda tu vida” bromeó Iván.

“A veces creo que la diosa me está haciendo pagar por algo en mi otra vida contigo” dije riendo.

“Así te habrás portado. Mejor vámonos o llegaremos tarde” me dijo Iván mientras encendía la camioneta y partíamos rumbo a la reunión.

Alfa McGregor organizó esta reunión, y su manada era una de las más cercanas a mi territorio. Nos tomaría solo 2 horas llegar a su Clan.

Cuando llegamos, nos recibió con una gran sonrisa.

“Alfa Hansen, me alegra verte de nuevo” dijo McGregor al verme.

“Me alegra estar aquí y saber que puedo contar contigo” le dije agradecido por su ayuda en esta reunión.

“A veces es bueno saber de qué lado estamos, y más cuando algún alfa quiere adueñarse de todo. ¿Quién nos dice que después de atacarte a ti no vendrá por todos nosotros? Es mejor estar preparados” añadió McGregor.

“Eso es precisamente lo que tenía en mente” dije seguro de mí mismo.

Entramos a su casa, la cual era grande para ser un Clan de poco miembros. Ellos eran alrededor de 1200, mientras que mi Clan éramos más de 2000.

Al entrar a la reunión, pude ver que estaban presentes 10 alfas más, entre ellos los más respetables y cercanos a nuestra área.

Me senté y preparé mis papeles para presentar mi caso ante ellos y esperar su apoyo.

“Les agradezco su asistencia y el haber aceptado la invitación a esta reunión de emergencia. Como alfas de nuestras manadas, es nuestra obligación mantener a nuestros miembros seguros y protegidos” comencé.

“Es la razón de nuestra existencia como líderes de una manada. Como tal, tenemos la responsabilidad de escuchar y ser escuchados. Por este motivo, cedo la palabra al Alfa Hansen, quien nos explicará la situación por la que hoy estamos reunidos” añadió Alfa McGregor.

“Gracias, Alfa McGregor, y te agradezco el organizar esta reunión” dije inclinando la cabeza en respeto por sus palabras.

“Todos saben quién soy. Soy leal, justo y protector de mi manada, y no me detengo ante nada por proteger a los míos” comencé con determinación.

“Saben los problemas que tengo con Alfa Julius de la manada de Black Spirit, por su enfermiza obsesión por mi Alania Wilson, quien ahora es mi Luna y esposa” continué.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar